Algunos observaban las sutiles piruetas de un avión y otros se fijaban en las nubes que interrumpieron el día soleado con un breve chaparrón. Pero la mayoría decía sentirse en buenas manos.
En una actividad de riesgo como la agropecuaria, las lluvias oportunas de este verano posibilitarán la mayor cosecha de la historia, unos 90 millones de toneladas de granos. Y eso se respira en esta primera edición de Expoagro, que convirtió a un predio de 600 hectáreas en una verdadera ciudad en la que compiten en stands por tamaño y originalidad no sólo quienes proveen de insumos al campo. También los bancos, las compañías telefónicas, la mayoría de las automotrices y hasta una petrolera.
Pese a que cuando crujen las bolsas, los precios de los granos sufren; nadie pareció registrarlo. Del lado de las empresas, muchas comenzaron a festejar apenas se cortaron las cintas. Claas, por ejemplo, trajo cuatro cosechadoras high tech. Son los "fierros" de mayor valor de la exposición, cotizadas en 430.000 dólares: las vendió al caer la tarde. Y Nissan colocó tres camionetas en la primera media hora.
Pablo Rodrigues llegó directamente desde Brasil. Es el hijo de Roberto Rodrigues, el ex ministro de Agricultura del presidente Lula y el artífice de la alianza con Bush para la producción de biocombustibles. Pablo y su hermano Roberto explotan unas 6.000 hectáreas de soja, maíz y caña de azúcar en su natal Brasil: "Me sorprende el nivel de excelencia en los cultivos. Los rendimientos argentinos son el doble de lo que logramos en Brasil", le contaron a Clarín.
Para Roberto Brinnand, uno de los socios de la semillera Don Mario, detrás de lo que puede parecer un milagro hay varias décadas de trabajo intenso en genética vegetal. "En eso vamos primeros en la región", señaló. El semillero, de capitales nacionales, ya es el segundo del ranking en el caso de las semillas de soja, un peldaño más abajo de Nidera.
Un poco más allá de unos maíces que parecen de película, Miguel Angel Pla prevé un nuevo boom agrícola con lo que ya comienza a ser popular en la Argentina: la agricultura de precisión y la posibilidad de sembrar dos cultivos en el mismo lote. Pla diseñó las sembradoras con distintas alturas: tiene todas comprometidas.
A Luis Dadomo le late el corazón cada vez que se acerca una venta. El dueño de Metalfor, que exporta a Rusia, Europa del Este y acaba de abrir una planta a 100 kilómetros de Curitiba para abastecer a Brasil, no tiene más remedio que programar las ventas de cosechadoras. Hay lista de espera para entregas en el próximo diciembre.
Ford también tiene una demora promedio de 60 días para las Ranger que arrancan en los 60.000 pesos.
Toyota montó una especie de montaña rusa en la que se puede probar la Hilux. Allí, su presidente Aníbal Borderes, comentó que el plan canje por granos y el sistema de leasing, de alquiler con opción a compra, impulsan los pedidos de vehículos que valen 110.000 pesos y celebra porque con 14.500 unidades vendidas en 2006, dejaron atrás a sus rivales.
"No hay duda, el campo pasa por un gran momento", dice Fernando Porcel, de Apache, la fabricante de implementos y sembradoras. Sin embargo, muchos proveedores prefieren incrementar horas extras y mejorar procesos antes de lanzarse a invertir en nuevas líneas y generar nuevos turnos de trabajo. "Vamos en esa dirección, pero aún falta", deslizaron en una automotriz. Al atardecer, las calles de Expoagro parecían la porteña y céntrica Florida, entre las luces de los stands, esa iluminación tan especial sobre cultivos y maquinarias y los mimos que alternaban.


