Todas las gestiones del campo se centran en los senadores "indecisos", un grupo de legisladores de distintos partidos que no llega a la decena. Mientras avanza la organización del acto masivo que el sector agropecuario prepara para el martes en el Monumento de los Españoles -en el que esperan reunir alrededor de 100.000 manifestantes-, los presidentes de las entidades se muestran por los pasillos de la Cámara alta, visitan senadores y promueven las gestiones que productores autoconvocados encaran por su propia cuenta.
"Hay grupitos de tres o cuatro chacareros que andan pasillenado, golpean las puertas y buscan reunirse con senadores. Algunos los reciben, otros no. En donde vi que rebotaban todos es en el despacho de Eric Calcagno", contó un ruralista que pasa sus horas en el Congreso. Calcagno no es el único oficialista que se negó a recibir a los productores.
En la mira de los presidentes de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías; Federación Agraria, Eduardo Buzzi; y la Sociedad Rural, Luciano Miguens, están los senadores "indecisos" o "dubitativos", según los adjetivos que usan los propios ruralistas.
En esa lista, según varias fuentes del agro, están los del ARI de Tierra del Fuego, Juan Carlos Martínez y María Rosa Díaz; las justicialistas del Chaco, Elena Mercedes Corregido; y de La Pampa, Silvia Ester Gallego; y la senadora del Partido Nuevo de Corrientes, Isabel Josefa Viudes.
Para el campo, tampoco estarían confirmados los votos de los senadores catamarqueños y riojanos que hasta hace poco tiempo respondían al kirchnerismo y los del Movimiento Popular Neuquino (MPN).
Junto a estas gestiones, que en el campo se resisten a llamar "presiones", el ruralismo profundizará estos días las marchas, asambleas, tractorazos y cacerolazos en las provincias.
"Agravios ofensivos"
Para los ruralistas, las duras declaraciones de Néstor Kirchner, que convocó a una contramarcha oficialista el mismo día y horario, no harán más que reforzar la convocatoria a Palermo, donde hablarán los presidentes de las cuatro entidades y el líder de la Federación Agraria de Entre Ríos, Alfredo de Angeli. Hoy, en una reunión con el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el campo pedirá permiso para concentrarse.
"Resultan ofensivos los agravios [de Kirchner] contra un sector conformado por miles y miles de argentinos, que lo único que ha hecho en los últimos meses es expresarse contra una medida que considera injusta -sostuvo Miguens-. Lamentablemente, se sigue intentando crear falsas divisiones en un pueblo que esta reclamando por mayor paz social."
El acto multitudinario del campo se parecerá mucho al que organizó el sector el 25 de mayo en Rosario. A los folcloristas que amenizarán la espera con canciones alusivas al campo y a su protesta se sumarán velas para que cuando caiga la tarde la foto sea tan conmovedora como masiva. Y, cuando la movilización termine, muchos irán a las carpas del Congreso, donde se instalará una pantalla gigante para seguir la sesión.
"El Gobierno se complica porque no encuentra una salida, tenemos que ayudarlo a encontrar esa salida", dijo Llambías anoche frente a la carpa del Movimiento de Desocupados y Jubilados, que lidera Raúl Castells, donde luego compartió tortas fritas con los piqueteros. El campo ya tiene dos carpas afines frente al Parlamento: la que comanda Castells y otra de productores autoconvocados acompañados por el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST). El lunes instalará la suya la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap).
"Ojalá", contestó sonriente Javier Jayo Ordoqui, secretario de CRA, ante la consulta sobre la posibilidad de que una votación empatada deba ser dirimida por el vicepresidente Julio Cobos. El agro cuenta con que se opondría a la iniciativa oficial. Por lo pronto, en las entidades creen haber aprendido las lecciones que dejó el tratamiento de las retenciones móviles en la Cámara de Diputados, donde varios legisladores cambiaron su intención de voto a último momento. Ahora, las gestiones con los senadores no cesarán hasta el momento del voto. Lo mismo que la movilización de productores en las calles.
Por José Crettaz
De la Redacción de LA NACION


