En 2003 Néstor Kirchner llegó a la Presidencia heredando un rebote en el nivel de actividad que, luego, no supo convertir en un desarrollo estable: durante su gestión se aceleró la inflación y comenzó un estrangulamiento financiero externo que hoy padece su heredera, su mujer Cristina.

Por lo demás, las cuentas públicas verdaderas de la gestión de Néstor Kirchner nunca fueron auditadas; él sostuvo que sólo había esplendor, pero eso fue imposible de verificar. Obviamente que el conjunto de allegados que han conseguido alguna prebenda o subsidio o remesa de parte de los Kirchner, alabaron al hoy ex Presidente como si fuese inteligente, creativo y capacitado.

El colmo de las tonterías kirchneristas fue la instalación del engaño que Kirchner sabía de economía porque cada egreso de Tesorería lo anotaba en una libreta a lo Manolo.

Ninguna persona que tenga como compañero de reflexiones a Rudy Fernando Ulloa Igor puede considerarse un gobernante preparado para gestionar una sociedad compleja y diversa como la de Argentina. Probablemente él pudo hacerlo en Santa Cruz pero no hay mucho mérito en gestionar una provincia con 200.000 habitantes y abundante subsidio del Estado Nacional. Cualquier intendente del Gran Buenos Aires administra municipios con más habitantes y problemáticas y menos recursos.

Pero ahí va Kirchner, con su ignorancia a cuestas. El Partido Justicialista tiene el Kirchner que se merece. Y eso también va para Eduardo Duhalde, que con tal que Carlos Menem no regresara al poder fue capaz de inventar un Kirchner, y ahora anda arrepentido, buscando un nuevo espacio ya que no es posible un golpe de Estado como el que el PJ bonaerense le hizo al indeciso Fernando De la Rúa.

Por lo tanto, la crisis global va a golpear más a la Argentina que a otros países. La economía argentina acumula graves desequilibrios desde Duhalde-Roberto Lavagna-Kirchner, sufre de ausencia de líderes políticos visionarios, carece de dirigentes empresarios capacitados para generar algún negocio que no sea dependiente del Presupuesto estatal, y carga con un conjunto de dirigentes sindicales dinosaurios siempre necesitados de justificar ante sus afiliados su desmesurado enriquecimiento personal.

Sin embargo, Néstor Kirchner, el ignorante, afirma que la economía argentina no tendrá tantos problemas porque no resulta afectada por la salida de "capitales especulativos" que en otras épocas repercutieron sobre el país.

Y la agencia de noticias estatal Télam, a cargo del pusilánime Martín Granovsky, celebra la frase de Kirchner como si fuese una conclusión acertada, cuando no lo es.

En 1er. lugar, la Argentina kirchnerista ha expulsado capitales desde el año 2003. No había ni rastros de la crisis financiera global, y ya la Argentina sufría de fuga de capitales, según los balances del Banco Central.

La Argentina que crecía a tasas equivalentes a las de China, no dejó de sufrir fuga de capitales. En 2003, 2004, 2005, 2006, 2007 y en lo que va de 2008, la economía argentina sufrió fuga de capitales, muchos de los cuales no eran especulativos y eso es mucho más grave que si lo fuesen.

En 2do. lugar, Kirchner es el menos autorizado para menoscabar a los "capitales especulativos" porque recurrió a ellos para colocar la más reciente serie de deuda pública argentina. Ocurre que endeudarse al 16% anual en dólares, tal como la Argentina hizo con Venezuela, es apelar a los capitales especulativos. Y tan especulativo fue que Hugo Chávez Frías se desprendió de inmediato de esos papeles, en una maniobra cambiaria que hizo millonarios a los amigos del régimen más corrupto de América latina.

En 3er. lugar, Kirchner necesita, por lo menos, US$ 2.500 millones para afrontar las necesidades del año fiscal 2009, y quien le preste dinero hoy día a la Argentina, en el escenario global ilíquido presente, solamente será porque se trata de "capitales especulativos".

Por lo tanto, los "capitales especulativos" merecen un poco más de respeto de parte del ignorante influyente sobre Cristina de Kirchner (porque, con las declaraciones de Kirchner en la inauguraciókn de la Federación Argentina de Municipios, quedó en evidencia quién redactó el libreto de Cristina cuando dijo que la economía argentina no padecería las consecuencias de la crisis financiera global. Ellos hacen una gran pareja. Son tal para cual).

Kirchner dijo que en la Bolsa porteña "hay que tener en cuenta que los que mueven las acciones, más que nada, no son las acciones locales, que no han tenido por allí un altibajo muy grande, sino los ADR (American Depositary Recipts-que se negocian en Nueva York) y aquellas acciones que cotizan internacionalmente, que siguen el nivel de las acciones de los mercados internacionales".

