Tras las vertiginosas alzas conseguidas en las dos primeras jornadas de la semana, el creciente temor a una inminente y duradera recesión en los Estados Unidos y en Europa se hizo sentir hoy en los mercados del mundo, que volvieron a mostrar duras caídas.

Por otro lado, líderes del Grupo de las Ocho economías más desarrolladas reafirmaron su unidad en una declaración conjunta hoy ante la crisis financiera y pidieron una "cumbre mundial" a corto plazo con países clave para paliar la crisis financiera.

Los gobernantes dijeron que los unía el compromiso de resolver la crisis mediante el fortalecimiento de las instituciones financieras y la restauración de la confianza.

No obstante, New York de hundió fuertemente. Las acciones estadounidenses cerraron su peor jornada desde el derrumbe bursátil de 1987. El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, contribuyó a la ansiedad cuando dijo que la economía enfrentaba "amenazas significativas" por la paralización de los mercados de crédito.

El Dow Jones cayó 7,87%, mientras el S&P 500 retrocedió un 9,03%. El Nasdaq 500 cerró con una pérdida de 8,47 por ciento.

Antes de la apertura de Wall Street se conocieron datos poco alentadores sobre la economía de los Estados Unidos que hacían presagiar aperturas en rojo. Las ventas minoristas disminuyeron 1,2% en setiembre, según publicó el gobierno.

Tampoco fueron bien recibidos por los mercados los pronósticos para la economía real trazados por el Presidente de la Fed, Ben Bernanke y el titular del Tesoro estadounidense, Henri Paulson.

Por otro lado, una medida sobre la actividad manufacturera en el estado de Nueva York se desplomó en octubre a su nivel más bajo desde que se creó el registro en 2001, aseguró la Fed de Nueva York. El índice Empire State cayó a menos 24,62 desde menos 7,41 en septiembre.

En tanto, los precios mayoristas de Estados Unidos bajaron 0,4% en septiembre en línea con las expectativas de los analistas, luego de que una nueva caída de los costos energéticos aliviara las presiones sobre los precios.

En tanto, el índice de precios al productor subyacente, que excluye alimentos y energía, registró un imprevisto incremento de 0,4%, contra un alza de 0,2% anticipada por Wall Street.

El Viejo Continente. En tanto, en Europa los índices volvieron a derrumbarse. El CAC 40 de la Bolsa de París perdió un 6,82%; el FTSE de Londres cerró con una baja de 7,16%, el DAX de Francfort de un 6,49%, y el Ibex de Madrid, un 5,06 por ciento.

Por su parte, en Asia, pese a que la Bolsa de Tokio fue la única en cerrar con una tendencia alcista del 1,06%, las demás cayeron. Hong Kong cerró con una pérdida del 5%, Shanghai cedió un 1,12%, Taipei un 0,86%, Corea del Sur un 2% y Australia un 0,8%.

El optimismo desatado en los últimos días tras el esperado rebote de los mercados europeos fue opacado ayer por nuevos informes que concluyen que las dos mayores potencias de la zona euro, Alemania y Francia, se están sumergiendo en una recesión, lo que a su vez dejó en evidencia que la crisis financiera ya ha asestado un temido golpe en la economía real.

Desde el punto de vista técnico, la recesión se produce cuando hay por lo menos dos trimestres consecutivos de baja de la actividad económica y el PBI francés había registrado ya una baja de 0,3% en el segundo trimestre. Francia no se encontraba en esta situación desde 1993.

Pero las malas noticias no sólo se limitan a Alemania y Francia. En Londres, nuevas cifras divulgadas de la otra gran economía del continente mostraron ayer que la tasa de inflación británica subió a 5,2% interanual en septiembre, su máximo en 16 años.

Pérdidas de trabajo

La ciudad de Nueva York puede perder en los próximos dos años 165 mil puestos de trabajo a causa de la crisis financiera internacional, según un informe de Comptroller, el responsable económico de la municipalidad, William Thompson. Thompson estimó en 35 mil el saldo negativo de la ocupación sólo en Wall Street.