En el marco del Informe Agronómico N°784 de la Bolsa de Cereales de Córdoba, se relevó entre el 9 y el 16 de junio el estado de los cultivos invernales en Santiago del Estero, marcando una campaña atravesada por limitantes hídricas, ajustes en superficie sembrada y decisiones condicionadas por el clima y los mercados.

 Trigo: ajuste de superficie y siembra condicionada por la humedad

La superficie destinada al trigo mostró una reducción respecto a la estimación anterior, aunque con una concentración significativa en los departamentos de General Taboada (40%) y Belgrano (18%).

A pesar de la baja respecto al ciclo anterior, el avance de siembra alcanza el 76% en lo que va de junio. Sin embargo, se reportaron suspensiones de siembra en varias zonas por falta de humedad en el perfil del suelo, lo que refleja una fuerte dependencia de las lluvias para lograr una implantación adecuada.

Si bien en un principio la decisión de siembra se basaba en criterios agronómicos y rotaciones, actualmente el pronóstico climático y la rentabilidad del cultivo ganaron peso, en línea con un mercado más incierto y márgenes más ajustados.

 Garbanzo: menor superficie que en 2023, pero por encima del promedio histórico

Aunque la superficie sembrada de garbanzo también es menor que la de la campaña pasada, sigue siendo alta en comparación con los promedios históricos de la provincia, consolidando a este cultivo como una alternativa sólida para los productores.

Las zonas de mayor implantación se dan en los departamentos de Moreno (24%) y Jiménez (19%).

En cuanto a las motivaciones de siembra, el 50% responde al pronóstico climático y el otro 50% al precio y rentabilidad esperada, una dualidad que ya se observaba en el mes de mayo. En un contexto de reservas hídricas ajustadas y costos de producción elevados, el comportamiento del clima en las próximas semanas será clave para definir el éxito del cultivo.

A la fecha del relevamiento, aún falta sembrar el 20% de la superficie estimada, por lo que se mantiene la incertidumbre sobre si se logrará alcanzar el objetivo o si se profundizará la caída respecto a la campaña anterior.

 Estado general de los cultivos: entre bueno y muy bueno, con excepciones

Tanto el trigo como el garbanzo presentan un estado general entre bueno y muy bueno, aunque algunos lotes evidencian estrés por falta de humedad.

Desde el punto de vista fenológico, el trigo se encuentra principalmente en la etapa de primera hoja expandida, con presencia de lotes en germinación y macollaje. En el caso del garbanzo, se observa un avance parejo, mayoritariamente entre emergencia de plántula y segunda hoja multifoliada, con buena implantación inicial.

Clima: lluvias dispares y reservas hídricas críticas

Durante el mes de mayo, las precipitaciones fueron relativamente homogéneas, aunque departamentos como Río Hondo, Juan Felipe Ibarra y Silípica duplicaron los registros históricos. Sin embargo, en junio las condiciones se agravaron, y actualmente la provincia muestra bajos niveles de humedad en la capa arable, en especial en el oeste y sudoeste, donde los suelos presentan muy escasa disponibilidad hídrica.

Hacia el centro y este de la provincia, las reservas mejoran levemente, pero de manera muy heterogénea, lo que limita la posibilidad de una implantación uniforme y obliga a esperar nuevas lluvias para completar la siembra.


La campaña invernal en Santiago del Estero se mueve en un equilibrio delicado entre decisiones técnicas, presión económica y restricciones climáticas. En este escenario, la disponibilidad de agua y los movimientos del mercado serán determinantes para el rendimiento final de los cultivos de trigo y garbanzo en la región.