Para el dirigente piquetero y, desde 2007, inesperado diputado nacional,
Héctor “Toty” Flores, su jefa política Elisa Carrió, directamente, “es Evita”.
Para Carrió, a su vez, Toty representa la pata piquetera de la Coalición Cívica
y, a la luz de las elecciones legislativas de octubre, es el encargado de
seducir a otros referentes sociales, para que se sumen a la CC. “Tenemos que
meter sensibilidad social en el Congreso”, sostiene el líder del Movimiento de
Trabajadores Desocupados de la Matanza, que ya tiene avanzado el proceso de
persuasión con el dirigente de la ex kirchnerista Corriente Clasista y
Combativa, Juan Carlos Alderete. Con aval de Carrió y su actualizada política de
“flexibilidad” electoralista, ahora Toty va por el piquetero Raúl Castells y la
dirigente trotskista Vilma Ripoll.
En ojotas y bermudas, Flores pisa la tierra y el poco pasto de la cooperativa
textil y educativa “La Juanita”, que armó su MTD, casi el único que, a mediados
de los noventa, rechazó los planes asistenciales. Dice que, “con Alderete,
habría otro diputado que iría en ojotas al Congreso”. Se ríe del cruce de
connotaciones entre “Congreso” y “ojotas”, entre “diputado” y “piquetero”.
Al margen de la broma, este ex canillita y obrero metalúrgico asegura que
“Alderete sería un candidato ideal, el diputado emblema para la Coalición,
porque armó su espacio dando respuestas a los más pobres”. En la Coalición ya se
habla de que Alderete ocupe el tercer lugar de la lista bonaerense que, en
octubre, encabezará Margarita Stolbizer.
Alderete, incluso, se había reunido con Carrió, en el departamento de Lilita,
en pleno conflicto agropecuario. Entonces, coincidieron en apoyar los reclamos
ruralistas y, según Alderete, “hubo afinidad”. El ex compañero de Luis D’Elía,
de todas formas, condiciona la posibilidad de un acuerdo electoral: “Agradezco
el ofrecimiento, pero me sería difícil convivir con algunos sectores de la
derecha. Habría que discutir un programa entre ambas organizaciones”, abre una
puerta Alderete.
Vilma Ripoll y Raúl Castells, con quienes Flores charla seguido, plantean
reparos similares a los de Alderete. “Vemos a Carrió más interesada en acordar
con (Mauricio) Macri”, afirma Castells, que durante el conflicto rural se
reunió, al menos una vez, con Flores y Patricia Bullrich. “Tenemos proyectos
político-económicos distintos. Es difícil”, plantea Ripoll. Por ahora, tampoco
rechazan del todo la posibilidad.
No se resigna Toty Flores, el superhéroe plebeyo de Carrió que “lucha para reivindicar la cultura del trabajo”, según la algo bizarra historieta proselitista que relata sus “fantásticas aventuras”. Recorre el país, en cambio, para convencer a los distintos dirigentes piqueteros de que “es hora de meterse en política”, o sea, en el partido de Carrió, su Evita.


