Bajo el lema “La era del ecoprogreso”, la semana pasada se llevó a cabo elXVII Congreso de Aapresid que contó con la presencia de grandes expositores y una nutrida afluencia de público.
Durante la primera jornada, el Centro de Convenciones Metropolitano de la ciudad de Rosario abrió en la Sala Seguridad Dekalb una conferencia que estuvo a cargo de John Hassell, Gerente de Investigación y Desarrollo en Agronomía de la firma Agrotain Internacional, quien se explayó sobre “El desafío de alimentar al mundo mediante la adopción de Siembra Directa y los fertilizantes de eficiencia mejorada”.
Un auditorio de más de 350 personas siguió atentamente dicha exposición en donde algunos de los interrogantes lanzados por Hassell para abrir su presentación fueron: “¿Cómo vamos a asegurarnos de poder hacer frente efectivamente a las demandas alimentarias de una población mundial en constante crecimiento? ¿Cómo satisfacer a una población no sólo en cuanto a la cantidad de los alimentos que consume, sino también en relación a la calidad energética de los mismos?”.
Para abordar el tema propuso dos ejes: por un lado, esbozar una mirada histórica sobre el tema y, el por otro, señalar los desafíos actuales partiendo de la experiencia histórica acumulada.
Respecto al primer punto, el expositor hizo referencia a zonas geográficas y períodos históricos tan distantes y diversos como la antigua Mesopotamia, área del nacimiento de la agricultura, el sistema cerrado desarrollado en Las Islas de Pascua y por último al estado de Oklahoma, Estados Unidos, durante las décadas del ‘20 y del ’30.
Tras señalar algunos puntos sobre esos períodos de la humanidad pudo desglosar algunas lecciones que a su entender “la historia misma” cuenta: “tenemos la obligación de cuidar los recursos naturales puesto que exigir demasiado a la tierra la destruye y en sociedades de consumo que han colapsado encontramos que la población se vinculó con ciertos recursos reduciéndolos a riesgo de agotarlos”, advirtió Hassell.
En ese sentido, John Hassell señaló que “debemos caminar hacia un nuevo equilibrio en relación a los recursos naturales se trate de agua, gas, etc.”. Y en esa línea planteó la necesidad de buscar “un nuevo equilibrio en un contexto histórico actual, en el cual la calidad del suelo es cada vez menor, el 19% de la superficie cultivable de la tierra se perdió en los últimos 25 años y su degradación se aumenta”.
Sobre este cuadro de situación Hassell evaluó que “debemos cambiar algunas prácticas de cultivo” y propuso atender la “mejora de la calidad del suelo, a base de reducir niveles de erosión y la pérdida de zonas cultivables”, así como también a “promover la Siembra Directa continua que, si bien está muy extendida en Estados Unidos y América latina, en relación al resto del mundo, la incorporación de la misma no siempre es continuada”.
El uso eficiente de los nutrientes fue el otro aspecto fundamental que señaló el expositor. “No se trata de ahorrar dinero en los fertilizantes sino en hacer su uso más eficiente puesto que más granos es sinónimo de más Nitrógeno”, dijo.
Si bien consideró el manejo del Nitrógeno como un tema sumamente complejo, Hassell profundizó en “la necesidad de darse estrategias adecuadas en cuanto a su utilización”. Entre una extensa lista de aspectos funcionales a evaluar hizo especial referencia “al desarrollo de tecnologías destinadas a su estabilización puesto que evitar la volatilización implica la llegada de más fertilizante al suelo”.
A modo de resumen, Hassell analizó que “frente al crecimiento de la población mundial, la demanda creciente en cuanto a la calidad proteica de los alimentos consumidos, una posibilidad cada vez menor de almacenamiento de granos y más de 1,500 millones de desnutridos en el mundo”, hay prácticas agrícolas que deben ser modificadas y mejoradas para estar a la altura de los acontecimientos actuales sin provocar la degradación de los suelos cultivables y entendiendo que en esta materia de recursos naturales “la conservación más que una palabra, es una forma de vida”, concluyó el expositor.


