La diputada bonaerense Lucía Klug, de Unión por la Patria (UxP) y cercana a Juan Grabois, presentó un proyecto que desató una fuerte polémica en la provincia. Se trata de la creación de la Tasa Ambiental sobre el Metano en Buenos Aires (TAMBA), un tributo que buscaría gravar las emisiones de metano generadas por la ganadería y conformar un fondo fiduciario destinado a financiar mejoras en la gestión de residuos urbanos.

La iniciativa se fundamenta en el principio de Responsabilidad Extendida del Productor y se vincula con los objetivos de la Ley 13.592 de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU). El proyecto indica que la recaudación permitiría compensar las emisiones del sector ganadero mediante acciones de reducción del metano en basurales y rellenos sanitarios.

Según Klug, la provincia enfrenta una “imperiosa necesidad de actuar frente al cambio climático”, ya que Buenos Aires es responsable de casi una cuarta parte de los gases de efecto invernadero del país. Dentro de esas emisiones, el metano representa el 27%, y de ese total la ganadería aporta el 19% y los residuos sólidos urbanos el 6%.

El texto especifica que las empresas ganaderas radicadas en la provincia serían los sujetos alcanzados por la nueva tasa, debido a sus emisiones provenientes de la fermentación entérica y el manejo de estiércol.

Furia en el campo: “Improvisación legislativa” y “sin sustento técnico”

La reacción de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) fue inmediata y contundente. En la red X, la entidad ironizó:
“El metano se mide; la improvisación legislativa también… y emite mucho más. ¿Por qué no pensar una tasa para los legisladores improvisados?”

En un comunicado oficial, Carbap expresó su “absoluto rechazo” al proyecto, al que calificó como un costo adicional sin sentido ni sustento técnico, remarcando que la ganadería bonaerense ya soporta una de las presiones impositivas más altas del país.

“Sumar una tasa al ‘metano de las vacas’ no reduce emisiones: reduce producción, competitividad y empleo”.

En diálogo con Infobae, el presidente de Carbap, Ignacio Kovarsky, afirmó que la iniciativa “no es una ley ambiental, es un impuesto encubierto al trabajo rural”. También sostuvo que Klug nunca consultó a la entidad mientras redactaba la propuesta.

Para Kovarsky, la TAMBA “no corrige nada: penaliza al que produce y premia al que regula sin saber”.

 

Críticas al gasto público y advertencias sobre más presión fiscal

Desde la entidad rural remarcaron que la provincia y los municipios no han mejorado la eficiencia del gasto público, y que una vez más se opta por aumentar la presión fiscal en lugar de reducir privilegios o modernizar el Estado.

Carbap apuntó contra la falta de un plan serio de ordenamiento y racionalización, señalando que el debate político se centra en endeudamiento y reparto de cargos, mientras los contribuyentes cargan con más impuestos.

 

De dónde viene el metano en Argentina

Las emisiones de metano en el país provienen principalmente del sector agropecuario, seguido por la industria petrolera y gasífera, y los residuos.
En 2022:

  • 54% provino de la fermentación entérica del ganado,
  • 17% del sector energético,
  • 12% de residuos sólidos urbanos.

El avance de la explotación en Vaca Muerta hizo crecer las emisiones del sector energético, mientras que fugas recientes en grandes rellenos sanitarios, como el Norte 3 del AMBA, también aportaron cantidades significativas de este gas.

 

Un antecedente internacional: Dinamarca ya tiene su tasa al metano

Dinamarca avanza para convertirse en el primer país del mundo en cobrar por las emisiones de metano generadas por el ganado. A partir de 2030, los productores daneses pagarán 300 coronas (USD 44) por tonelada, cifra que subirá a 750 coronas (USD 102) en 2035. El acuerdo incluye al gobierno, sectores ganaderos, industriales y sindicatos.

 

Con información de Infobae