La investigación interna que inició la ONCCA para dar con quienes hicieron desaparecer el expediente de Benjamín Tapia, el humilde changarín marplatense a quien se utilizó para desviar 1 millón de pesos hacia un feed lot inexistente, reveló que todas las compensaciones pagadas a ese sector no quedaron registradas en el mismo lugar que las recibidas por el resto de las actividades. Iban a parar a un "sistema informático" especial desarrollado, según declaró una empleada del organismo, por un funcionario cercano al actual titular de la AFIP, Ricardo Echegaray.
La existencia de dos registros paralelos, uno donde se almacenaban los pagos a molinos, avícolas, lácteas y productores de porcinos, y otro específico para los feed lots (establecimientos dedicados al engorde intensivo de ganado bovinos), surgió de la declaración testimonial que la semana pasada prestó Jessica Gombert, una empleada del organismo que se dedicaba a la administración de los expedientes en el área de Compensaciones.
En el sumario interno que se inició por la desaparición del expediente que determinó el pago irregular a nombre de Tapia, Gombert no solo confirmó que el documento público fue enviado a la sede de la AFIP el 22 de setiembre por pedido del coordinador general de la ONCCA, Marcelo Utje. Reveló además la existencia de ese registro paralelo para los feed lots. Y confirmó que también de allí todo dato sobre Tapia había sido cuidadosamente eliminado.
"En el área Compensaciones se utiliza un sistema de registro interno que se comenzó con una planilla excel (la que se sigue utilizando para las otras actividades). Posteriormente, para feed lots se reemplazó dicho sistema por una base tipo acces, mediante el sistema informático visual basic, para la carga de operaciones. Dicho sistema fue desarrollado por el Sr. Oscar Villaverde", relató la administrativa. Que agregó: "A dicha base solo se podía acceder a través de dos computadoras".
Oscar es hermano de Fernando Villaverde, actual subdirector de Planificación de la AFIP y hombre de extrema confianza de Echegaray. Ambos provienen de Mar del Plata, lo mismo que varios otros de los funcionarios contratados por la ONCCA durante 2008.
¿Por qué se decidió registrar los pagos a feed lots por separado del resto de las actividades que reciben subsidios? Por ahora, es una pregunta sin respuesta. Lo cierto es que a partir de la creación del régimen de compensaciones, en 2007, la cantidad de feed lots registrados se multiplicó por cinco: ya superan los 1.800 establecimientos. Y que de los 1.577 millones de pesos que la ONCCA pagó a lo largo de este año, la mayor parte (580 millones) fueron hacia ese sector.
Por otro lado, la gran mayoría de las irregularidades detectadas en los pagos de subsidios se registraron con empresas que operan (o declaran operar) en dicho rubro. Las que pagaron el pato fueron las firmas que tienen en regla su situación, y que no cobran compensaciones desde el 10 de setiembre pasado, cuando Clarín publicó su primera investigación. Ayer, la Cámara de Engordadores de Hacienda Vacuna reclamó una normalización. Según estimó el consultor Víctor Tonelli, la ONCCA acumula una deuda de cerca de $ 1.000 millones con los feed lots.
Ayer, el nuevo titular de la ONCCA, Juan Manuel Campillo, publicó una resolución que puede ser interpretada como una admisión oficial de las irregularidades denunciadas. El funcionario dispuso un nuevo procedimiento para el pago de los subsidios. Desde ahora, las firmas deberán acompañar su solicitud con un certificado en el que acrediten la existencia y ubicación exacta de sus predios productivos. Sería un "certificado de existencia". Algo que nadie verificó en el caso de Tapia y en tantos otros expedientes.


