El gran concepto en maquinaria todos los rubros es la búsqueda de optimizar la capacidad de la mano de obra. El objetivo es que un solo operador pueda sembrar, pulverizar o cosechar muchas hectáreas, de manera óptima y en poco tiempo.

En opinión Juan Raggio, en el caso de la siembra de grano fino existe una marcada tendencia a la conducción neumática de la semilla porque ayuda a acortar los tiempos. Hacen punta en esta línea las empresas Víctor Juri S.A., de Carmen de Areco, Apache, de Las Parejas y Baumer, de Pergamino.

En siembra de grano grueso, el especialista señala que también hay una tendencia al uso de aire, pero en este caso para la dosificación de precisión, utilizándose tanto la depresión como la presión de aire. En el primer caso, el ejemplo más claro son los dosificadores Matermacc, de la firma rosarina Siembra Neumática, montados también por otras 30 fábricas de sembradoras.

"Lo que se logra con este dosificador es la precisión o uniformidad en la distancia entre semillas en una misma hilera. En el caso del maíz y el girasol, con semilla no calibrada", especifica Raggio. Agrometal, de Monte Maíz, tiene un dosificador distinto pero con el mismo sistema de conducción. Raggio también destaca en este rubro a Bertini, que hace dosificación neumática para grano grueso por soplado y no por succión.

Fertilización y pulverización

En materia de fertilización, la conducción neumática del fertilizante también es lo que se está usando, al igual que la aplicación del fertilizante con máquinas incorporadoras y la distribución al boleo o en manto. En este caso, se destacan Yomel, de 9 de Julio, y en incorporadoras Víctor Juri SA y la firma SR de Colón. En todas estas máquinas, tanto para fertilización como en siembra, hay una tendencia clara y generalizada al aumento del tamaño y ancho de labor.

En pulverización automotriz, Metalfor tiene una novedad que todavía no marca tendencia, pero probablemente lo haga en el mercado local. Se trata del motor ubicado delante de la cabina de la máquina (y no atrás como está habitualmente). El objetivo es distribuir mejor los pesos y disminuir la compactación del suelo. En otros lugares, como EEUU y Europa ya existen estas máquinas y en Argentina comienzan a difundirse.

Por otro lado, tanto en pulverizadoras autopropulsadas como de arrastre, la tendencia generalizada es el uso de comandos electrohidráulicos para los botalones y sistemas computarizados para el comando, utilización de banderilleros satelitales y equipos GPS. En este sentido, lo que se está difundiendo es el control electrónico de los cortes en las secciones del botalón. Esto es exponente de la electrónica aplicada a la agricultura, que se puede usar en medios de alta exposición y exigencias.

En las picadoras de forrajes, tractores y cosechadoras se está usando cada vez más la tecnología CAN, utilizada en la industria automotriz por Bosch en los sistemas electrónicos de inyección. Permite enviar órdenes eléctricas secuenciales a distintas áreas del equipo con un solo cable, lo que simplifica el sistema, brinda mayor confiabilidad al usuario, es más fácil de reparar y más difícil que se rompa.

Forrajeras

Para el caso de las picadoras, se ve claramente el uso de las autopropulsadas, que son máquinas muy caras y grandes que tienen 370/400 HP y cuestan 300 mil dólares. Esta tendencia de optar cada vez más por las autopropulsadas en vez de las de arrastre surgió hace al menos 5 años.

Siguiendo con las forrajeras, en rotoenfardadoras la preferencia pasa por recolectores de perfil más bajo, con ruedas que copien mejor el terreno para poder levantar mejor la andana sin meter tierra adentro del rollo y hacer heno de calidad, es decir mantener la calidad que está en la hilera.

Cosechadoras

En cuanto a las cosechadoras, el mercado está muy orientado hacia las de flujo axial, con rotor. Entre ellas se destacan Case, que fue la que inventó el sistema hace más de 30 años, John Deere, Massey Ferguson, Challenger, New Holland y Agrinar, que tiene una máquina nueva fabricada en Argentina. El mercado marca una orientación hacia este tipo de maquinaria, pero no quiere decir que se sostenga en el tiempo.

