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El gobierno de Cristina Kirchner prevé una inflación para 2009 del 8%, lo que permite deducir que continuará la controversia por los polémicos índices del Indec, mientras que estima un superávit fiscal primario de 34.374 millones de pesos, algo así como 10.742 millones de dólares, si se tiene en cuenta que calcula para el año próximo un dólar a 3,20.

Esos datos surgen del proyecto de ley de presupuesto 2009, a cuyas planillas tuvo acceso LA NACION.

En medios oficiales admiten que el superávit fiscal de casi 11.000 millones de dólares, de 3,17% del PBI, no alcanzará a cubrir los vencimientos de 2009. Y calculan que sólo deberán financiar un faltante de 2200 millones (casi 7000 millones de pesos), que se completaría con colocaciones locales.

Es decir, la AFIP, la Anses, el Banco Nacion, el Banco Central, o el gobierno de Venezuela deberían prestarle al fisco para cumplir esas obligaciones. Se lo conoce ahora como la política de "raspar la olla".

Pero según consultoras económicas privadas, los vencimientos de deuda para 2009 son de alrededor de 20.000 millones de dólares, con lo cual habría necesidades de financiamiento por 9000 millones.

Pero el Gobierno refinanciaría parte de esa deuda. Esas dudas, en rigor, desataron la incertidumbre de los inversores sobre la capacidad real de pago del Estado, por lo cual aún caen las cotizaciones de los bonos de deuda argentinos.

"Esto no es así. Son sólo 2200 millones; se atenderán con el superávit fiscal, comercial y con colocaciones locales", dijo a LA NACION una alta fuente de la Casa Rosada.

El Gobierno enviará mañana el proyecto de ley de presupuesto 2009 al Congreso. Se evaluará sólo mañana si la ampliación de gastos de 2008, de más de 30.000 millones de pesos, se mandará como una ley, por separado, o si se dictará mediante un decreto de necesidad y urgencia (DNU). En caso de que sea por ley, ambos textos serían remitidos mañana.

Respecto del gasto definitivo de 2008, de $ 174.492 millones, las erogaciones crecerán en 24.271 millones, es decir en un 13,9%. El gasto de 2009 se fijó en $ 198.764 millones.

En cuanto a los ingresos, que este año alcanzarán los $ 207.874 millones, habrá una suba de 25.266 millones, es decir 11,8%. Se estimó que se recaudarán el año próximo $ 233.140 millones. El crecimiento de los ingresos, por lo tanto, tendría un ritmo más desacelerado que los gastos.

En eso pueden incidir las caídas de los precios internacionales de las materias primas, tanto los granos como el petróleo, principales factores de ingresos por exportaciones.

Para ejemplo, vale mencionar que el superávit fiscal primario de 2007 fue de $ 22.441 millones; el de 2008 se calcula en 33.382 millones, y el de 2009, levemente superior, se estima en 34.376 millones. Eso podría tener relación con la previsión de un 4% de crecimiento del PBI, que el año próximo no sería subestimado como en años anteriores y se acercaría más al crecimiento real de la economía.

Un conflicto se abrirá con los índices de inflación. El presupuesto 2009 prevé un 8%, según trascendió. Ello indicaría que la Casa Rosada descuenta que mantendrá las cuestionadas mediciones del Indec, intervenido por el polémico secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Las consultoras privadas, en tanto, calculan que el índice de precios crecerá más de 25 puntos.

El Gobierno intentará desacelerar el gasto público. Si bien agregará $ 10.000 millones para atender a la movilidad jubilatoria, recortará subsidios por 3000 millones en el área energética. Habrá subas de tarifas de gas y luz, no en transporte público. Y se disminuirán subsidios de combustibles aéreos y comunes.

La estatizada Aerolíneas Argentinas gastará $ 50 millones por mes; aumentará $ 1000 millones la inversión ferroviaria y el tren bala tendrá 2000 millones, pero sólo si se destraba el financiamiento internacional.