Los aranceles que se aplican a los productos importados, las medidas de protección internas y los costos de transporte provocan que un mismo producto se pague en la Argentina tres veces más caro que en los Estados Unidos.


De esta manera, computadoras, equipos electrónicos, juguetes, automóviles y cámaras de video o fotográficas suelen costar aquí entre dos y tres veces más que a un consumidor extranjero.


Esta situación parece haber modificado el lema del "deme dos" que caracterizaba la actitud de los consumidores argentinos cuando viajaban a Miami o Brasil en los períodos donde el pesos estuvo sobrevaluado.


En promedio, los aranceles y el costo del transporte hacen subir entre un 70 y un 90 por ciento los precios de juguetes, artículos electrónicos y eléctricos, y automóviles que no provienen del Mercosur.


Estas estimaciones surgen de un relevamiento elaborado por la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), quienes se quejan del sistema arancelario que aplica el Gobierno respecto de productos que no compiten en el mercado local..


De la comparación de precios surge que, por ejemplo, un minicomponente de una marca líder se paga en el mercado local a 1199 pesos cuando en Estados Unidos se lo abona a 509 pesos.


Según un informe publicado hoy en un diario porteño, una muñeca Barbie cuesta 79 pesos en la Argentina y sólo 23 pesos en los Estados Unidos.


Para ingresar juguetes desde los Estados Unidos, los importadores deben pagar derechos de importación específicos que varían entre 7,15 y 9,95 dólares por kilo de producto.


Estos derechos fueron aplicados en 2001 por la resolución 617 que aplica a los juguetes importados desde China, como una medida para resguardar la industrial local.


Aparte de estos derechos, también se debe pagar un arancel externo común del 35 por ciento y el 21 por ciento de IVA y 3 por ciento por anticipo de Ganancias.


En cuanto a los artículos electrónicos provenientes de países fuera del Mercosur, los gravámenes que se aplican llegan al 70 por ciento.