Los últimos datos de vacunación antiaftosa revelados por el Servicio Nacional de de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirman lo que anticipaban para la ganadería tanto las entidades agropecuarias, como las asociaciones y los analistas especializados.

Según la información emitida por el organismo público, en el último año el stock bovino argentino registró una caída del orden del 5% respecto del año previo, lo que representa unas 3 millones de cabezas de ganado menos.

En la segunda campaña antiaftosa de 2008, el Senasa registró 57,73 millones de vacunaciones, contra 60,70 millones en el mismo período de 2007 (una merma del 4,9%) y 61,3 millones en el segundo semestre de 2006 (-5,82%). El stock bovino total ya es inferior al del año 2002.

Si bien los datos deben corroborarse el próximo año, porque la segunda vacunación anual y siempre es menos extendida y confiable en términos estadísticos que la primera, todo indica que la merma del stock responde a una situación estructural y es consecuencia de la fuerte liquidación de hembras que se sucede desde el año 2007, sumada a una sequía que en el último año afectó la preñez de los animales.

Un reciente estudio de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) proyecta que 2009 será un año récord para la faena de hembras (madres), que podrían equivaler al 55% de la matanza total.

También desde la asociación de productores Aacrea anticipan un año difícil. En su informe periódico sobre el mercado de hacienda, correspondiente al mes de abril, los especialistas aseguran que, de cara al futuro, los "bajos índices de preñez que se están reportando" hacen prever una fuerte caída en la zafra de terneros del próximo año, "que según diferentes fuentes rondaría las 3 ó 4 millones de cabezas".

Según Aacrea "la perspectiva en el corto plazo confirma que la situación ya es grave, estructuralmente", a lo que este año se suma que los animales deberán pasar un invierno muy difícil, porque se intensificará la carencia estacional de alimentos debido a la persistencia de la sequía.

Según los especialistas, existen muy pocas reservas en las regiones de cría.

El Cronista