La consulta pública de los proyectos de normas que regulan la sanidad animal, la protección vegetal y la inocuidad de los alimentos por parte del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) permitirá "hacer más transparentes las acciones del organismo", aseguró su gerente general, Diana Guillen.

En una entrevista brindada a la agencia Télam, Guillen detalló las características de la iniciativa del Senasa, que consiste en poner a consideración de los ciudadanos, en su página web y durante 60 días corridos, los proyectos de las normas del organismo.

En forma similar a otros países como Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil, Chile, Perú y México, entre otros, profesionales, empresarios, organismos públicos y asociaciones de la sociedad civil podrán emitir su opinión, que tendrá carácter no vinculante.

¿Cómo surge el proyecto?
Forma parte de un programa de calidad normativa que se ha iniciado el año pasado en el Senasa, en el cual abrimos un espacio de revisión de toda nuestra normativa. Mientras tanto, incluimos en la forma de generar nuestras normas todo el proceso que se recomienda en un estándar internacional desarrollado por los países de la OCDE, abrirla a la sociedad para que cuando salga sancionada esté convalidada públicamente y todo el mundo haya podido opinar, más allá de que la toma de decisión ?por eso es no vinculante? es política.

¿Qué normas van a pasar por este proceso?
Todas las normas que generen obligaciones a terceros, las que al ser emitidas generen obligaciones para terceros o cambien reglas de juegos ya establecidas. El proceso de consulta no implica a las normas por razones de cuarentena o de emergencia. Con este grupo de normas vamos a hacer lo mismo que esta previsto en el acuerdo de medidas sanitarias y fitosanitarias de la OMC, que establece que primero se saca la norma y después se pone en consulta, se reciben los comentarios y si es necesario, se revisa. En los casos de emergencia, primero se sanciona la norma y después se consulta.

¿Qué norma hay en consulta en este momento?

¿Cuáles serán las próximas?
La primera es una norma referida a exigencias para los establecimientos que quieran exportar, los requisitos para que el Senasa los habilite para exportar. Y otras dos o tres están en camino. Una sobre la fijación de límites máximos de residuos y otra sobre condiciones para feedlots, que seguramente va a dar que hablar.

¿Desde su puesta a consideración, han tenido algún aporte?
No, no hemos tenido aún. Es un proceso muy novedoso en la Argentina. No hay costumbre en la sociedad ni en las empresas. El Senasa tiene más de 50 comisiones en las cuales participa el sector privado, provincial y municipal. Allí pueden hacer llegar sus comentarios. En este sistema les queremos dar una formalidad a los que ya están acostumbrados, pero además abrirlo a la sociedad.

¿Qué espera el organismo de este mecanismo de consulta?
Primero, implica un nivel de transparencia dentro del Senasa, es hacer más transparentes las acciones del organismo para que la sociedad sepa qué estamos haciendo. Si se quiere, es un resultado intangible, pero importante para el Senasa. Con respecto a las normas, esperamos que si hay algún aspecto que no hayamos tenido en cuenta y nos llega, por más que no sea vinculante, será tenido en cuenta.

¿Cuáles son los principales problemas que pueden
llegar a tener las normas del Senasa? ¿Ha habido normas que hayan provocado controversias?
Ha habido normas en las que el mercado no estaba en condiciones de aplicar. Hemos tenido que dar prórrogas hasta que todo el mundo se ponga en condiciones.

¿Cuál?
Por ejemplo, la de trazabilidad de ganado o la de tener a todos los laboratorios dentro de las normas de los controles de calidad o certificados en su calidad. Esperamos que una norma que haya sido discutida no tenga este problema en su aplicación porque ya el mercado se va preparando para eso.

¿Se trata de un proyecto piloto?
No, pensamos que se trata de una decisión olítica tomada en cuanto a la transparencia y la apertura con mayor transparencia a la sociedad. Probablemente los mecanismos del sistema son mejorables. Ahora tenemos que dar mayor difusión al sistema. Que no haya comentarios en las primeras normas no implica que el sistema no funciona. Incluso si la norma está bien y conforma a todo el mundo no tendría que haber comentarios.

El Diario