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Luego de una campaña con valores récord en contratación de seguros agropecuarios, Agustín Pelliza, gerente Comercial de La Dulce Cooperativa de Seguros, observó que “por la baja de los precios, la sequía, y sobre todo porque cuando se tomó la decisión de siembra había incertidumbre por cuestiones políticas; los productores optaron por sembrar cultivos de gruesa y no de fina”.
De esta forma, destacó que “la baja del 30% en los cultivos de fina se vio compensada por un incremento de seguros de gruesa”.
Finalizada la campaña 2007/08, con un saldo de más de 700.000 hectáreas aseguradas, el nivel de cobertura para trigo y cebada marcó una reducción de casi 30%, que se notó –en mayor medida- en el sur de Buenos Aires.
Hoy en día, “lo que más se comercializa es el seguro de granizo tradicional, que se conoce con ese nombre porque se indemniza todo lo que esté por encima del 6% del daño”. Así, cualquier acontecimiento de granizo de un daño superior al 6%, queda enmendado.
El segundo producto más vendido es el seguro de granizo con una franquicia. En este caso, el productor asume parte del riesgo y a cambio tiene una menor prima. “En estos seguros con franquicia, nosotros tenemos modalidad del 10 al 40%”, detalló.
Esto significa que para daños de hasta el 10%, el productor va a asumir el riesgo y no va a recibir indemnización; mientras que para daños que superen el 10%, la cooperativa comienza a indemnizar.
Además, destacó: “Nuestras franquicias en ese caso con decrecientes, por lo que si el daño cobra mayor magnitud, la parte que corría a cuenta del productor, se va achicando. Es decir, a medida que el daño es más grande, ese 10% se va reduciendo hasta desaparecer”.
En la actualidad, más del 50% de los asociados opta por seguros sin franquicia, según informó el gerente Comercial de la firma: “Normalmente, cuando son productores más pequeños o medianos, optan por seguro sin franquicia porque se cubren de cualquier acontecimiento por más chico que sea”.
En cambio, cuando se trata de productores más grandes, que “superan las 3.000 hectáreas, compran un seguro con franquicia, porque ante pequeños daños ellos tienen la economía para sustentarse y absolverlos por su cuenta; y en daños más importantes, que superen el 80%, estarían cubiertos casi en la totalidad”.
“Nuestros tasadores son los mismos asociados”
Por mayo de 1932, en La Dulce, partido de Necochea, algunos grupos de colonos daneses radicados en Buenos Aires carecían de la posibilidad de ser asegurados por una compañía de la zona porque, hasta entonces, no existía ninguna empresa aseguradora. Para revertir esta situación, se formó La Dulce Cooperativa, con una característica particular: que los tasadores sean los mismos asociados.
“Hasta hoy se mantiene esta característica, que a través de capacitaciones y cursos, los mismos socios son los que tasan y, de esa manera, se garantiza una mayor transparencia y objetividad”, recalcó Pelliza a Agrositio.
76 años después, la cooperativa abarca la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, y parte de la provincia de Córdoba con su gama de seguros agropecuarios.
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