Y realmente nadie sabe qué es eso; en el mejor de los casos, intuyen algo así como un parámetro que mide una renta "excesiva" de la actividad agrícola. Como ocurre tantas veces, quienes no entienden mucho de los temas aledaños de algo, prefieren tratar de dar por entendido el tema, antes que pasar el papelón de preguntár "¿qué es?", y tratar de elucubrar y asimilar algún concepto, sensación o nebulosa sobre su verdadero significado, si éste realmente existe.
La renta extraordinaria NO EXISTE, no es un concepto descripto por nadie, ni siquiera mencionado en ningún libro de economía ni diccionario de términos económicos, en ningún lenguaje. Es, lisa y llanamente, un invento kirchnerista. Uno puede decir "qué extraordinaria la renta que genera tal negocio", o "¡qué renta extraordinaria!", ante un gran negocio. Pero no se puede hablar de un impuesto a la renta extraordinaria, ya que sería imposible definirlo.
En la práctica, este tipo de juegos lingüísticos son perfectamente descriptibles por una palabra, y esto no es un invento, la palabra FALACIA. Según la moderna enciclopedia-diccionario online www.wikipedia.com, "una falacia o sofisma es un razonamiento aparentemente "lógico" en el que el resultado es independiente de la verdad de las premisas. En sentido estricto, una falacia lógica es la aplicación incorrecta de un principio lógico válido, o la aplicación de un principio inexistente."
Como se puede intuir, para instrumentar una falacia, y que se pueda divulgar repetidamente por Cadena Nacional, hay que tener instrucción y abusar de ella. Un gran sector de los argentinos, con la pesada desgracia de no haber podido gastar mas en libros que en alpargatas, se siente confundido ante este tipo de falacias, y muchos nos vamos dando cuenta de la "renta extraordinaria" que genera políticamente el lema "Alpargatas sí, Libros no", con más de 50 años de antigüedad. Pero aún así, no podemos ni imaginar cómo se podría gravar esa renta al partido político que ostenta su propiedad, ya que ni siquiera tenemos claro a partir de qué umbral de rentabilidad pasa a ser "extraordinaria".
Buceando entre conceptos afines al kircherismo, me viene a la mente el concepto de Plusvalía de Carlos Marx. Según Wikipedia, "Plusvalor o Plusvalía, de acuerdo con el marxismo, es la diferencia entre el valor de producción de la fuerza de trabajo del trabajador y el valor generado por esta fuerza de trabajo. En el capitalismo este excedente es apropiado por el capitalista y forma la base de la acumulación capitalista."
Trato de hacer un paralelismo entre la plusvalía marxista y la "renta extraordinaria" kirchnerista. Mientras Marx acusa al capitalista de apropiarse del valor agregado por encima del salario que le paga al trabajador, y adicionalmente propone que el estado redistribuya esa plusvalía a su manera, el kirchnerismo acusa a los productores y productoras agropecuarios/as argentinos/as de apropiarse de una renta "extraordinaria" por encima de nadie sabe qué nivel, para redistribuirla a su manera. Creo no estar equivocado en la pista que elegí.
Mientras Marx propone la expropiación del capital de los capitalistas privados, sin explicar porqué estará en manos más justas cuando esté en manos del estado capitalista, los Kirchner proponen expropiar la renta de los capitalistas privados para ser redistribuida entre los demás sectores por un estado kirchnerista, sin explicar porqué el estado será el mejor canalizador del potencial multiplicador del producto bruto agrícola. Claro, es mucho más fácil inventar y aplicar un pseudo-marxismo sui generis criollo, sin expropiaciones del capital, pero con expropiación de la renta, con la excusa de "redistribuir" dicha renta entre los más pobres.
Sin entrar en discusiones ya perimidas de marxismo-antimarxismo, el pragmatismo K parece pretender derogar las leyes de oferta y demanda que pasan las facturas de este tipo de accionar en el mediano plazo, y decretar que en vez que los estancieros dilapiden la renta comprando camionetas 4x4, el "modelo" kirchnerista asegurará a todos los argentinos y argentinas el acceso a la mesa de los argentinos. De todas formas, si este invento no funciona, el INDEC se ocupará de realizar las correcciones correspondientes.
Eso sí, todo debe ocurrir en un sistema en el que la caja de todas las empresas y empresarios terminen pasando por una tesorería del estado, donde los dueños de la caja deban ir a debatir a sus ventanillas con Guillermo Moreno y sus ad-láteres cada vez que quieran retirar sus fondos. Y llego a interpretar en los dichos kirchneristas algo así como "a no discutir, que el kirchnerismo ganó las elecciones, y el que no esté de acuerdo, que se presente a las próximas elecciones, porque entre una elección y la otra, no hay derecho constitucional a dialogar disintiendo, y ni siquera a disentir, a discutir, a protestar, o a ejercer la oposición, so pena de ser acusados ante algún juzgado de golpistas, desestabilizadores, integradores de asociaciones ilícitas, o ligar una trompada a dos manos de DElía o una patada voladora de Acero Cali."
Me surge el impulso de volver a la Wikipedia, para repasar mis conceptos sobre "Sistema Republicano", sobre "Sistema Representativo", sobre "Sistema Federal", e incluso el concepto de "Democracia". Pero me detengo y digo ¡basta!, y esta vez se me ocurre acuñar un nuevo concepto que les aseguro que todavía no está en Wikipedia. Es el concepto de Demo-Falacia. Y para que no tengan que escudriñar en ningún lado para comprenderlo, se los defino con mis palabras: "Es un sistema de gobierno en el que se manipula mediante el clientelismo político un método democrático como las urnas para apropiarse hegemónicamente de los tres poderes de un país, más el cuarto poder, la prensa, y cualquier otro poder que ose levantar la cabeza, para implantar un ejercicio del poder totalmente opuesto a la democracia."
Por Alfonso Ruiz Guiñazú


