Investigación, diagnóstico, formas de control y transferencia de información. Las cuatro acciones sintetizan la función que tendrá el nuevo edificio que se pondrá en marcha en el INTA Anguil, que dará relevancia a la actual Unidad Regional de Investigación en Sanidad Animal (URISA) del organismo.
Al igual que se construyó un gran laboratorio del área Suelos, el área Sanidad de la experimental pampeana incorporará en pocos meses una edificación modelo, pensada especialmente para el desarrollo de la investigación sanitaria. Contará con equipamiento nuevo y nuevas posibilidades de desarrollo.
En este momento concluyó la etapa de colocación de mampostería del edificio. Al momento de realizar esta nota, se hacían los trabajos de pintura. Nuevos equipos para hacer diagnóstico ya están comprados y listos para instalarse en el lugar.
Si bien la Unidad mencionada funciona en INTA Anguil desde 1983, lo hacía de modo precario en cuanto a infraestructura y limitado sobre todo en su funcionamiento, al tener que diagnosticar e investigar las enfermedades sanitarias. De hecho, se recurría a otros centros de investigación para conocer tipos de enfermedades.
Marcelo Fort, uno de los seis médicos veterinarios con que cuenta el área, es el director responsable de llevar adelante las actividades de la URISA. En las tareas diarias es acompañado de dos biólogas y otros veterinarios del área Producción.
Desde su origen, la Unidad priorizó aquellos problemas sanitarios del ganado de mayor interés regional, tanto en la invernada bovina como en la cría, debido a su peso económico en producción.
Pero ahora el énfasis estará puesto en la cría bovina, adelanta Fort, primero porque la invernada ha sido desplazada por la agricultura, y en segundo término porque el peso económico de la ganadería de cría es importante en La Pampa.
Trabajo de avanzada.
A partir del año 2003 el INTA triplicó su presupuesto, y esto permitió pensar en nuevos emprendimientos. En el caso del laboratorio de Sanidad, se compró equipamiento y se afrontó la terminación del nuevo edificio.
Marcelo Fort cree que "la posibilidad que dará el laboratorio nuevo es hacer un trabajo más avanzado". "Estábamos limitados en espacio y en equipamiento a hacer ciertos trabajos, luego teníamos la asistencia de otras experimentales para el diagnóstico.
Nos limitábamos a diseñar algunos trabajos de investigación, hacer la toma de muestra y derivar a otros laboratorios. Con lo cual ellos crecían y nosotros no", añade.
El mayor impacto que dará la puesta en función del nuevo laboratorio de Sanidad del INTA será que podrán montarse nuevas técnicas de diagnóstico de las enfermedades que mayor relevancia tienen para la provincia, y el consiguiente desarrollo de medidas de control.
También podrán evaluarse las vacunas y métodos para el control de enfermedades que se están usando.
-Es importante que el laboratorio cubra demandas sanitarias propias de la
zona.
M.F.: -Exactamente. La idea es que el laboratorio apunte fuerte a las
enfermedades de la cría bovina, que ya hace años que venimos trabajando, con las
limitaciones que decía, sobre el diagnóstico de enfermedades venéreas y
reproductivas. Y vamos a seguir apuntando a eso y también a las enfermedades de
la primera etapa de la cría, que afectan desde el nacimiento del ternero hasta
el destete que es el momento de mayor mortalidad. De los casi 4 millones de
cabezas que tiene la provincial, un millón son vacas, implica que la cría es el
fuerte, y nosotros tenemos la posibilidad de hacernos fuertes en este tema. En
realidad no queremos hacer diagnóstico y competir con privados, lo que queremos
es un laboratorio de investigación, que es nuestro rol en INTA, ver cuáles son
los problemas sanitarios de la zona, y sobre estos generar técnicas de
diagnóstico, saber cómo diagnosticar y después transferir esas técnicas.
-¿Cuáles son los mayores problemas sanitarios que afronta La Pampa en cuanto
a cría bovina?
M.F.: -Las enfermedades reproductivas son un problema grande para la zona.
Dentro de estas figuran las venéreas, que no producen tanto aborto, pero sí
fallas en la concepción, es decir que cuando termina el servicio esa vaca no
queda preñada porque esas enfermedades circulan en la época de servicio. La vaca
no queda preñada porque se produce una infección durante el servicio. No
hablamos de aborto porque el feto no se desarrolló. Esas fallas en la concepción
son grandes y producen las perdidas más importantes.
Después están las enfermedades que producen abortos, entre que se hizo el servicio y el parto. Son por ejemplo la brucelosis, leptospirosis, hay algunas virales, la neospora producida por un parásito, muy parecida a la toxoplasmosis, que está produciendo pérdidas muy importantes en la provincia de La Pampa. Es nueva porque se ha diagnosticado por primera vez en la década del ’90, produce abortos en bovinos solamente. La empezamos a diagnosticar a partir de adaptar la metodología de diagnóstico desarrollada en otros lugares.
-¿Y porqué la incidencia de la brucelosis si se están haciendo campañas de
vacunación?
M.F.: -La campaña disminuyó mucho la incidencia de la enfermedad, el rodeo
provincial está afectado en no más de un 4 por ciento. Hay campañas de control
pero tiene una primera etapa que es la vacuna, luego hay que avanzar con el
saneamiento, entonces estamos en condiciones de avanzar y sacar esas poquitas
vacas que tenemos positivas para erradicar definitivamente la enfermedad, pero
eso implica tener que desangrar a todas las vacas e identificar las positivas,
que es lo que le falta a este programa de control. La brucelosis no provoca
pérdidas importantes, pero lo que tiene es que es una zoonosis, infecta al
humano y desde ese punto de vista tiene mucha importancia, y también para el
comercio porque muchos países exigen ser libres de esa enfermedad para la compra
de carne.
Algunas enfermedades las conocemos mucho, dónde se distribuyen, dónde hay más y dónde menos, pero otras no, entonces el laboratorio trae como consecuencia poder desarrollar metodología para el diagnóstico y para estudiarla, y luego medir el impacto que tienen.
Pérdidas del stock
Provocadas por las últimas políticas nacionales para el sector ganadero, también por el peso de una agricultura que avanza sobre la actividad, es evidente y preocupante la pérdida del stock ganadero.
El interrogante es si la falta de sanidad influye en este proceso de achique.
"La sanidad tiene importancia y hay mucho para hacer y para mejorar en la producción ganadera", responde Marcelo Fort.
Con buenos manejos y buena sanidad puede elevarse el índice de destetes en la provincia de La Pampa, añade el veterinario, y explica que la incidencia de las enfermedades es muy grande: "En el campo que tiene venéreas, la producción de terneros es entre un 15 y un 20 por ciento inferior que donde no hay.
En algunos departamentos de La Pampa, por ejemplo Utracán, que empezó el programa de control en el 2006, se encontró que el 30 por ciento de los establecimientos tenía enfermedades venéreas".
No hay que subestimar la sanidad en el manejo ganadero, opina el director del área del INTA Anguil. Esta puede contribuir a aumentar la producción. Con el nuevo laboratorio podrán desarrollarse métodos de diagnóstico, vacunas mejoradas, métodos de control. Hay un campo de acción por delante que puede llevarse a cabo con la infraestructura y los recursos humanos disponibles. Sólo es cuestión de incentivar su avance y el trabajo conjunto que requiere toda tarea productiva.
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