En una semana marcada por indicadores clave y tensiones comerciales, los mercados globales se mantienen atentos a las señales que llegan desde Estados Unidos. Wall Street continúa mostrando fortaleza, con nuevos récords en el S&P 500 y el Nasdaq, aunque comienza a observarse cierta toma de ganancias, particularmente en el sector tecnológico.

Uno de los focos principales está puesto en la inminente finalización del plazo para implementar nuevos aranceles más altos. Se espera que el expresidente Donald Trump realice un anuncio el próximo 9 de julio, lo que podría tener un impacto directo sobre los mercados y la política comercial del país.

En el plano laboral, el informe de empleo privado de ADP reveló una creación de 105.000 puestos de trabajo durante junio, una cifra sólida que refuerza las expectativas sobre la salud del mercado laboral estadounidense. No obstante, el dato más esperado llegará mañana con la publicación del reporte oficial de empleo.

Por su parte, la Reserva Federal mantiene una postura cautelosa y ha decidido esperar antes de realizar recortes en la tasa de interés. Desde la entidad monetaria explicaron que buscan observar primero el verdadero impacto de los aranceles sobre la inflación antes de tomar decisiones que afecten el costo del dinero.

Finalmente, los inversores también miran de cerca el calendario: mañana será el último día de operaciones bursátiles antes del feriado del 4 de julio. Esto podría concentrar movimientos importantes en una semana que ya presenta varios factores de volatilidad.

El pulso de la economía estadounidense vuelve a marcar el ritmo de los mercados internacionales, en un contexto donde la política, el empleo y las decisiones monetarias se entrelazan con fuerza.