A lo largo de largo de diciembre, las lluvias tuvieron una sorprendente continuidad sobre el centro norte del país, con un impacto marcado en el sur de la región pampeana y en el litoral, pero con una cobertura que prácticamente no encontró excepciones.

Desde el lunes las condiciones atmosféricas mostraron una tendencia hacia mayor estabilidad, permitiendo el oreado de los suelos donde se recibieron las lluvias de navidad.

En el análisis de los registros pluviales en lo que va del mes, no encontramos zonas donde no se produjeran precipitaciones satisfactorias en la región pampeana y el norte del país. Las de mayor cobertura y también las de mayor volumen fueron las asociadas al pasaje del sistema frontal del sábado 16 al lunes 18. Previamente, los eventos se generaban dentro de la masa de aire tropical, la cual se mantenía muy susceptible a cualquier movimiento vertical, esto se debe fundamentalmente a la cercanía del aire al punto de saturación. Bajo estas circunstancias, la atmosfera no necesita un disparador demasiado contundente para que se generen precipitaciones.

Debemos destacar que el mecanismo que genera estas precipitaciones no puede considerarse ajeno a la región en esta época del año, la gran diferencia en los volúmenes pluviales la hace el fenómeno de El Niño. El mismo, genera canales de transporte de humedad más eficientes desde los trópicos hacia la franja este de la región pampeana. En consecuencia son más probables los eventos pluviales con una sobrecarga significativa.

Primero esto se vio sobre el norte de la Mesopotamia y luego se extendió a gran parte del litoral, pero la señal abarca incluso zonas del sur de la región pampeana.

Las reservas de humedad que se presentaban excesivas en casi todo el territorio de la zona núcleo, se han podido orear, prevaleciendo por estas horas condiciones adecuadas, aunque no se descartan zonas donde la saturación de los estratos superficiales aun genere problemas. La situación que dejaron las precipitaciones de diciembre, plantean inconvenientes de manejo para las labores a campo en las zonas donde aún se trabaja con las siembras.

El fenómeno de El Niño ya está operando como un forzante de la circulación atmosférica de manera muy notoria. Las grandes lluvias que ya se evidenciaban en el norte de la Mesopotamia en los meses previos, han encontrado paso para alcanzar el resto de la región y la mayor parte del litoral. En realidad, la circulación de aire con alta carga de humedad ha llegado hasta las provincias del sur de la región pampeana.

Como mencionamos, desde el lunes las condiciones ambientales cambiaron con la llegada de aire más fresco y seco. Por estos días se ha reconstituido parcialmente la presencia de aire húmedo de origen tropical, al tiempo que comienzan a transitar nubes que encuentran condiciones para su desarrollo. Anoche ya se observaron lluvias en el sur de la región pampeana y s razonable esperar que dentro de este contexto y así lo muestran los pronósticos, reaparezcan las lluvias en la franja central. Hacia la noche de hoy o durante la madrugada del viernes, las mismas deberían afectar el centro sur de la provincia de ER, centro sur de SF y norte de BA y avanzando sobre el viernes, hay ambiente como para que las precipitaciones se potencien en forma de tormentas del centro para el norte de SF y el centro de la Mesopotamia, una zona que se ha caracterizado en diciembre por recibir milimetrajes muy sobreabundantes. Este evento sería el último del año.

En el resumen del mes de diciembre, toda la región pampeana ha tenido precipitaciones por encima de los valores normales. Se observan excepciones del centro para el noroeste de CB y también en zonas del NOA, donde la activación pluvial se ha encaminado, pero aún no tiene una respuesta muy destacada. En general el fenómeno de El Niño, no tiende a favorecer las respuestas positivas sobre las lluvias de la franja mediterránea del oeste, es decir tiende a observarse una descompensación entre las precipitaciones abundantes sobre el este y las más modestas sobre el oeste.

Luego de este pasaje frontal, las lluvias se mantendrían ausentes en los primeros días del año. Los primeros eventos están previstos que aparezcan sobre la región cuyana.
Para estas fechas del año pasado, las condiciones ambientales se presentaban antagónicas.

La transición interanual fue muy extrema, con olas de calor que afectaron gran parte del país. Actualmente la interacción entre masas de aire tropical y la llegada de masas de aire desde el sur generan un ambiente mucho más moderado, por momentos confortable, atendiendo que estamos transitando el verano. Esto no quiere decir que a lo largo del verano no vayamos a tener olas de calor, pero es muy poco probable que tengamos el nivel de exigencia térmica de la temporada pasada. Con reservas algo holgadas, lluvias recurrentes y temperaturas moderadas, la proyección productiva 23/24 es favorable.