"No nos une el amor sino el espanto", decía Jorge Luis Borges, en un verso que es muy recordado estos días en las entidades, y no por cuestiones poéticas. El resurgimiento de la Comisión de Enlace después de las medidas del 11 de marzo generó un debate sobre si, más allá del conflicto, hay un futuro y una razón de ser para la unidad del sector agropecuario.

"La política de los Kirchner logró el milagro que nadie había logrado: la unión de las entidades", dijeron varios integrantes de la renacida comisión. ¿Esto se mantendrá más allá del reclamo de las retenciones?, disparó LA NACION a una decena de integrantes de la mesa. "El vínculo creado es muy fuerte. Esto viene de mucho antes que las retenciones móviles y se origina en muchas más cuestiones que ese punto", explicó Ricardo Buryaile, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). "Aunque probablemente, cuando pase el temblor, tendremos que hacer un gran congreso y terminar de definir el ideario común", agregó Buryaile.

"La unidad tiene razón de ser por dos razones: la primera es que la gente la pide, y parte del talento de un dirigente es escuchar a su dirigido; y la segunda, la necesidad, porque ante un panorama complicado, lo mejor es pelear juntos", analizó el secretario de Acción Política de la Sociedad Rural, Marcelo Fielder. "La unión tiene futuro, pero de acá en más tenemos que trabajar en fortalecer las coincidencias", terció Jorge Solmi, directivo de la Federación Agraria.

Con esta visión coincidieron, palabras más palabras menos, Ernesto Ambrosetti (economista de Sociedad Rural), Daniel Asseff (economista de Coninagro), Pedro Apaolaza, Alfredo Rodes y Mario Conlon (directivos de Confederación de Asociaciones Rurales de La Pampa y Buenos Aires).

La idea que sobrevuela entre los consultados es que, más allá de las diferencias ideológicas, habiendo tanto para hacer en política agropecuaria, la unidad del agro tiene razón de ser para varios años, o dicho de otra forma, en un contexto así no hay espacio para división alguna. Eso, más allá de que todos coinciden en que en ciertos temas la división de las aguas es clara.

¿Y cuál es el ideario que la daría razón de ser a la unidad? Principalmente, la liberación de los mercados, para que el productor reciba el precio lleno de los productos, el fomento del aumento de la producción y la apertura de las exportaciones, para aprovechar el boom de la demanda mundial de commodities .

Esto es el corazón del ideario de la Comisión de Enlace, un paquete que se discute desde años antes del actual conflicto, en las mesas en las que se negocian medidas para el agro desde hace más de una década.

El germen de la unión

Es que, coinciden los entrevistados, la unidad no es fruto del espanto provocado por las medidas del 11 de marzo. El primer cimiento, coinciden los entrevistados, se construyó en los años noventa, cuando temas como el endeudamiento de los productores obligaron a los técnicos de las entidades a trabajar en conjunta para negociar con el Gobierno, a nivel nacional, o en la provincia de Buenos Aires.

Así comenzó el trabajo conjunto de los técnicos para elaborar propuestas unificadas, una labor que terminó creando un fuerte lazo entre ellos. "Acá tenés un equipo de trabajo muy fuerte, que trata temas de alto voltaje técnico y que está muy afianzado en esta tarea", dijo Solmi, que desde hace más de una década comparte mesas de negociación y reclamos con Ambrosetti, Asseff y Fielder, conformando una suerte de núcleo técnico y político de las propuestas y discusiones.

Esta suerte de comunión técnica terminó contagiándose a los políticos, particularmente a partir de las medidas restrictivas hacia la carne o la leche tomadas por el Gobierno en 2005. Fue por esos años cuando las rondas de consultas entre los dirigentes, las reuniones políticas interentidades y los comunicados de prensa conjuntos se hicieron frecuentes. La foto de Palermo 2006, con Luciano Miguens, Mario Llambías y Fernando Gioino inaugurando la muestra juntos, en medio del primer paro, plasmó el inicio de la unidad actual.

En cuanto a los temas que pueden provocar fisuras, las zonas de peligro identificadas son tres: política de tierras, cuestiones impositivas y propiedad intelectual de las semillas, adonde los criterios no son compartidos en un ciento por ciento.

De todas formas, los técnicos insisten en que la diferencia es más chica de lo que se percibe. "Hay mucho desconocimiento en torno al pensamiento de FAA en lo que se refiere a tierras por ejemplo, adonde se supone que somos muy diferentes a los de la Rural. Lo cierto es que si vas un piquete hoy, ves al productor de FAA y al de Rural juntos, y no piensan tan distinto", explicó Solmi. "En la ruta la división se licuó: allí todos están en contra de Luis D´Elía y ven a los pools de siembra como la amenaza a su continuidad dentro del sistema", dijo Solmi.

"Por una cuestión de maduración de las propias entidades, creo que las diferencias tienden a achicarse con el paso del tiempo, y si bien no van a desaparecer, todos se van corriendo más a un centro, lo que va a ayudar a que la unidad se mantenga", agregó Fielder.

Por Mercedes Colombres
De la Redacción de LA NACION