Brasil apuesta fuerte al agro, pero enfrenta resistencia interna
El flamante plan de financiamiento agrícola anunciado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, con un fondo histórico de alrededor de 400mil millones de reales (unos USD73000 millones), busca reconquistar a un sector clave para la economía nacional que sigue alineado con la derecha. A pesar de esto, su popularidad política no ha logrado repuntar entre los agricultores, donde aún persisten críticas profundas.

 

Popularidad en descenso y un Congreso adverso
Lula, quien concluyó su primera presidencia en 2010 con más del 80% de aprobación, hoy registra menos del 40% de apoyo al cabo de 18 meses de mandato. El Congreso, con una bancada conservadora fuerte, se muestra inmunizado ante incentivos económicos antiguos y poco permeable a sus iniciativas.

 

Legisladores del agro, críticos y distantes
Pedro Lupion, líder del bloque del agronegocio en la Cámara, advirtió:

“Mientras sigan defendiendo al Movimiento de los Sin Tierra, la demarcación de tierras indígenas… hablando mal de nosotros, no hay nada que puedan hacer para complacernos” .Esta postura revela una brecha profunda entre el Ejecutivo y una franja potente del sector rural.

 

Un escenario ideológico cada vez más polarizado
La agricultura global, particularmente en Brasil, se ha transformado en un campo de batalla político. Algunas regiones rurales se han volcado hacia la derecha y los movimientos conservadores, frustrando la estrategia de Lula, que en su primera presidencia había desarrollado un vínculo positivo con el agronegocio, apoyado por el auge de las materias primas.

 

Viejas alianzas rotas y fricción en nuevas intenciones
Aunque Lula ha incluido a dirigentes del sector en misiones comerciales, como el reciente viaje a China, también ha arremetido contra las prácticas de la agroindustria y las presiones de legisladores por demarcar tierras indígena. Estas tensiones se exacerban en momentos de iniciativas como ajustes fiscales propuestos por el ministro de Hacienda, lo que llevó a algunos compradores internacionales a elegir soja estadounidense en lugar de brasileña.

 

¿Hay chance de revertir la situación?
Lula aún tiene tiempo hasta las municipales de octubre, que podrían marcar tendencias políticas. Sin embargo, los vientos han cambiado: la irrupción de líderes de derecha en América Latina (como Javier Milei) y el resurgimiento de figuras como Donald Trump sugieren que el entorno político global ya no favorece las viejas recetas. Bolsora Brasil espera su próxima sacudida con la gira de Milei y Bolsonaro en territorios rurales conservadores.


Pese a los recursos históricos planteados para revivir su influencia entre agricultores, Lula se encuentra con una resistencia consolidada. Su desafío en los próximos meses será adaptar su estrategia política para tender puentes en un sector que, hoy, prefiere mirar hacia la derecha.

Fuente: https://www.bloomberglinea.com/2024/07/05/lula-no-logra-ganarse-a-los-hostiles-agricultores-brasilenos-con-sus-antiguas-tacticas/