Kirchner repite el libreto que le redactó el amigo de Julio De Vido, Adelmo Gabbi, influyente agente de Bolsa que llegó a presidente del gremialismo empresario de corredores, pero en el fondo un verdulero, a quien cualquier atisbo de mercado de capitales le queda intelectualmente grande.

"Si ustedes ven cuál es el capital global que se mueve dentro de la Bolsa, se darán cuenta que gracias a Dios, esta vez no nos toca sufrir, el ir y venir de los capitales especulativos que entraban y salían en su momento, y que nos generaron los grandes problemas que tuvimos", agregó Kirchner, el ignorante.

En general, las empresas obtienen en la Bolsa  cuando hay mercado de capitales financiación más barata que la bancaria. Una economía que carece de financiación bancaria, debería tener una Bolsa donde los proyectos productivos consigan financiación.

Es curioso que los amamantados por el Estado reunidos en la Unión Industrial Argentina, nunca reclamaron un mercado de capitales sino solamente un banco del Estado que los socorra en sus improductividades, y a quien no devolver los préstamos.

No hay mérito en carecer de Bolsa a la vez que se padece la ausencia de sistema bancario. Kirchner no se pregunta cómo puede financiarse, entonces, un proyecto productivo en la Argentina, porque Kirchner está acostumbrado a utilizar el dinero del Fisco para sus negocios privados o el de sus amigos.

Pero si el ex Presidente fuese menos "imberbe" (según le diría Juan Perón) podría conversar con cualquier empresario pyme argentino para que le cuente sus desventuras y no estaría felicitándose como un necio.

Kirchner recordó la crisis de 2001 en la Argentina y el default, y sostuvo que sólo la caída de la firma Lehman Brothers en USA fue superior al default argentino. No se entiende qué tiene que ver. Los volúmenes de capital que se movilizan en la economía estadounidense son mucho mayores que los de la economía argentina. El PBI de ambos también es muy diferente.

Néstor Kirchner insistió en que la economía argentina tiene "valores fundamentales" como el superávit fiscal y el comercial y "el crecimiento oscila el 8%", añadió al tiempo que destacó la "política cambiaria responsable".

Si la Argentina mantiene en forma genuina sus superávits gemelos, no se entiende porqué no permite una auditoría externa, tal como lo solicitaba el Club de París.

En verdad, el superávit fiscal se está consiguiendo asfixiando a las provincias y gestionando en forma arbitraria los pagos del Estado. Cualquiera lo sabe, menos Kirchner, aparentemente.

"No nos alegramos por la situación internacional", y recordó que cuando los países emergentes buscaban solucionar sus problemas a través del Estado "recibían críticas de las escuelas ortodoxas".

No se entiende la tontería permanente de los Kirchner sobre ortodoxia y heterodoxia. Cada país ejecuta la política que más le conviene a sus intereses. Siempre fue así.

Kirchner indicó que en las naciones desarrolladas "la primera solución que encuentran es el Estado". Y no está mal que se utilice al Estado, cuando eso es necesario. El problema es que en la Argentina se utiliza el Estado para robar, tal como Kirchner lo sabe.

Kirchner reafirmó la "filosofía neokeynesiana" del gobierno. El concepto es más ridículo aún porque Lord John Maynard Keynes fue un economista para un momento de la historia pero sus conceptos también provocaron terribles desequilibrios en la economía global años más tarde.

Sería interesante que Kirchner explicara, con algún detalle, en qué consiste el neokeynesianismo porque es posible que no lo sepa y que solamente repita conceptos que escuchó por ahí, tal como lo hace Horacio Verbitsky cuando escribe sobre economía en el diario Página/12.

Es muy llamativo que a las tonterías de Kirchner se les sumen las de Florencio Randazzo, el hombre que traicionó a su amigo Felipe Solá con tal de escalar a un puesto en el Ejecutivo Nacional. Y que no se detiene en su afán de seguir creciendo aún cuando deba decir cada día tonterías más grandes. Él es como un Aníbal Fernández en potencia.

El ministro de Interior aseguró: "Esta es una crisis muy particular porque se dio en la meca del capitalismo como es los Estados Unidos, pero al país nos encuentra con una economía muy fuerte, consolidada, con sus cuentas públicas en condiciones y con superávit fiscal y comercial", explicó.

Tan consolidada y fuerte se encuentra la economía argentina que aceptó pagarle 16% anual en dólares a Venezuela.

Randazzo dijo que la crisis que vive el mundo "debe unirnos a todos para encontrar las mejores soluciones" y en ese aspecto cuestionó el paro de los productores agropecuarios "porque no nos parece adecuado para los momentos que se viven".

A Randazzo nunca le parecería bien el paro agropecuario, con o sin crisis internacional. Pero es tan pequeño su intelecto que expresa esas tonterías creyendo que alguien las creerá.

Así va la Argentina Superpotencia de los Kirchner, rumbo a hacer historia en el siglo 21.