"Estos equipos son muy buenos para maíz y, de hecho, son fabricados en EEUU, que es netamente maicera. Argentina es netamente sojera, tiene trigo y también tiene maíz y girasol. Es un panorama agrícola muy distinto", sostuvo el especialista Juan Raggio.

En EEUU, el mercado está dominado por John Deere, que se destaca por hacer buenas cosechadoras axiales de gran porte. El tamaño va bien con la labor maicera norteamericana, además un rotor es muy caro y cuesta lo mismo hacerlo para una máquina chica que para una grande, con lo cual la preferencia maicera es por las grandes.

"Sin embargo, en Argentina no siempre son convenientes las máquinas grandes; está el productor chico, o campos con terrenos inundados sin capacidad para sostener la máquina", sostiene Raggio. A su vez -explica-, hay máquinas como la Claas que tratan muy bien al maíz, porque tienen un sistema de trilla de preaceleración con más de un rotor que preserva muy bien el grano. Entonces puede inferirse que la solución no está en el rotor de las grandes axiales, sino que hay otras máquinas que se ajustan mejor a las necesidades nacionales, aunque el productor está muy influenciado por lo que ofrece el mercado.

Según Raggio, la prueba de que las axiales pueden no ser la última palabra, es que Europa, que tiene mucho trigo y colza, no se preocupa en que sus máquinas sean de flujo axial ni las más grandes. Sí tiene cosechadoras grandes sin saca paja y con rotores axiales, con la diferencia de que esos rotores no trillan sino que separan, cumpliendo la función del saca paja. Otra ventaja que habla en contra de los rotores axiales es que el saca paja consume mucho menos energía que un rotor. Lo cierto es que en condiciones adversas de cosecha, hay cosechadoras que se comportan mejor que las axiales. Es importante tener en cuenta que la cosechadora es mucho más que un rotor o un cilindro de trilla. Todo esto indica que en muchas ocasiones, las cosechadoras convencionales no tienen nada que envidiarle a las axiales.

Crece el software

Un aspecto en el que creció mucho la Argentina, según Juan Raggio, es en el diseño de software para maquinaria. Todo lo que es comando de pulverización, de cosecha y de siembra, es de primer nivel.

Todas son compañías locales. Hay algunas que tienen su propia marca, pero la mayoría sólo proveen los sistemas como cualquier otro componente de la máquina. Así también ocurre con los banderilleros satelitales y otros componentes.

Tractores

Las novedades en tractores vienen tranquilas para esta campaña. Según el especialista en maquinaria agrícola, Juan Raggio, no hay demasiadas cosas nuevas en el mercado. En líneas generales, la demanda busca equipos para siembra directa, con cajas de cambio sincronizadas y buen escalonamiento, entre 170 y 220 HP, excelente sistema hidráulico y buena toma de fuerza.

De esta base hay tractores con cajas secuenciales, con infinitas marchas desde cero hasta la máxima, que se maneja como si fuera un motor eléctrico, que se va acelerando de a poco.

Agco, John Deere, Case y New Holland tienen modelos de última generación. Por supuesto todos tienen piloto automático, están equipados con sistemas electrohidráulicos, navegadores y GPS.

La capacitación de los operadores

No hace falta ahondar en mayores detalles para concluir que la maquinaria agrícola actual depende cada vez más de operadores calificados.

"Al revés de lo que se piensa, el hombre es cada vez más necesario, pero capacitado. Incluso hoy tiene que poder realizar más trabajos que antes, como saber poner a punto los equipos, programarlos y operarlos correctamente", comentó Raggio.

Esto pasa mucho en pulverizadoras, que el técnico programa tantos litros por hectárea en la computadora, pero después el operario no sabe cómo cambiar ese programa y termina echando la misma cantidad en todos lados o bien llamando al técnico para que modifique el equipo.

