Los Kirchner ya no quieren ver a su vicepresidente, Julio César Cleto Cobos,
ni por televisión. Es por eso que –para acotar sus insistentes apariciones
mediáticas– el Gobierno borró por completo de la transmisión del Festival de
Doma y Folclore de Jesús María, realizada por el oficial Canal 7, la imagen del
hombre que compartió la fórmula con Cristina.
Cobos asistió en la noche del viernes, durante 55 minutos, a la ceremonia de
inauguración del festival cordobés y no figuró en la emisión de la
autodenominada “televisión pública”. Ni siquiera apareció en los momentos en que
fue el principal protagonista, como cuando los organizadores del evento le
regalaron un poncho y Canal 7 emitió una tanda publicitaria.
La orden de no mostrar a Cobos en el festival de Jesús María llegó entre la
noche del jueves y la madrugada del viernes directamente desde Buenos Aires.
“Hay que ignorar a Cobos”, fue la lacónica instrucción que recibieron los
responsables de la transmisión en Córdoba.
La emisión estaba a cargo del Canal 10 de Córdoba, dependiente de la
Universidad local. Esta emisora, por un acuerdo con la Secretaría de Medios de
la Nación, retransmite habitualmente gran parte de la grilla porteña de la TV
oficial. Para emitir en directo la celebración de Jesús María, Canal 7 usó la
infraestructura y el personal de la emisora cordobesa.
Desde el Canal 10 intentaron deslindar responsabilidades respecto de la
censura que sufrió Cobos. Pero no negaron que éste haya sido ignorado
deliberadamente por la emisora nacional. “Si hubo una orden, no llegó
directamente a Canal 10. Nosotros sólo aportamos infraestructura y personal.
Aunque hubiésemos querido no hubiéramos podido (censurarlo) porque la emisión la
manejó Canal 7”, le dijo a Crítica de la Argentina Ricardo Edelstein, miembro
del comité ejecutivo del canal cordobés.
Por su parte, Cobos se mostró indignado. “La verdad es que no entiendo estas
cosas. Habrá que preguntarle a la gente del Canal. Yo no he buscado esta
situación”, le dijo a una radio local.
La decisión de no mostrar a Cobos tuvo a otras dos víctimas colaterales: el
gobernador Juan Schiaretti y el intendente Marcelino Gatica, un radical volcado
a las filas de Luis Juez. Sus imágenes tampoco fueron puestas al aire, debido a
que estaba a apenas metros del principal censurado.
Si bien Schiaretti no se expresó públicamente respecto de lo sucedido con la
transmisión de Canal 7, desde su entorno lo atribuyen “a una decisión nacional
de no convertir el festival de Jesús María en un acto político y menos
protagonizado por Cobos”.
El festival de Jesús María es organizado por un conjunto de cooperadoras, las
que cada año son beneficiadas con su recaudación. Sus organizadores habían
pasado por el Senado de la Nación el año pasado para entrevistarse con el
senador Carlos Rossi. En esa oportunidad, dicen que por casualidad se
encontraron con el vicepresidente, quien por entonces ya había abierto su agenda
a todo público. Según contaron, el propio Cobos, ni tonto ni perezoso, se
ofreció personalmente para estar presente en la edición 2009 y ellos aceptaron
inmediatamente.
El escandalete mediático ya dio lugar a repercusiones en el ámbito político.
Ayer mismo, la diputada cordobesa Norma Morandini, periodista e integrante de la
comisión de Libertad de Expresión, anticipó que va a presentar un pedido de
informes sobre lo sucedido.
Así se gestó la historia que terminó con el enojo de la Casa Rosada y la
decisión de no mostrar por Canal 7 al hombre cuyo voto “no positivo” todavía no
pudo ser digerido por el kirchnerismo.
Precisamente, en la ciudad de Jesús María se habían plantado algunos de los
piquetes más duros de todos los acontecidos durante el último paro agropecuario.
Ahora será recordado como el territorio donde Cobos sufrió el piquete
televisivo.
