La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA) manifestó su preocupación e incertidumbre ante la reciente publicación del decreto que modifica el esquema de funcionamiento del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y otros organismos vinculados al agro. A través de un comunicado oficial, la Mesa de Enlace advirtió sobre los riesgos institucionales que pueden generar estos cambios si no se construyen con consenso ni transparencia.
Según las entidades del campo, Argentina necesita reglas claras, instituciones sólidas y marcos estables que faciliten el desarrollo agroindustrial. En ese sentido, remarcaron que las decisiones unilaterales o de interpretación ambigua, como las que pueden derivarse de un “decreto ómnibus”, solo agregan incertidumbre en un país vulnerable a los vaivenes políticos.
Preocupación por la estabilidad institucional
“La Argentina necesita de instituciones fuertes y autónomas”, señala el documento. Para los dirigentes rurales, es clave que los organismos oficiales y mixtos no estén sometidos a cambios permanentes, ya que eso afecta sus procesos internos, la metodología técnica y la calidad de las decisiones. Solo con previsibilidad —afirma el comunicado— se pueden consolidar políticas públicas de largo plazo que fortalezcan a toda la sociedad.
El caso del INTA: el campo pide ser parte del rediseño
En cuanto al INTA, la Mesa de Enlace fue clara: los representantes de los productores deben ser convocados para discutir el nuevo esquema. Si bien reconocen la necesidad de modernización del organismo, aclaran que los cambios deben surgir del diálogo, no de la imposición.
“Somos plenamente conscientes de que el INTA necesita potenciar sus recursos humanos y consolidarse como motor de investigación, desarrollo y extensión rural”, subraya el comunicado, al tiempo que destaca que el sector ha realizado múltiples aportes a ese fin en los últimos años.
Reglas claras para el desarrollo agroindustrial
Desde el sector agropecuario se remarca que la transformación del Estado no puede hacerse a costa de la institucionalidad ni del arraigo territorial que organismos como el INTA han logrado construir. “Creemos firmemente en la necesidad de un marco estable que promueva la innovación, el arraigo rural y el extensionismo técnico”, señalaron.
El comunicado de la Mesa de Enlace deja en claro que, si
bien el campo no rechaza los procesos de reforma, exige que estos se
construyan sobre consensos reales, con participación sectorial y sin poner en
riesgo estructuras estratégicas como el INTA.
Para el agro, modernizar no puede significar desarticular. La
institucionalidad, afirman, es tan clave como la eficiencia.


