Finalmente, el miércoles pasado, la Reserva Federal de EE.UU. decidió la suba de la tasa de interés en 0,25 puntos. Es decir, desde el 4,5% hasta el 4,75% anual.

Es la primer alza que se produce, desde el 2 de febrero de 2023 cuando la tasa de interés se elevó 0,25 puntos, hasta el 4,5%.

La lucha contra la inflación está plasmada en la suba de la tasa. Y la autoridad monetaria está decidida a subirla todo lo necesario para detener la inflación de EE.UU.

La tasa de interés es una de las herramientas más importantes, utilizadas por los bancos centrales, para llevar a cabo su política monetaría.

Un alza de la de tasa de interés sirve para frenar la inflación y fortalecer la divisa.

Si bien esta suba puede parecer de escaso peso, la realidad es que el impacto en la economía global y en los precios de los commodities va a ser más que considerable.

Respecto a los commodities agrícolas, principalmente, lo es porque desde hace un buen tiempo, la tasa venía subiendo periódicamente.

Recordemos que cuando la tasa estuvo en un nivel muy alto, como es el caso del período de De la Rúa, los precios de los granos habían caído abruptamente. Durante tal período, la tasa giraba en torno al 6%.

En época de los gobierno K, en líneas generales, la tasa se mantuvo baja. Y cuando comenzó el gobierno actual, empezó a reducirse hasta bajar al 0%, el 16 de marzo de 2020.

Pero luego fue evolucionando en pronunciada suba. La suerte parece haber cambiado para el Gobierno.

El gráfico que hemos realizado es elocuente:

Evolución de la tasa de interés (Reserva Federal) desde 10.05.06

Obviamente, el impacto cae también sobre la economía nacional, a todo nivel. Cuanto más baja, mejor para el país.

Pero a nosotros más que nada nos interesa, en estas líneas, el panorama para los granos y por supuesto para la soja.

En tal sentido, desde este punto de vista, el futuro no es demasiado alentador.

Vamos, ahora, al día lunes.

Los precios de la soja se negociaron en suba en la rueda de Chicago. ¿La razón? Los especuladores aprovechando las bajas de las semanas precedentes, se largaron a efectuar compras.

Además, pesó el reporte sobre los embarques estadounidense; en su informe semanal sobre la inspección de embarques, del 17 al 23 de marzo, el USDA publicó despachos de soja por 888.707 toneladas, por encima de las 719.532 toneladas de la semana anterior.

Este dato fue un buen puntapié.

Ahora, el problema puntual para los precios se resume en dos cuestiones.

El primero es el desarrollo de la cosecha en Brasil, que avanza a buen ritmo.

Al respecto, la consultora AgRural, al relevar tal avance, estimó el 70% del área apta, contra el 62% de la semana anterior y el 75% de igual momento del año pasado.

Y por supuesto, el segundo es la demanda china; quién sabe dónde se oculta.

En suma, el horizonte no está para nada soleado.