La Guía Estratégica para el Agro de la BCR recortó, en su último informe mensual, su estimación de producción nacional de soja 2022/23 a 23 Mt, lo que deja a la campaña actual en la menor producción en más de 20 años.

Pero la campaña que acaba de comenzar deja otros varios hitos negativos desde el punto de vista productivo. Según informa GEA, la superficie perdida (es decir, el área que directamente no será cosechada) alcanza la friolera suma de 3,58 Mha. Esto marca un máximo histórico para el país y prácticamente triplica el máximo anterior de la 2015/16 (1,22 Mha). Incluso, hay que remarcar que, en aquel entonces, la superficie sembrada a nivel nacional superaba las 20 Mha, mientras que en este último ciclo el área implantada alcanzó cerca de 16 Mha, por lo que la superficie perdida sobre el total implantado en este último ciclo es mucho mayor: 22% vs. 6% en aquel entonces. Tomando este indicador, es decir superficie perdida sobre superficie sembrada, la 2022/23 también marca un máximo histórico, quedando por encima del 16% de la 1988/89.

Otro tanto ocurre con el rinde promedio nacional estimado de la campaña: 18,56 qq/ha, el más bajo en más de 25 años y un 35% por debajo del promedio de las últimas cinco campañas.

Ante este complejo escenario desde el lado productivo, surge la pregunta de cómo se acomodará la hoja de balance de soja 2022/23. Para este análisis se toma como base de comparación la hoja de balance de soja presentada en el Informativo Semanal N°2094 del 31 de marzo. En primer lugar, el recorte en la producción de 2 Mt es en parte compensado por un incremento proyectado en las importaciones de 500.000 t para la campaña con relación a la estimación anterior. De esta manera, se estima que el volumen de poroto proveniente del exterior para industrializar localmente podría sumar 10 Mt en la campaña.

Además, el bajo volumen de molienda de soja de los últimos meses arroja un leve recorte en la estimación de crush de la 2021/22 que se traduce en un incremento en las previsiones de carry entre campañas a 6,5 Mt (+0,5 Mt respecto de lo que se estimaba anteriormente). Así, la caída en la producción es en parte compensada por un mayor stock inicial y mayores importaciones, por lo que la oferta total de la campaña se recorta en 1 Mt vs. la estimación previa.

Por el lado de los usos, la oferta disponible de grano se traduce en un recorte en la estimación de crush para la campaña a 28,8 Mt, con un total de molienda de extracción por solvente de 27,5 Mt (-0,5 Mt vs. lo estimado anteriormente); ello es, el volumen más bajo de procesamiento de soja desde la campaña 2003/04. Un aspecto clave a remarcar al respecto es que, esta estimación de molienda por solvente dejaría una capacidad ociosa superior al 60%, ya que la capacidad de procesamiento de oleaginosas en el país asciende a 70,4 Mt. Es por ello que resulta fundamental el aporte que pueda hacer la importación temporaria de soja, para evitar caer a niveles de utilización incluso menores.

Al respecto de la importación temporaria, si bien aún no hay datos del mes de marzo sobre importaciones del INDEC, el Banco Central del Paraguay ya tiene publicados los datos de exportaciones de aquel país para el mes pasado, e informa que un total de 1,16 Mt de soja con destino Argentina fueron despachadas, marcando un máximo histórico para un solo mes, por encima del 1,15 Mt que se exportaron en marzo de 2021.

Otro tanto ocurre con las importaciones de grano brasileño. De acuerdo a la agencia de servicios marítimos Williams Brazil, entre lo despachado desde fines de marzo a la fecha y lo programado a embarcar en las próximas semanas, Argentina recibiría más de 215.000 t de grano carioca. Un dato adicional interesante es que más de la mitad de ese volumen proviene de puertos del norte de Brasil (Puerto de Santarem, del Estado de Pará y Puerto de Iracotiara, del Estado de Amazonas). Esto se debe a que soja dañada de la región norte de Brasil abre oportunidades para la industria y que ingrese con mejor margen.

Finalmente, y para cerrar con el análisis de la hoja de balance, se reduce la estimación de exportación de grano a 2,5 Mt (-0,3 Mt respecto de la estimación previa), lo que deja a la exportación de poroto de soja en los niveles más bajos desde mediados de los ’90. Por último, también se recorta levemente la estimación de stocks finales de la campaña a 3 Mt (-0,2 Mt), lo que presenta todo un desafío de cara al empalme de cosechas del año próximo.

Por Tomás Rodríguez Zurro – Emilce Terré
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario