Unos setenta millones de toneladas de cosecha, cincuenta y cinco millones de cabezas vacunas y más de veinte mil millones de dólares de exportaciones. Estos son algunos de los productos del complejo agroindustrial que forman parte del botín en juego en las negociaciones entre el Gobierno y el agro para ver quién se queda con la mejor parte de la renta de la producción.
El tono de la disputa ha llegado a tal punto que, en las últimas horas creció el rumor de las intenciones del Gobierno de nacionalizar el comercio de granos y otros productos, reeditando las experiencias de la Junta Nacional de Granos y Carne de los años 30 o el Instituto de Promoción del Intercambio (IAPI) de 1946.
El nudo central de la discusión que las partes vienen arrastrando desde 2004 es la recaudación por retenciones a la soja, que en la campaña que está finalizando generarán US$4989 millones, el 87% de las exportaciones del complejo granario argentino.
"Sería fantástico bajar los impuestos, pero todos sabemos que estas cosas no pueden ser, porque se necesitan recursos para hacer cambios", dijo la presidenta Cristina Kirchner. Todo un mensaje al campo, que en ese momento intentaba, a través del presidente de la Rural, Hugo Biolcati, convencer a los Kirchner de rebajar el impuesto. La respuesta fue tajante: con un costo fiscal que el Gobierno estimaba en $15.800 millones, bajar las retenciones por unos meses no figuraba en el menú.
Los expertos coinciden en que la soja-dependencia gobierna la caja del Estado, y cada vez es más fuerte. "Las retenciones a la soja son el 90% de la recaudación por retenciones: unos $20 mil millones. Eso equivale al 60% del superávit primario estimado para 2009, (3,9% del PBI), que es $34.000 millones", destacó Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica.
"La soja y sus derivados han sido el mayor generador de ingresos para el Gobierno dentro del complejo granario. Y ahora, que se redujeron los volúmenes de los otros tres cultivos, su papel es aún más preponderante", dijo Ricardo Negri, de la Asociación de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea).
La paradoja, de acuerdo a Negri, es que esta dependencia también se replica en las cuentas del productor. "A raíz de la sequía y la baja de precios, la soja es responsable del 74% del ingreso del productor promedio. En 2008 representaba el 62%, mientras que el trigo se llevaba el 14%, el maíz el 15% y el girasol el 9%", explicó Negri. Esto vuelve a la soja más crucial a la hora de equilibrar las cuentas de los productores, y hace que estos insistan en la rebaja de retenciones. De acuerdo a los márgenes del IEE de la Rural, la supresión de las retenciones a la soja haría que un productor pasara de la situación actual de perder 28 dólares por hectárea a ganar 200.
Partiendo de la base de que el Gobierno no está dispuesto a tocar las retenciones a la soja, ¿qué gana y qué pierde la Casa Rosada si modifica sus políticas respecto a los otros productos?
En el caso del trigo, el Gobierno anunció compensaciones a la harina por hasta 5,5 millones de toneladas de trigo, la suba del precio de abastecimiento interno de $370 la tonelada a 420 y la reapertura de las exportaciones. Las retenciones al cereal, en torno al 28%, le dejaron al Estado US$ 165 millones en la última campaña.
De acuerdo al IEE, hoy estas retenciones significan al productor un quebranto de 262 dólares por hectárea. Si se quitaran las retenciones, la pérdida baja a 105 dólares por ha.
Pero, según Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), el Estado recauda menos cobrando las retenciones que no cobrándolas. "Si multiplicamos las hectáreas de trigo producidas por la ganancia, nos da $1912 millones, cuyo 35 % del impuesto a las ganancias dejaría al Estado $670 millones, lo que, sumado al impuesto al cheque, dando por ingreso final $693 millones", dijo el vicepresidente de CRA, Néstor Roulet. Para el dirigente sería más efectivo quitar las retenciones y compensar a los molinos para elaborar el pan con precio de referencia, lo que costaría al Estado sólo $259 millones.
