Hay menos vacas. Aunque se matan más animales, se produce menos carne porque su peso promedio apenas llega a los 214 kilos. Hace ya 27 meses que la faena de hembras supera el 43% (en 2008 promedió el 48,7%), situación que técnicamente se conoce como "liquidación de vientres".

En otras palabras, eso significa que los ganaderos están vendiendo sus "fábricas de terneros" para reducir su negocio o, directamente, abandonar la actividad. En definitiva, las cifras señalan que en dos o tres años -según señalaron pronósticos privados- habrá menos vacas y probablemente haya que importar carne.

Los números en rojo que viene barajando toda la cadena de ganados y carne fueron nuevamente confirmados en la última edición del informe económico que elabora la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra).

El stock ganadero -que se calcula al comparar las vacunaciones oficiales contra la aftosa- cayó 905.000 cabezas desde el primer semestre de 2008.

De ese número -que no registra la mortandad y el remate forzado de animales provocado por la sequía de la segunda mitad del año- más de 800.000 cabezas eran hembras. Si se considerara el efecto de la sequía, la caída del stock bovino
superaría 1,3 millones.

"Los resultados de la política aplicada desde la Secretaría de Comercio Interior, con la Oncca [Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario] como brazo ejecutor, están a la vista y se resumen en achicamiento de la producción, menor stock bovino, reducción de las exportaciones, caída de los precios del ganado, el cuero, el cebo y las menudencias, y moderada tendencia alcista en los precios al público", afirmó Miguel Schiaritti, presidente de Ciccra, entidad que agrupa principalmente a los frigoríficos que abastecen al mercado interno.

Otros expertos, como Fernando Canosa, de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), coinciden en el diagnóstico. "No hay duda de que si el año pasado se planteaba un faltante de carne para 2011, ahora los tiempos se aceleran.

La situación es muy grave y debería plantearse seriamente una liberación de exportaciones y la quita de retenciones, lo que no debería impactar en los precios al consumidor", dijo el especialista. Canosa puntualizó, además, que "de los 22.000 millones de pesos aportados por el sector agropecuario en retenciones en 2008, sólo el 4,3% provino de las exportaciones de carne, lo que demuestra que desde el punto de vista fiscal tiene poco peso".

En los primeros once meses de 2008, la faena total llegó a 13,32 millones de cabezas y se mantuvo en los niveles históricos más altos. Para la Ciccra, los récords de faena observados en 2007 y 2008 se explicaron fundamentalmente "por la elevada liquidación de hembras, proceso que ya se extendió por 27 meses, y en segundo lugar, por la expansión del engorde a corral [feedlot] , concentrado fundamentalmente en animales livianos".

Para Víctor Tonelli, consultor en ganados y carnes, "el feedlot ganó un espacio muy importante en la oferta de hacienda gorda por las políticas que orientaron, con subsidios, la producción de ganado para el consumo interno, lo que resultó muy negativo para la producción de animales pesados, de alimentación pastoril, cuyo destino es la exportación".

Según el trabajo de Ciccra, en 2008 se exportaron 415.837 toneladas res con hueso, un 20,3% menos que en 2007. Ese volumen quedó lejos de las 550.000 toneladas acordadas en abril, en pleno conflicto por las retenciones móviles, entre el Gobierno y las entidades agropecuarias.

En 2008, la Argentina incumplió por primera vez los envíos de la cuota Hilton, un volumen de 28.000 toneladas de cortes de primera calidad que ingresan a la Unión Europea sin aranceles. "Este año, como el anterior, será muy difícil que la Argentina cumpla con esa cuota, debido a que la distribución de ese cupo se demoró cuatro meses", opinó Tonelli.

La Nacion