Se necesita mucha capacitación. Hay empresas que lo están resolviendo para su personal, pero se está lejos de llegar a un equilibrio. Además no sólo falta capacitar a los operarios, sino también al personal que trabaja en las mismas fábricas. Algunas empresas están haciendo convenios con escuelas técnicas y universidades para capacitar gente que trabaje en sus plantas.

Un caso en este sentido es el de DIMA, que trabaja conjuntamente con la escuela técnica de Nueve de Julio. Otro caso es el de Golondrín, en Venado Tuerto, que desde hace 6 años intercambia fuentes de trabajo para pasantes de todo el país por capacitación.

Respecto de la capacitación, algunos puntos en contra es que generalmente es cara, lleva tiempo y el productor que capacita a su operario después tiene que poder mantenerlo, porque a menudo consigue un mejor trabajo y se va. Es una inversión costosa y no siempre el empresario está dispuesto a pagarlo en la medida en que lo precisa.

"Hay productores que manejan una camioneta que vale 50 mil dólares y no se la prestan a nadie, y le dan la pulverizadora que vale 120 mil dólares a un tipo que no sabe ponerla a punto", sostuvo Raggio. Es una paradoja del campo.

En EEUU lo habitual es que arriba de la máquina vaya el dueño. Es el mismo empresario el que se encarga de formarse, o bien es un empleado muy calificado, pero entre el que puso la plata y el que maneja la máquina no hay mucha distancia. En Argentina está empezando a ocurrir eso, lo que pasa es que son procesos que duran 30 años.

El origen de los fierros

En cuanto a la fabricación de maquinaria, hay dos clases: las sembradoras, pulverizadoras, fertilizadoras, máquinas de labranza, los carros forrajeros mixers, que son todos fabricados en el país. Y por otra parte están las cosechadoras, tractores y picadoras de forrajes, que también en algunos casos se fabrican en Argentina, pero que generalmente son importados de Brasil, EEUU y Europa.

Según Raggio, los procesos de fabricación en el país no son tan sofisticados como los europeos, sin embargo el resultado final está a la misma altura. Las máquinas como producto terminado son competitivas con las del resto del mundo. Es el caso de Bertini, por ejemplo, que exporta a Europa y Brasil, al igual que otras marcas.

Esto no ocurre en el caso de los tractores, ya que hace unos 20 años, las grandes empresas fabricantes decidieron radicarse en Brasil porque tenía mejores condiciones económicas, políticas, etc.

El productor tiende a equiparse con equipos de siembra argentinos, puesto que las sembradoras importadas son muy grandes y muy caras. En pulverización pasa lo mismo. En cosechadoras, la elección tiene que ver con asegurar el servicio técnico rápido y la disponibilidad de repuestos, cosa que no sucede con los importados, además de la diferencia económica.

Según Raggio, en el caso de productores exquisitos o contratistas de punta, puede llegar a haber alguna pulverizadora francesa o algún tractor finlandés, que son contados con una mano. Los demás compran a Brasil, EEUU o Alemania, para Claas. De todos modos, Vasalli, por ejemplo, tiene cosechadoras de primera que no tienen nada que envidiarles a las europeas.

JUEVES 15 DE MARZO

HORARIO DE DEMOSTRACIONES

. Durante la mañana

10.30 HS. EMBUTIDORAS Y EXTRACIÓN DE GRANO SECO

11.20 HS. LABRANZA

11.35 HS. RASTRILLO

11.45 HS. CORTADORA DE FORRAJES

12.00 HS. CONFECCIÓN DE ROLLOS

12.10 HS. MOLIENDA DE ROLLO Y MIXERS

12.20 HS. PICADO DE MAÍZ PARA SILO

. Durante la Tarde

14.00 HS. COSECHA DE MAÍZ

14.40 HS. TRITURADORAS DE RASTROJOS

14.45 HS. RIEGO

15.00 HS. FERTILIZACIÓN Y PULVERIZACION (TERRESTRE Y AÉREA)

16.00 HS. COSECHA DE SOJA

16.45 HS. SIEMBRA DIRECTA