El mercado asume que el USDA, como es habitual, no realizará modificaciones relevantes en las cifras de producción durante este informe, reservando esos ajustes para el reporte de cierre de año que se publicará en enero. En ese sentido, la atención se centra más en la evolución de la demanda que en la oferta, especialmente en los rubros de uso forrajero y etanol.

Existen expectativas de que el organismo deba recortar de forma más significativa la estimación de demanda de maíz para forrajes (feed/residual), aunque es probable que ese ajuste sea parcial o postergado hasta contar con datos más completos hacia fin de año. Una situación similar se plantea para el uso de maíz en la producción de etanol en EE.UU., donde el USDA podría esperar mayor claridad sobre el volumen de sorgo destinado a biocombustibles y el nivel real de exportaciones de etanol estadounidense antes de realizar cambios importantes.

Si bien se considera posible una leve reducción adicional en el rinde promedio del maíz en Estados Unidos, el mercado duda que este recorte sea suficiente para compensar eventuales ajustes negativos en la demanda. Bajo este escenario, las proyecciones apuntan a que, tras el informe anual del USDA previsto para el 12 de enero, los stocks finales estadounidenses podrían resultar más holgados de lo que actualmente descuenta el mercado.

En paralelo, el clima en Sudamérica continuará siendo un factor clave y seguirá de cerca por los operadores, dado su impacto potencial sobre la oferta global. Como elemento adicional, algunos rumores recientes sobre problemas de moho en parte del maíz almacenado en China introducen un factor de incertidumbre vinculado a la calidad del grano disponible en ese país. No obstante, aún es incierto si estas dificultades podrían traducirse en un aumento de las importaciones chinas de maíz.

En este contexto, el mercado mantiene una postura prudente, combinando expectativas de ajustes futuros en los balances con la necesidad de confirmar datos clave de demanda y producción, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo.

Por Esteban Moscariello