Carbap quiere volver al paro agrario en febrero
En la provincia de Buenos Aires, los productores rurales quieren volver a las
rutas. Así lo manifestaron representantes de 32 municipios bonaerenses en una
asamblea convocada por el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales
de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Pedro Apaolaza, en la localidad de Tapalqué.
“La gente está muy enojada y con ganas de seguir luchando”, resumió Apaolaza
al término del encuentro al que también asistieron productores vinculados a la
Sociedad Rural y a la Federación Agraria. En rigor, para calmar a los que que
quieren retornar ya a las rutas, en la asamblea se decidió presentar una
propuesta ante la Mesa de Enlace para realizar, a partir del 11 de febrero,
paros productivos y comerciales –con presencia en las rutas, pero sin cortes-,
una vez por semana.
El vicepresidente de Carbap, Jorge Srodek, le anticipó a Crítica de la
Argentina, que la semana que viene habrá otras tres asambleas distiritales para
elaborar nuevas propuestas y que el último jueves de enero el consejo nacional
de Carbap dará a conocer las conclusiones y los pedidos que se llevarán ante la
Mesa de Enlace.
Durante el encuentro, explicó Srodek, se planteó la posibilidad de que los
paros progresivos convocados a partir de la segunda semana de febrero sean
acompañados por cacerolazos frente a las distintas municipalidades para que “se
transforme en un reclamo que atraiga a otros sectores”.
En segundo orden, pero sin ser descartados, quedaron los reclamos
provenientes del sector ganadero de volver a cortar las rutas.
OPINIÓN
El campo ya no es lo que era
Artemio López (Director consultora Equis)
La caracterización de segmentos agrofinancieros para aquellos que llevaron
adelante la conducción estratégica del conflicto con el gobierno nacional en
2008 despertó polémicas y rechazo y fue considerada una “chicana” por muchos
analistas vinculados a la producción agropecuaria.
Sin embargo, más allá de las intencionalidades y la pertenencia al sector
productivo, negar el componente financiero y la presencia de estos intereses en
el conflicto resulta insostenible.
Al respecto, en un reciente artículo –insospechado de oficialismo– realizado
por Lorena R. D’Angelo y Rogelio T. Pontón se observa el componente financiero
del mercado de commodities mundial y, por extensión, su presencia en el mercado
local, actor principal en el negocio mundial. Se lee en el estudio que las
commodities alcanzaron niveles récord de precios, que comenzaron a deteriorarse
cuando los principales actores que impulsaron las subas se retiraron del mercado
a raíz de la crisis.
Fueron los fondos especulativos los que primeramente encontraron en las
materias primas agrícolas un resguardo para sus inversiones en un mercado en el
que el dólar perdía valor frente a las demás monedas y las tasas de interés
bajaban.
La participación de estos fondos fue creciendo y el mercado dejó de lado los
elementos fundamentales para crear una burbuja a partir del mayor flujo de
recursos que de los mercados financieros se orientaron a los agrícolas.
Los cambios del contexto internacional motivaron correcciones en los precios,
con importantes bajas en las commodities agrícolas por el egreso de los fondos y
la incertidumbre sobre las perspectivas futuras.
Las estadísticas muestran la evolución de los precios de la soja, el maíz y
el petróleo en los últimos años, y el desmoronamiento posterior a la fuga del
mercado de commodities de los fondos especulativos tras el despliegue de la
crisis.
Ahora bien, si las condiciones que modelaron el conflicto de 2008 tuvieron en
el de los fondos especulativos un interés dominante, hoy las circunstancias han
cambiado y otras deberían ser las políticas hacia y desde el sector.
En este sentido, el gobierno nacional debe tomar nota del cambio de escenario
y adecuar la política hacia el sector en nuevas direcciones y, es lógico, la
representación sectorial debe observar las novedades y ordenar sus demandas y
métodos de reclamo a la nueva etapa poscrisis, atento a que la eventual pero
probable reinserción de componentes especulativos crecientes en el negocio no
domine nuevamente su comportamiento sectorial.
En esta perspectiva, y a modo de ejemplo solamente, la iniciativa oficial, aun incipiente, de “atar” el subsidio de los insumos al precio de los granos pareciera ser una alternativa más adecuada a la nueva etapa.


