La sequía sigue siendo un problema grave en el norte de Santa Fe?
-Claro. El problema tiene dos aristas. Una es la climática, porque llueve menos de 400 milímetros al año cuando necesitamos un régimen de lluvias de 900 milímetros, para tener un año de regular a bueno. La otra es el agua. Necesitamos agua para darles a los animales y a la gente. Desde
Tostado hacia el Norte, ningún pueblo tiene agua potable ni agua de red, por lo tanto el agua debe transportarse en camiones porque ni siquiera el viejo Ferrocarril Belgrano tiene más tanques para llevarle agua a la gente. Para el ganado se saca agua del Salado, que por suerte en esa zona todavía conserva cierto caudal para sacar agua, y se transporta en camiones. Son 2,5 a 3 millones de litros de agua por día que se transportan a distintos campos, algunos hasta 70 kilómetros de distancia, y para esos camiones el valor para moverlo, para que se dé una idea, cuesta una vaca, entre 350 y 400 pesos. Vea el costo que tiene que pagar un productor cada vez que tiene que recibir un camión de agua, que le dura a lo sumo una semana.

-¿El Gobierno Nacional no ayudó con la sequía?
-Es otro tema grave. El Gobierno no ha tenido ayuda directa, salvo aquellos 20 millones de pesos que habíamos logrado con el senador Giustiniani, que es como una gota en el mar, porque la provincia perdió más de 2.300 millones de pesos por culpa de la sequía.

Para peor, al no homologarse las emergencias provinciales y nacionales, los productores siguen sufriendo el problema de la tasa de interés, porque el Banco Nación pasa en descubierto al 38 por ciento créditos que los productores tomaron al 16 por ciento. Eso desfinancia al productor, y lo liquida del financiamiento.Seguramente por eso caen tantos tambos en la zona...

-Es verdad, porque cayó en los últimos años más del 60 por ciento de los tambos del país. Hoy ya estamos por debajo de los 10 mil tambos. Si bien no cayó tanto la cantidad de litros, porque ahora se produce más con menos cantidad de tambos. Cuando uno analiza esto desde el punto de vista social, es un gran atraso. La mayoría de la gente termina migrando a grandes ciudades como Rosario o Santa Fe, y por no ser mano de obra calificada, terminan deambulando por distintos lugares sin encontrar un trabajo que les pueda solventar el bienestar del que gozaban antes.

Estoy convencido de que la actividad rural que mejor distribuye es el tambo. Distribuye mejor que la frutihortícola, que los viñedos y que cualquier economía regional, simplemente porque el tambo funciona los 365 días del año. El gran problema es que una vez que se desarma un tambo, se hace imposible volver a armarlo.

- ¿Cómo ve que la Oncca haya aumentado aún más los controles a las exportaciones de cereales?
-Mire, si eso fuera una simple cuestión impositiva, no me preocuparía, porque en realidad quien paga sus impuestos tiene que estar tranquilo.

-Pero el Gobierno dice que hay demasiada evasión en el campo.
-Puede ser, pero no del productor, sino de la red de comercialización. Y, además, hay una cuestión: el Gobierno sabe muy bien quién es el evasor. Está tan generalizada en el país la venta de IVA y las facturas truchas, que en cada pueblo se sabe dónde están los que operan con esto. ¿Por qué la AFIP no interviene? Yo creo que no hay voluntad para hacerlo. El Gobierno tiene la responsabilidad de recaudar, y se recauda con un Estado que controla. Si no, terminan pagando los buenos por los malos, y eso es una barbaridad.

-Hablemos de política. ¿Cómo viene la alianza electoral suya en Santa Fe?
-Mire, nosotros habíamos conformado una alianza con el socialismo y después tuvimos algunos problemas internos en el radicalismo, lo que no nos permitió después continuar con el diálogo orgánico de partido a partido, como debe ser.

Las alianzas no se pueden hacer de hombres a hombres, o de grupos a grupos. Las alianzas se tienen que hacer de partido a partido, y a la luz del día, es decir, institucionalmente.

-Que no es como opera el peronismo.
-Nosotros decimos que la organicidad es lo importante.

-Puede ser así. Pero la burocracia partidaria, a los radicales, los termina enterrando. ¿O no?
-En absoluto. Los diálogos hoy son con sectores del radicalismo que han integrado una nueva alianza. Nosotros decimos que el radicalismo tendría que ir como Lista 3, con sus propios candidatos, porque esto no sólo no afectará la gobernabilidad de la provincia, sino que también nos da la posibilidad de conseguir un diputado más, por ir separados del socialismo.

El peronismo utiliza mucho esa estrategia. Lo que debe sí debe haber entre los partidos políticos y los candidatos a diputados es una especie de compromiso común, porque podemos ir todos juntos, pero cuando llegamos a la cámara terminamos votando separados. A nosotros con el socialismo de Santa Fe ya nos ha ocurrido. Cuando el 26 de marzo llegó la 125 a la Cámara, el único diputado santafecino que se opuso a ella desde el primer momento fui yo.

-¿-Se afecta la gobernabilidad si pierde el Gobierno las elecciones?
-Para nada. Al contrario, auguro a que este gobierno, como decía don Ricardo Balbín, aunque sea con muletas llegue hasta el final de su mandato. La gente lo votó por cuatro años, y le haría un flaco favor a la democracia si este gobierno se va antes.

-¿Hay candidatos del campo en la lista radical de Santa Fe?
-¡Claro! Pedro Juan Morini. Yo fui militante de la Federación Agraria durante muchos años durante mi juventud. Hay muchos que salen a buscar candidatos del campo porque no les cumplieron cuando debieron hacerlo.

-A partir de este año habrá una bancada ruralista en el Congreso.
-¡Ya la tenemos! Hoy tenemos más de cien diputados. Somos cofundadores con el diputado Ghibaudo, de ese grupo en el cual somos diecinueve partidos distintos, que integramos un bloque de consenso agropecuario al que en realidad no le quisimos poner bancada porque consideramos que es un bloque de consenso. Acá la cuestión es que el Parlamento no es todo campo. Si bien yo provengo de una familia de cuatro generaciones de productores, y yo mismo soy hombre de campo y productor, también represento a los maestros, a la policía, a las industrias. Pero este movimiento del campo dentro del Congreso, seguramente, se va a profundizar.

El Federal