Para mantener un corazón sano se debe eliminar de la dieta, por ejemplo, los productos cargados de azúcares.

Desde hace muchos años la leche, el lácteo más común, es uno de esos alimentos que no puede faltar en la cocina de las familias colombianas y de diferentes partes del mundo. Este líquido puede servir como ingrediente para algunas preparaciones, se puede consumir con otros productos como los cereales y demás, y lo más frecuente es que se ingiera en su propio estado.

De igual manera, debido a su gran sabor es uno de los alimentos más consumidos en suelo colombiano y se suele ingerir en el desayuno, sin embargo, algunas personas lo beben en la tarde o incluso en la noche. Es cuestión de gustos.

La Organización Interprofesional Láctea de España recalca que los lácteos constituyen un grupo de alimentos completo y equilibrado, debido a que proporcionan un elevado contenido de nutrientes en relación con el contenido calórico, según informó Cope.

Uno de los beneficios de la leche es que ayuda a fortalecer los huesos y dientes y reduce el riesgo de osteoporosis o debilidad de los huesos en la edad adulta. Además, aporta nutrientes como proteínas, calcio, vitaminas A, B1, B2, B12 y D.

Asimismo, se ha comprobado que la leche y los lácteos en general, siendo consumidos todos los días, son adecuados para el corazón. La plataforma digital Fenil reseñó un estudio en el que se afirma que “consumir tres lácteos al día -comparado con un consumo de menos de 0,5 raciones diarias- está relacionada con una reducción de las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad entre un 14 y un 23%. Este resultado se ha alcanzado con el seguimiento de más de 136.000 personas en 21 países durante nueve años”.

De esta manera, resulta importante tomar de forma frecuente leche o cualquier otro lácteo disponible. Es relevante también que a los mismos, antes de consumirlos, no se les añada azúcar.

Algunos tipos y características

La leche líquida es el producto lácteo más consumido, elaborado y comercializado. La leche líquida abarca productos como la leche pasteurizada, la leche desnatada, la leche normalizada, la leche reconstituida, la leche de larga conservación (UHT) y la leche enriquecida. El consumo de leche líquida en forma cruda está disminuyendo cada vez más en todo el mundo.

Las leches fermentadas se utilizan frecuentemente para fabricar otros productos lácteos. Se obtiene de la fermentación de la leche utilizando microorganismos adecuados para llegar a un nivel deseado de acidez. Entre los productos fermentados figuran el yogur, kumis, entre otros.

Los quesos se obtienen mediante la coagulación de la proteína de la leche (caseína), que se separa del suero. Se producen centenares de variedades de queso, muchos de los cuales son característicos de una región específica del mundo. Los quesos pueden ser duros, semiduros, blandos madurados o no madurados. Las distintas características de los quesos derivan de las diferencias en la composición de la leche y los tipos de esta, los procedimientos de elaboración aplicados y los microorganismos utilizados.

La mantequilla y el ghee (mantequilla clarificada) son productos grasos derivados de la leche. La mantequilla se obtiene del batido de la leche o nata. El ghee se obtiene eliminando el agua de la mantequilla y se consume especialmente en Asia meridional. El ghee tiene un tiempo de conservación muy largo de hasta dos años.

La leche condensada se obtiene de la eliminación parcial del agua de la leche entera o desnatada. La elaboración prevé el tratamiento térmico y la concentración. La leche condensada puede ser edulcorada o no edulcorada, pero la mayor parte es edulcorada.

Las leches evaporadas se obtienen de la eliminación parcial del agua de la leche entera o desnatada. La elaboración prevé el tratamiento térmico para garantizar la estabilidad e inocuidad bacteriológica de la leche.

Fuente: Si a la Leche