Según el director de las Confederación de Asociaciones Rurales de La Pampa y Buenos Aires (Carbap), Alfredo Rodes, las retenciones no son el único problema. "El costo de la distorsión que genera el techo de precios impuesto por el Gobierno significa US$134 dólares por ha, mientras que las retenciones son US$142", dijo.
De acuerdo a Rodes, el techo puesto al trigo ya significa la friolera de US$ 1000 millones, que es lo que van perdiendo los productores desde 2006 por la intervención a los mercados. "El problema es que estos 1000 millones no quedaron para el Estado ni va para hospitales, sino que fueron para exportadores o molineros", agregó Rodes.
La baja de retenciones sugerida en algún momento por las entidades (15%), y
la liberación del precio del grano implicaría una señal a los productores, y
detendría la caída de la cosecha de trigo, que este año, entre la sequía y
política oficial, se derrumbó un 50%, y significa también una caída en la
recaudación, agregó Rodes.
La carne
En el caso de la carne, el Gobierno ofreció compensaciones para terneros y estímulos fiscales a la producción de novillos a un costo de un millón de dólares, que se suman a los US$22 millones entregados a los engordadores en lo que va de 2009 para aumentar la oferta de carne. Sin embargo, el agro insiste en que, para aumentar la oferta de carne es vital destrabar la exportación. "Un buen paso sería liberar las exportaciones de cortes de alto valor, la categorías E y F de vaca y menudencias", dijo Ernesto Ambrosetti, jefe del IEE. Otra opción sería eliminar las retenciones de estos ítems, lo que implicaría un costo de US$ 80 millones, "pero generaría una mejora en la capacidad de compra de los frigoríficos, beneficiando al productor", dijo Ambrosetti.
Para la Asociación Argentina de Productores Exportadores Argentinos (APEA), otra opción es rebajar las retenciones al 15% a los cortes Hilton. Esto implicaría dejar de ganar unos US$50 millones anuales para el Estado (con los precios actuales), pero tendría como consecuencia una suba de $0,60 por kg en gancho (de 6,61 a 7,20). "Esto actuaría como incentivo inmediato al engorde de novillos, y sería una señal más efectiva que las desgravaciones impositivas anunciadas por el Gobierno, que tendrán efecto sólo en un largo plazo de mantenerse vigentes", dijeron en APEA.
Por Mercedes Colombres
LA NACION
La postura oficial
* El Gobierno afirmó que no se tocarán las retenciones a la soja.
* Se compensará a los molinos la bolsa de harina de trigo 000; se aumentará el precio de abastecimiento interno de $ 370 a $ 420, y habría una apertura gradual del registro de exportaciones.
* Se prometió la eliminación de las retenciones a los lácteos; se compensarían $ 0,10 por litro de leche a los tamberos de hasta 3000 litros, y se subsidiría la recría de machos overos de tambos en $ 200 por animal.
* Se elevaría al Congreso una ley federal de carnes y se otorgarían estímulos fiscales a la producción de novillos pesados y compensaciones para terneros.
* Habría una baja del 50% en las retenciones a las economías regionales.
Lo que pide el campo
* Para el agro, es vital readecuar las retenciones en función del reacomodamiento de precios de las commodities, especialmente para los pequeños y medianos productores (segmentación).
* Para granos, las entidades pidieron la derogación de las regulaciones de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) y la apertura real de los registros de exportación.
* Para la leche, el agro pidió a la Presidenta la apertura y normalización de las exportaciones (ya concedida) y la eliminación del sistema de valor de corte.
* En ganadería, las entidades solicitan la suspensión por un año de la resolución que prohíbe la faena de animales livianos, la derogación de los encajes y ROE, la liberación de las exportaciones de vacas categoría D, E y F, menudencias y cortes de alto valor y la rebaja de las retenciones.
* El campo solicitó ayuda para los afectados por la sequía (subsidios de $ 200 por vaca hasta los primeros 500 animales y asistencia financiera para recomponer el capital de trabajo de los pequeños agricultores).


