Mientras los líderes de la mesa de enlace agropecuaria y el Gobierno se tomaron un descanso en su escalada de críticas cruzadas, a la espera de encontrar algún punto de acuerdo en la reunión que mantendrán el próximo martes, la difícil situación de algunos de los rubros del sector agroindustrial comienzan a salir a la luz de la mano y muestran rentabilidad negativa para la actividad lechera y para los productores de trigo.
En momentos en que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner visitaba la ciudad de Tres Arroyos, en el sudeste de la provincia de Buenos Aires y se quejaba de que “el campo es el único sector que puede darse el lujo de no comercializar su producción”, un informe de la consultora Economía y Regiones (E&R) expuso que los tamberos y los trigueros son los productores que tuvieron en 2008 márgenes de rentabilidad negativa, producto de la suba de costos directos e indirectos y los escasos ingresos, por intervención del Estado, como denuncian los ruralistas.
El año pasado, los tamberos quedaron con una pérdida de u$s 167 por hectárea, cuando en 2007 habían ganado u$s 50 por la misma cantidad de tierra producida. El rojo 2008 para los productores de leche fue tres veces mayor al registrado dos años antes.
“Por eso se necesitan urgentes medidas para la leche. Un precio justo es la única manera de evitar que, en un futuro no tan lejano, haya que importar leche”, comentaron desde las entidades. En ese marco, alertan que es insuficiente que se sigan anunciando medidas, como el subsidio de 10 centavos por litro para el productor de menos de 3.000 litros diarios, o los $ 200 para la cría del ternero overo, tal como ocurrió el martes tras la reunión con la ministra de Producción, Débora Giorgi.
En cuanto a la actividad triguera, el informe revela que los más perjudicados fueron los agricultores que plantaron el cereal en norte de Buenos Aires, con una pérdida por hectárea de u$s 43,5; seguidos por los del sudeste bonaerense, con un rojo de u$s 24,7 por hectárea. Eso se debió a la suba de costos, principalmente agroquímicos, que pasaron en un año de representar 50% a casi 58% de los costos totales para los del sudeste bonaerense y del 59,5% al 67.3% en la zona norte. Además, los gastos de comercialización en esas regiones aumentaron de 13,7% a 23,6% entre 2007 y 2008 para la región sudeste y del 14,5% al 25,8% en el mismo lapso para el norte bonaerense. Por su parte, las explotaciones ubicadas en el oeste y sudeste bonaerense tuvieron márgenes positivos de u$s 11,2 y u$s 32,8 respectivamente.
El informe de E&R sostiene que si bien la ganadería todavía no registró márgenes negativos de rentabilidad. “Sus márgenes son positivos, pero su tendencia es peligrosamente declinante. En zonas de menor productividad, como Santa Fe, Corrientes y San Luis, el deterioro de la rentabilidad es aún más crítica. Los márgenes se reducen porque los precios de los animales caen desde hace dos años mientras que los costos, fundamentalmente los laborales, aumentan”, señala E&R. Y ejemplifica: en el sudeste bonaerense, la rentabilidad se redujo 19% en 2008, tras tres años de mantenerse prácticamente constante en torno a u$s 50 por hectárea.
Un poco más aliviados aparecen las actividades maicera, girasolera y sojera. En 2008, el maíz siguió siendo rentable, pero con un marcado descenso para el norte y oeste bonaerense y sur de Córdoba y Santa Fe. En el sur bonaerense, los márgenes están por desaparecer: pasaron de u$s 418,9 por hectárea en 2007 a apenas u$s 11 el año pasado.
La soja, por su parte, sigue siendo lejos la actividad más rentable del campo. El denostado ‘yuyo’ otorga ganancias que van desde u$s 325 (en la zona núcleo) a u$s 65 en Salta, mientras en el resto del país, la ganancia se ubica en torno a u$s 200 por hectárea.


