El jefe de Gabinete de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan Manuel Fernández Arocena, recibió hoy a una comitiva de la Organización de Investigación Agrícola y Ganadera de Kenia (KALRO, por sus siglas en inglés), en el marco de fortalecer la cooperación bilateral en biotecnología y desafíos en materia agrobioindustrial.

"Para nosotros es muy importante recibirlos hoy, para seguir consolidando este vínculo bilateral donde podemos compartir nuestras experiencias y donde tendrán la posibilidad de vivir una experiencia a campo con trigo HB4, una tecnología nacional que expresa las capacidades argentinas en el desarrollo de la biotecnología, que entendemos que contribuye a la seguridad alimentaria en un escenario de cambio climático", afirmó Fernández Arocena al destacar que "estamos convencidos que la agricultura debe adaptarse al cambio climático, usando las mejores herramientas que garanticen una producción sustentable".

El gobierno de Kenia tiene como prioridad asegurar la disponibilidad de semillas de trigo de calidad a precios asequibles para sus agricultores, aumentando los rendimientos de las cosechas frente a desafíos climáticos y diversas plagas existentes.

Durante la visita a nuestro país, los representantes del país africano mantendrán reuniones con el INTA y en Rosario, visitarán la empresa Bioceres, y ensayos de trigo HB4 a campo, con el objetivo de conocer el desarrollo público-privado de esta tecnología y generar una instancia de cooperación y vinculación entre la empresa y las entidades de Kenia en pos de fomentar el desarrollo y la comercialización de productos biotecnológicos locales.
La agenda se extenderá hasta el viernes, cuando serán recibidos por representantes de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), donde el sector semillero presentará un panorama del sector, de sus productos, del comercio internacional y de las potencialidades del mejoramiento genético de las variedades en la Argentina.

La delegación keniata estuvo encabezada por el presidente de la Junta de KALRO, Peter Weru Kinyua; el director General de KALRO, Eliud Kiplimo Krieger. También participaron de la reunión la directora nacional de Bioeconomía (DNB), Dalia Lewi; el director de Cooperación y Negociaciones Bilaterales, Santiago Bonifacio; el representante de Cancillería, Rafael Galetto; el asesor de Asuntos Internacionales de la DNB, Facundo Simeone; y el técnico de la Dirección de Cooperación y Negociaciones Bilaterales, Mathias Garibotto.

Antecedentes bilaterales del encuentro en Agricultura

Argentina, por medio de la Dirección Nacional de Bioeconomía (DNB), impulsó con éxito la creación del Grupo de Países Del Sur Global De Bio Innovación (BIGSUR), de Latinoamérica, África y Sudeste Asiático, un entorno propicio para la investigación científica y las innovaciones para acelerar las soluciones locales a la inseguridad alimentaria, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad a través de la cooperación activa y acciones conjuntas.

En esta línea, los países integrantes del BIGSUR se reunieron el 23, 24 y 25 de agosto en Nairobi, Kenia. Argentina fue co-organizador del evento en conjunto con el país anfitrión y participaron delegados reguladores y tomadores decisión de 19 países de Latinoamérica, África y el Sudeste Asiático: Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Colombia, Honduras, Kenia, Nigeria, Ghana, Burkina Faso, Etiopia, Malawi, Mozambique, Rwanda, Zambia, Zimbabue, Tanzania, Filipinas y Bangladesh.

El evento tuvo como objetivo consolidar al grupo de países del sur, constituirse como espacio para armonizar y coordinar regulatorias en biotecnologías innovadoras como la Edición Génica, compartir experiencias y conocimientos, y coordinar mensajes comunes del sur global para expresar en los foros multilaterales de referencia. En el marco del evento, la delegación argentina de la DNB brindó una capacitación a los países en el análisis de casos de productos de la Edición Génica, con la intención de que los reguladores y tomadores de decisión de los países puedan tomar decisiones basadas en ciencia en pos de fomentar los desarrollos locales y las nuevas soluciones biotecnológicas a la inseguridad alimentaria y al cambio climático.

Luego de este antecedente, el 27 de septiembre, durante la inauguración de la Feria Internacional de Comercio de Nairobi, el stand argentino fue visitado por el Presidente de Kenia, William Ruto, quien se mostró interesado en las tecnologías argentinas para hacer frente a los desafíos del cambio climático en la agricultura, incluyendo biotecnología, edición génica y el trigo HB4 con tolerancia al estrés hídrico. Allí el Presidente transmitió a la embajadora Argentina en Kenia, Gabriela Martinic, la intención de que una delegación técnica realizara una visita para conocer dicha variedad de trigo.

Sobre trigo HB4

En 2022, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca formalizó la primera autorización en el mundo para eventos de tolerancia a sequía en trigo, para ser comercializado en Argentina. Luego de su autorización en Brasil, principal importador del trigo argentino.
Al momento son nueve países los países que han autorizado esta tecnología, además de Argentina: Brasil (2021), Sudáfrica (2022), Nigeria (2022), EE.UU. (2022), Nueva Zelandia (2022), Australia (2022), Colombia (2022), Indonesia (2023), Paraguay (2023).

La tecnología HB4 fue desarrollada como resultado de una colaboración público-privada de más de 15 años entre la empresa Bioceres y el grupo de investigación de la Dra. Raquel Chan, Directora del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL), perteneciente a la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), responsable del descubrimiento. Se trata de un desarrollo original 100% argentino, de una tecnología de tolerancia a sequía única a nivel mundial, resultado del trabajo conjunto y un excelente ejemplo de transferencia tecnológica.

El trigo HB4 tiene el potencial de mejorar la capacidad de adaptación de las plantas a situaciones de estrés hídrico, disminuir el riesgo y dar mayor previsibilidad a los rendimientos frente a condiciones adversas. Asimismo, tiene el potencial de contribuir a la diversificación de la rotación de cultivos, permitiendo sembrar cultivos de invierno que generen cobertura en ambientes con riesgo de sequía.