A través de un informe difundido la semana pasada, la entidad consideró que la Argentina no deberá importar carne para abastecer la demanda interna, ya que cuando la producción sea insuficiente para mantener paralelamente a los mercados doméstico y externo, los precios minoristas subirán de «forma significativa» con lo cual se reducirá el consumo per cápita.
CICCRA denunció también «el ocultamiento de las estadísticas sectoriales por parte de los organismos oficiales», y acotó que esto se verifica «con lo realizado por la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA)» que publicó su último informe sobre la actividad frigorífica vacuna en diciembre de 2008. Aseguró, además, que el sector de ganados y carne se encamina de manera paulatina a una producción insuficiente para abastecer el mercado doméstico y generar saldos exportables como en la actualidad.
«Tenemos la convicción de que cuando los niveles de producción sean insuficientes para mantener el consumo interno y las exportaciones actuales, serán los precios minoristas los que subirán de forma significativa y reducirán el consumo per cápita de los 70 kilos/año actuales a un nivel de alrededor de 55 kilos/año», indica el informe.
Al describir el escenario, el informe puntualiza que existe: c Reducción de las existencias vacunas, producto de una faena récord, apoyada en la de la falta de estímulo para invertir en la cría/recría de ganado.
- Liquidación de vientres, que permite un alto nivel de producción de carne vacuna, lo que se torna insostenible en el mediano plazo.
- Identificación de la exportación como mercado competitivo del consumo interno y no complementario, lo que lleva a establecer trabas crecientes para exportar productos cárnicos desalentando el desarrollo armónico de ambos mercados y la mayor generación de valor.
- Perspectivas negativas en materia de producción, consumo y exportaciones a partir de 2010, todo lo cual se reflejará en un continuo encarecimiento relativo de la carne vacuna.
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