Pese a la insistencia de Margarita Stolbizer para que sea un estandarte en su
lista, Mario Llambías, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA),
desistió convertirse en candidato. Y esta vez no es por temor a la fatiga de la
actividad política, sino porque conjetura que es mejor el puente de mando en CRA
que, con casi 100.000 afiliados de las sociedades rurales del interior, es un
poder en si mismo. Llambías se inclina así por un tercer período al frente de la
entidad, donde debe renovar mandato el próximo setiembre. Sus allegados
sostienen que también resiste el ámbito parlamentario, donde el aparato
partidario "lo apagará".
De profesión agrimensor y descendiente por línea materna de la rama patricia
de los Bunge. Llambías suele reivindicarse como el rebelde de una familia
tradicional. Vive de sus campos, los dos en la provincia de Buenos Aires. Uno en
el pueblo que lleva el nombre de su tatara abuelo, Emilio Bunge, donde se dedica
a la ganadería. Y el otro, una explotación mixta en General Belgrano. Amigo de
Felipe Solá, tiene mayor intimidad con Jorge Sarghini y Jorge Remes Lenicov, del
duhaldismo. Aunque su persona de mayor confianza es kirchnerista. Se trata de
Elsi, su secretaria y viuda de Elvio Vitali, director de la Biblioteca Nacional
y fundador de la librería Gandhi.
Con la decisión de Llambías ninguna primera espada del campo se inclinó por
jugar en las listas. Se preparan para ponerse al frente de lo que vaticinan como
un rosario de desastres en el sector. Mientras tanto, las segundas líneas llenan
lugares como Ulises Forte en la Pampa, directores de la Rural y el hermano
mellizo de De Angeli.


