Las primeras semanas de julio llegaron con desafíos significativos para los cultivos invernales en Córdoba. El último relevamiento agronómico de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), correspondiente al período del 7 al 13 de julio, reveló que las heladas intensas y la escasez de precipitaciones están afectando seriamente el desarrollo de trigo y garbanzo, los dos cultivos de invierno más relevantes en la provincia.
Según el Informe Agronómico Nº 787, las heladas registradas desde fines de junio generaron daños por frío, amarillamiento de hojas, desaceleración del crecimiento y retrasos fenológicos, incluso en lotes con buena implantación. Esta situación se vio agravada por el déficit hídrico acumulado, que condicionó la emergencia y el desarrollo de los cultivos.
En trigo, los técnicos reportaron implantación deficiente, emergencia irregular y estrés hídrico, especialmente en suelos con baja retención o sembrados sin humedad adecuada. En el caso del garbanzo, aunque la mayor parte del área relevada está bajo riego, en zonas sin acceso al mismo también se reportaron efectos negativos. La ausencia de recarga hídrica en abril fue determinante para la falta de condiciones adecuadas de siembra.
A pesar de estos obstáculos, la mayoría de los lotes de trigo y garbanzo se encuentran en estados generales entre buenos y muy buenos. Según la BCCBA, dado que ambos cultivos aún están en fases iniciales y fuera del período crítico, los daños por frío y sequía no necesariamente se traducirán en una pérdida significativa de rendimiento, siempre que las condiciones climáticas mejoren en las próximas semanas.
En cuanto al estado sanitario, el informe menciona que no se observaron plagas ni enfermedades en garbanzo, y en trigo solo se detectó pulgón verde (Schizaphis graminum) con baja incidencia.
Desde el punto de vista climático, junio cerró con lluvias por debajo del promedio en toda la provincia, especialmente en las zonas clave para la producción de garbanzo. Además, se destacó una anomalía térmica severa: las temperaturas medias en junio de 2025 fueron hasta 7 °C más bajas que en el mismo mes de 2024 en el sur provincial, y hasta 5 °C más bajas en el norte. Este desvío explica en gran parte los daños registrados por heladas.
Por último, aunque los niveles de agua útil en el suelo mejoraron levemente en el sur de Córdoba, el panorama sigue siendo ajustado y dependiente del clima. Tanto productores como técnicos miran con atención el comportamiento del tiempo en las próximas semanas, que será determinante para definir el rumbo de la campaña invernal.
📌 Fuente: Bolsa de Cereales de Córdoba - Informe Agronómico N°787.


