Puntos esenciales para quienes trabajan con selección genética y quieren saber hacia dónde va la industria. Aunque muchas correlaciones se mantienen, hay hallazgos que deberían hacernos repensar algunas decisiones de selección.

1. Criar por más leche ya no implica más grasa: la correlación entre volumen de leche (PTAM) y grasa (PTAF) es casi cero.

2. Los rasgos de salud siguen siendo consistentes entre sí, una buena noticia para quienes priorizan longevidad, fertilidad y resistencia.

3. Problemas en conformación: sigue habiendo alta correlación entre rasgos como estatura y PTAT, lo que limita la mejora independiente.

4. TPI y Net Merit están cada vez más alejados: su correlación cayó de más de 0.80 a apenas 0.44.

5. El enfoque en eficiencia puede traer vacas con menos fuerza, algo que preocupa a muchos productores.

6. Vacas angulosas dan más leche, pero viven menos: las de mayor condición corporal son más longevas y paren con más facilidad.

7. Necesitamos datos reales de peso, no estimaciones visuales, si queremos predecir con precisión costos y rendimiento.

En resumen: la genética avanza, pero hay decisiones que debemos cuestionar.

Por Alejandro Giúdice – asesor en genética de rodeos lecheros
Fuente: Todo Lecheria