Después del revés del domingo pasado, la agenda de algunos ministros y de los amigos K debe encabezarse con el desplazamiento de Guillermo Moreno y el anuncio de una normalización paulatina del INDEC. Para funcionarios y simpatizantes kirchneristas, esa es la movida imprescindible para empezar a cambiar las expectativas del público y de los empresarios.
Los funcionarios que trabajan a diario cerca de los Kirchner aseguran que lo primero que debe revertirse es la fuga de capitales. Por más que haya cedido la demanda de billetes verdes, la huida se estabilizó en unos 1.500 millones de dólares mensuales. Un nivel imposible de sostener en el mediano y largo plazo. La única manera de revertir esta dinámica es con un shock de confianza, que podría generarse con la salida de Moreno y los cambios en las estadísticas oficiales.
La visión que tiene este grupo cercano al oficialismo es que si el Gobierno no demuestra una mejora económica en los próximos meses podría empeorar la gobernabilidad. Creen que el contexto internacional está dando un impulso favorable: los productores agropecuarios volvieron a tener rentabilidad con la suba del precio de la soja y los demás commodities y la caída en los costos (alquileres e insumos).
“Éste es un momento clave. Hay que ponerle el pecho a la derrota. No ayuda para nada una fuga hacia delante desconociendo los puntos débiles. De lo contrario, los que vengan van a corregir los desajustes por derecha”, aseveró, en diálogo con Crítica de la Argentina, un funcionario con acceso al despacho presidencial. La cuestión, admite éste y otros hombres y mujeres identificados con el kirchnerismo, es si Cristina y Néstor harán caso de estos mensajes.
La agenda debería incluir los siguientes puntos:
• Lo dicho, desplazamiento de Moreno y recomposición del INDEC.
• Mantener el superávit fiscal, recortando gasto público ineficiente, con el objetivo de evitar una zozobra en los mercados.
• Aprovechar el mejor contexto para colocar deuda en el mercado de crédito voluntario, tal cual ya hicieron Brasil, Colombia, Perú, Panamá y Croacia. Esta movida, junto a una reprogramación voluntaria de los compromisos con bancos locales, daría garantías de que el país no caerá en default en los próximos años.
• La salida a los mercados permitiría que las empresas locales encuentren financiamiento en los bancos y así poder invertir. Ahora, en cambio, sólo tienen acceso las multinacionales.
• Los funcionarios consultados descartan, en sintonía con Kirchner, un acercamiento al Fondo Monetario y una rebaja de las retenciones, tal como reclaman los sectores más ortodoxos.
• Las iniciativas ayudarían a ponerle un freno a la fuga de divisas. Las fuentes consultadas coinciden en que ése es uno de los peores riesgos que hoy tiene la economía argentina.
Los otros peligros que enfrenta la actividad económica pasan por otro lado: los efectos que vaya a tener la gripe A y la sequía en la producción agrícola. Tampoco está resuelta la crisis internacional, sobre todo en Europa y Japón. Pero esto último ya no depende de las decisiones del matrimonio presidencial.
Al final no hubo corrida electoral
Los ahorristas bancarios no se acobardaron por los cruces de acusaciones y amenazas entre los candidatos durante la semana previa a las elecciones. Según informó el Banco Central, los depósitos a plazo fijo del sector privado apenas cayeron en 254 millones de pesos entre el 19 y el 26 de junio, sobre un total de más de 56 mil millones.
Los depósitos en moneda extranjera, que treparon en las semanas previas por la incertidumbre, incluso cayeron de 9.524 a 9.509 millones de dólares.


