Es la segunda vez que la entidad rebaja la previsión de cosecha del cereal, que originalmente se había estimado en 10,5 millones de toneladas.
Esta campaña, la siembra del cereal ha caído el 30% respecto del año anterior, pasando de 5,6 millones de hectáreas a 4,5 millones de hectáreas. El control de precios del grano aplicado por la Secretaría de Comercio Interior en los últimos tres años y el cierre de las exportaciones , además de la fuerte suba de los insumos, desalentaron la producción. A esa merma se sumó luego una de las peores sequías de las últimas décadas.
En su informe, la Bolsa atribuyó la nueva reducción en la estimación de
cosecha a que "las generosas precipitaciones de la semana pasada no llegaron al
sudeste y sudoeste de Buenos Aires, aumentando la probabilidad, particularmente
en la última región señalada, de lograr bajas productividades".
Molinos, en problemas
En tanto, la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) expresó ayer su preocupación por la fuerte caída de las exportaciones de harina, que habría llegado al 40% en los últimos meses. "El problema se originó debido a los efectos de la devaluación del real y otras monedas de los países importadores de harinas" argentinas, sostuvo la organización en un comunicado.
Según vienen denunciando las entidades agropecuarias, el sector molinero fue uno de los más beneficiados por el control de precios del trigo ejecutado por el Gobierno los últimos años. Según FAIM, "establecimientos ubicados en localidades del interior han debido reducir su actividad de molienda, amenazando la estabilidad de las fuentes de trabajo".


