Una aparente recuperación de la rentabilidad para la mayoría de los cultivos
de la cosecha gruesa. A simple vista, ésa es la foto que, tomada hoy, ofrece la
proyección del ciclo 2009/2010.
Finalizada la campaña 2008/2009, que quedará grabada en la memoria de los
productores por los dramáticos quebrantos a causa de la sequía y los mayores
costos, el nuevo ciclo permite pensar con algo más de optimismo. La mejora
parcial en algunos granos y la baja en los valores de los alquileres y en gran
parte de los insumos van en esa dirección. Según Gustavo López, consultor de
Agritrend, en el ciclo 2009/2010 la soja podría alcanzar las 19 millones de
hectáreas (10% más), el maíz para grano caería a 2,1 millones de hectáreas (una
retracción del 13%) y el girasol podría subir a 2,2 millones de hectáreas, lo
que daría un aumento del 8%. Entre todos los cultivos agrícolas se cubrirían
29,5 millones de hectáreas, 1% menos que el año pasado. Además, habría una
cosecha de 82,65 millones de toneladas, 30% más que en 2008/2009, pero todavía
por debajo de los 97 millones de 2007/2008. A priori, los cálculos sobre los
márgenes para los cultivos de gruesa aportan una cuota de moderado optimismo.
Igual, hay diferencias en los números sobre campo propio versus alquilado.
Teo Zorraquín, consultor privado y socio de Zorraquín + Meneses y Asociados,
presentó algunos márgenes posibles de lograr en la zona núcleo. Son números a
los que falta restarles el arrendamiento y el impuesto a las ganancias. "Por
ahora podemos considerarlos testimoniales, porque falta mucho tiempo y muchas
cosas por pasar, como el desenvolvimiento del clima, el arreglo por
arrendamientos, la política interna macroeconómica poselecciones, el
financiamiento posible, la crisis mundial", aclaró.
Hechas esas consideraciones, los márgenes posibles en la zona núcleo (sin
alquiler ni Ganancias) serían de 463 dólares por hectárea en soja (con rindes de
3300 kilos y precio esperado de US$ 235); 295 dólares en soja de segunda (a 2400
kilos); 383 dólares en maíz (9000 kilos de rinde y US$ 120 de precio) y 228
dólares por ha en girasol (con 2500 kilos y US$ 210). "Se observa que la buena
noticia es que son todos positivos (márgenes netos), pero considerando que en
todos los casos se tomaron buenos rendimientos", expresó Zorraquín.
Pese a la tendencia positiva, está latente el temor al intervencionismo oficial, que distorsiona el mercado. "Genera gran duda qué precio finalmente recibirá el productor, porque el registro de exportación sólo se abre esporádicamente y hay una permanente intervención", señaló Ernesto Ambrosetti, economista de la Sociedad Rural Argentina (SRA). Por otra parte, tras el cimbronazo de la última campaña, hoy "la falta de dinero efectivo es notoria".
Baja de costos
Un punto importante es la baja en los gastos directos. "Se puede señalar que
esta campaña cuesta entre un 25% y un 35% menos hacer una hectárea de
agricultura", indicó Zorraquín. Pero recordó: "Los precios esperados para la
próxima cosecha son aproximadamente un 30% menores a los que se esperaban en la
campaña anterior". Por si fuera poco, considerando que la última campaña cerró
con una pérdida de unos 200 dólares por hectárea en muchas zonas, se
necesitarían entre dos y tres años de márgenes razonables para recuperar lo
perdido. Con todo, en líneas generales en la zona núcleo en soja se pasó de un
costo directo de 215 a 149 dólares por hectárea, y en maíz cayó de 519 a 327
dólares por hectárea. Esta diferencia soja/maíz sigue beneficiando a la
oleaginosa.
La baja en los costos no pasa inadvertida en las empresas. "Los costos de
fertilizantes fosfatados y azufrados sufrieron una caída muy significativa, 60%
promedio. Esta baja pone las relaciones de insumo/producto por debajo de
cualquier serie histórica", señaló Eddy Fay, director de Mosaic.
A nivel de arrendamientos, la caída está entre el 10 y el 40%. En alquileres,
según Zorraquín, en los campos buenos en zonas buenas, cercanas a los puertos,
se observa una mayor resistencia a bajar el valor. "En esos ambientes se ven
bajas del 10% al 20% en valor de quintales respecto al año pasado, pero con una
tendencia a cobrar una parte adelantada y una al final. En estos ambientes se
están cerrando más alquileres a quintales fijos que a porcentaje", dijo.
En tanto, sobre los ambientes de menor potencial o mayor riesgo, y con mayores
costos de fletes, hay variantes. "En general, se está imponiendo algún esquema
en el cual el riesgo sea compartido, pagando a porcentaje de la cosecha o en un
mix con parte fijo y parte variable", comentó.
A todo esto, un trabajo de Sebastián Gavaldá, técnico de Aacrea, da cuenta de
los diferentes rindes de indiferencias para campo alquilado. En soja, calcula
sobre campo arrendado un rinde de indiferencia de 28 quintales en el norte
bonaerense; 24 quintales en el oeste y 19 en el sudeste bonaerense. Eso con
arrendamientos de 14, 11 y 7 quintales, respectivamente. En maíz, en tanto,
proyecta sobre campo alquilado un rinde de indiferencia de 82 quintales en el
norte bonaerense; 70 en el Oeste y 59 en el Sudeste.
Otros números
Por otra parte, según un estudio de la consultora Openagro, que considera un
esquema de alquiler con un adelanto de 100 dólares por hectárea a cuenta de un
40% de la producción, en soja en la región norte bonaerense/sur santafecino se
podría aguardar un margen neto de 155 dólares por hectárea. Esto después de
Ganancias y de haber obtenido un rinde de 4000 kilos. Por el lado del maíz, con
US$ 100 a cuenta de un 30% de la producción y 9000 kilos por ha de rinde, en el
norte bonaerense/sur santafecino sería posible un margen neto de 93 dólares por
hectárea. En tanto, con un pago a cuenta de un 20 por ciento de la producción y
un rinde de 7000 kilos, en el sur de Entre Ríos cabría esperar un margen neto de
67 dólares por hectárea.
Los números tienen otro matiz si se contempla un arrendamiento fijo en
quintales. Según un cálculo de Guillermo Aiello, de la firma 3-El Semillas, para
la región núcleo con un alquiler de US$ 368 por hectárea y un rinde de 4
toneladas la soja aportaría un resultado neto (después de Ganancias) de 85,80
dólares por hectárea y el maíz, 17,23 dólares. "El maíz se complica más (que la
soja)", finalizó Aiello.
Por Fernando Bertello


