Tras un intervalo de dos meses, el campo volverá hoy a protestar contra el gobierno. Manifestará en el Mercado de Hacienda de Liniers con el envío de entre dos y tres mil vacas lecheras de la raza Holando Argentinas, en repudio al proceso de liquidación que sufren los tambos.
Denunciarán los bajos precios que paga la industria láctea por el litro de leche, incumpliendo un acuerdo impulsado por la administración nacional.
Será la primera medida de relativo impacto tras el último paro nacional rural lanzado a principios de setiembre, el cual finalmente resultó estéril al coincidir con el estallido de la crisis financiera mundial. Se observa así un regreso de las movilizaciones, aunque ahora en forma inorgánica, sin un llamado desde las cuatro entidades.
Este martes fue Alfredo de Angeli el que sugirió en forma individual marchar en las capitales del interior el 9 de diciembre, para exigir «retenciones cero» y «un país más federal». Ayer, De Angeli participó de un encuentro de autoconvocados en Azul, que realizó un corte de ruta «simbólico» durante 10 minutos sobre la Ruta 3.
La convocatoria de hoy tampoco fue hecha por la Mesa de Enlace, sino por la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), entidad dirigida por Pedro Apaolaza que recoge el conflicto de la cuenca lechera bonaerense. Adhieren a la medida Federación Agraria, CRA y la Sociedad Rural, pero no Coninagro.
El titular de la FAA, Eduardo Buzzi, comprometió su presencia para las 8 de hoy en Liniers -la FAA agrupa a los pequeños tamberos que representan 70% de los productores de leche-, mientras que CRA y SRA también enviarán dirigentes.
Desde el gobierno ya hubo respuesta. «La protesta es irracional y mentirosa. Tiende a confundir a la opinión pública y al propio sector», aseguró Ricardo Echegaray, titular de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario.
«Estas vacas, que ni en el mejor de los casos alcanzan los $ 1.000, son las que mañana serán enviadas a este mercado concentrador en vez de ser comercializadas, como es habitual, en los respectivos pueblos, por lo que no representará ninguna alteración en la producción», afirmó el funcionario.
En lo que respecta a Coninagro, la entidad presidida por Fernando Gioino no será de la partida hoy, ya que sufre un «conflicto de intereses»: integra a las cooperativas del agro, entre ellas, a SanCor, una de las firmantes del último acuerdo lácteo -el 20 de octubre- que prometió un precio de $ 1 por litro de leche a boca de tambo hasta el 31 de diciembre, bajo el impulso del secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno.
Dicho pacto jamás fue cumplido y, de hecho, en la cuenca lechera del oeste de Buenos Aires se manejan precios de entre $ 0,85 y $ 0,70 por litro. Desde el sector pyme aseguran que no están en condiciones de pagar $ 1 el litro, a riesgo de quebrar, mientras que la industria en general sigue sufriendo exceso de stock de quesos.
«Se cierra 2008 con una producción 10.150 millones de litros anuales, el mismo volumen de 1998, pero que se realizaba entre 18 y 20 mil tambos. Hoy se produce la misma cantidad en 11.500 tambos», aseguró Daniel Villula, tambero del oeste bonaerense.
En su convocatoria a la protesta de hoy, CARBAP apuntó a «la permanente intervención del gobierno» que, asegura, «ha generado una creciente y profunda distorsión en la actividad láctea, que agrava sensiblemente los efectos de la compleja situación internacional».
La crisis tambera ha llegado a provocar casos como los tamberos de Villa María -principal cuenca lechera de Córdoba- que semanas atrás, para no sacrificarlos, regalaron más de un centenar de terneros machos en la plaza principal de la ciudad, argumentando que criarlos hasta los 60 días cuesta cerca de $ 350, pero la venta sólo reporta unos $ 170.
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