El clima político y social argentino transita por un momento de alta intensidad emocional. Así lo demuestra el más reciente Informe Público Nacional y Provincial de Giacobbe & Asociados, elaborado a partir de 2.500 casos a nivel país y 1.500 en la provincia de Buenos Aires, con encuestas realizadas entre el 13 y el 30 de junio de 2025. El estudio, como ya es habitual, va más allá de los números: busca captar el pulso anímico de una sociedad en ebullición, donde los liderazgos fuertes despiertan pasiones, la economía impone sacrificios crecientes y la política aún no logra cerrar sus grietas más profundas.

 

Milei, entre la adhesión y el desgaste

El presidente Javier Milei continúa siendo la figura más relevante del escenario nacional. Con una imagen positiva del 48,1% y una negativa del 40,8%, el líder libertario sigue encabezando la conversación pública, aunque ya no con el consenso que supo conquistar durante su ascenso meteórico. La tendencia histórica muestra que su figura ha atravesado momentos de mayor apoyo, pero también de marcada volatilidad.

Uno de los puntos más reveladores del informe es la evaluación ciudadana sobre el programa de ajuste que el Gobierno lleva adelante. Ante la pregunta sobre el esfuerzo económico que exige el Presidente, el 43,2% cree que tiene sentido porque “dentro de poco vamos a estar mejor”, mientras que un 39,2% sostiene que “no tiene ningún sentido porque este no es el camino correcto”. En el medio, un 15,5% expresa deseos de que funcione, aunque con muchas dudas.

Este dato no solo marca el nivel de esperanza o escepticismo frente al modelo libertario, sino que también delimita lo que Jorge Giacobbe define con precisión conceptual como “la frontera del dolor tolerable”. En su editorial, el analista remarca que “los argentinos están haciendo un esfuerzo inédito, pero esa entrega no es infinita. La paciencia social tiene un límite, y si no se traduce en resultados palpables, puede romperse con la misma intensidad con la que hoy se sostiene.”

 

Cristina, símbolo de la polarización emocional

El informe también pone el foco en la figura de Cristina Fernández de Kirchner, a partir de un ejercicio hipotético que propone imaginarla presa. Los resultados son contundentes: el 62,7% de los consultados considera que es culpable, mientras que solo un 33,5% la cree inocente. El resto, apenas un 3,8%, no se pronuncia.

El dato más impactante surge cuando se consulta sobre el modo en que debería cumplir una eventual condena. El 45,7% responde que debería hacerlo en una cárcel común, en tanto que un 27,5% dice que no debería cumplir ninguna prisión porque es inocente. Apenas un 8,7% y un 11,8% optan por la prisión domiciliaria en CABA y en El Calafate, respectivamente.

Para Giacobbe, lo relevante no es solo la culpabilidad jurídica, sino el fenómeno emocional que representa Cristina. “La política argentina no se basa en datos ni en ideas. Se basa en símbolos y emociones. Y Cristina es, posiblemente, el símbolo más potente de los últimos 20 años. Está presa o libre, presente o ausente, pero siempre activa en la conciencia colectiva.”

 

La imagen de los líderes, entre el rechazo y la indiferencia

La encuesta también mide la imagen de otras figuras políticas y el resultado refuerza una tendencia ya conocida: la mayoría despierta más rechazo que adhesión.

  • Mauricio Macri registra una imagen negativa del 58,1%, con apenas un 28,8% de positiva.
  • Axel Kicillof tiene una negativa del 53,1%, superando largamente su imagen positiva (19,5%).
  • Victoria Villarruel, actual vicepresidenta, también muestra altos niveles de rechazo: 58,6% negativa y 28,9% positiva.
  • Juan Grabois y Patricia Bullrich tienen imágenes divididas, aunque con niveles de negatividad que superan el 37% en ambos casos.

La Corte Suprema no escapa a esta tendencia: su imagen está prácticamente partida al medio, con 42,7% de positiva y 41,8% de negativa, lo que revela una percepción pública de fuerte desconfianza institucional.

 

Elecciones 2025: una grieta sin alternativa

De cara a las elecciones legislativas de 2025, los números muestran una persistente estructura bipolar. A nivel nacional, La Libertad Avanza (LLA) lidera con un 41,9% de intención de voto, seguida por el kirchnerismo/peronismo con un 28%. El PRO aparece rezagado con el 8,4%, mientras que UCR, Izquierda y otras fuerzas no superan el 3%.

En la provincia de Buenos Aires, donde se libra tradicionalmente la batalla más relevante del mapa electoral, el escenario es apenas más competitivo: LLA encabeza con 41,3%, seguida muy de cerca por el kirchnerismo/peronismo con 39,6%. El resto, otra vez, queda muy por detrás.

Estos números confirman que la oferta política sigue atrapada en la lógica de la grieta, y que no aparece aún un actor nuevo o alternativo capaz de romper esa estructura binaria. El electorado parece resignado a elegir entre dos polos enfrentados, mientras observa con desconfianza a quienes se proponen como “tercera vía”.

 

Conclusión: entre el esfuerzo y el riesgo de ruptura

El informe de Giacobbe no solo presenta números: entrega un retrato emocional de la Argentina. Un país donde la política se percibe cada vez más como una batalla de símbolos, donde las figuras generan adhesiones y rechazos casi religiosos, y donde la racionalidad cede terreno ante la intensidad de las emociones.

Con un Milei que todavía retiene apoyo pero debe mostrar resultados urgentes, una Cristina que sigue siendo el eje emocional de la escena incluso fuera del poder, y una sociedad agobiada que se debate entre el sacrificio y el escepticismo, el riesgo más latente es que esa “frontera del dolor” que hoy sostiene el orden, mañana se rompa sin aviso.


📊 Fuente: Giacobbe & Asociados

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