Hace 15 años, en Río Cuarto nació Bio4, una empresa en la que productores de la zona industrializan maíz para generar energía. El objetivo era darle valor agregado a la producción primaria. Pero su impacto fue mucho mayor.

En 2018, junto con un representante de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), este grupo fue a conocer Silicon Valley, el famoso parque tecnológico estadounidense donde nacieron Facebook, Google y Uber. Tiempo después recorrieron Israel.

Así fue surgiendo la idea de que Río Cuarto podía generar un ecosistema agtech (tecnologías para el agro), no sólo con sus propias startups (emprendedores de base tecnológica), sino también atrayendo a otras empresas del rubro.

Actualmente, ya tiene una treintena de startups que desarrollan tecnologías y servicios para la actividad agroindustrial; tres universidades (a la UNRC, se suman la Siglo 21 y la Universidad de Mendoza) que dictan carreras de grado, y un fondo de venture capital (inversiones de riesgo), Pampa Start, a través del cual productores invierten dinero para incubar y acelerar emprendimientos tecnológicos.

Parte activa en este proceso es la Agencia Córdoba Innovar y Emprender, que nació a finales de 2017 con una filial en esta ciudad, impulsada por Roberto Urquía, titular de Aceitera General Deheza (AGD), desde donde se vienen impulsando emprendimientos sobre agroalimentos y tecnologías.

“En 2020 iniciamos el Hub de Innovación Agtech y el lanzamiento se hizo en Río Cuarto, esto fue un hito importante”, resalta el presidente de la Agencia, Diego Casali.

Junto con el Ieral, de la Fundación Mediterránea, la agencia relevó que existen 55 startups en Córdoba. La entidad viene trabajando con 23, de las cuales 15 son de Río Cuarto.

En el marco de sus programas, se relanzó la Incubadora Identidad Emprendedora (IDe), un centro especializado en agtech de la Municipalidad de esa ciudad, y se ayudó a crear Pampa Start Venture Capital.

“Río Cuarto ha generado un ecosistema propio, donde startups e inversores están traccionando en favor de un mismo fenómeno”, agrega Casali.

Junto con el Ministerio de Agricultura, la Agencia viene reuniendo en talleres a emprendedores tecnológicos con productores agropecuarios para generar ideas. A su vez, mantiene contactos para hacer alianzas internacionales con los programas Impulsa Colombia y con Colaboragro, de Israel, para vincular startups.

UN NUEVO CLÚSTER EN RÍO CUARTO

En este contexto, se sumó recientemente Hub4 Agroinnovación, un clúster de empresas, startups y emprendedores especializado en agtech y que cuenta con 16 participantes; en algunos casos, compartidos con la Agencia. Cada uno tiene entre 10 y 15 integrantes, mayormente profesionales.

Los emprendimientos deben estar relacionados con estos cuatro verticales: ganadería, agricultura, sustentabilidad y biotecnología.

Álvaro Fernández, presidente de este clúster, explica: “El plan es compartir etapas, problemáticas y desafíos para encararlos de una manera conjunta. Generamos empleo de alto valor agregado y queremos ayudar a contener este talento local”.

Buena parte de sus integrantes ya levantaron rondas de capital entre inversores ángeles locales y algunos ya están mirando hacia el exterior.

Uno de ellos es la empresa de Fernández, Seed Matriz, que ha desarrollado un tratamiento que recubre a las semillas y mejora sus cualidades. El año pasado se empezó a vender en el país y ya tiene en vistas abrir una empresa en Saint Louis, Estados Unidos, para vender su producto en ese mercado a partir de 2024.

EL MERCADO ES EL MUNDO

Si bien la mayor parte de estas startups nacieron con la idea de aplicar estas tecnologías a la producción agropecuaria de Río Cuarto y su zona de influencia, la mayor parte entiende que el verdadero mercado es el mundo.

Este es el caso de Manuel Ron, cofundador de Bio4, de Hub4 y, ahora, de una nueva startup, Carbon Neutral+, una plataforma que ayuda a las pymes a conocer la huella de carbono y a compensar su actividad a través de bonos de carbono certificados internacionalmente.

Con una docena de personas, ya tiene operaciones en Latinoamérica, España y Eslovenia, y ahora quiere poner un pie en Estados Unidos.

“Parece una coincidencia, pero a lo largo del tiempo cada uno de estos puntos se fueron uniendo para convertir a Río Cuarto en un ecosistema que atrae a emprendedores. Así como en distintos cultivos somos muy competitivos y estamos ocupando lugares de liderazgo en el mundo, podemos generar cada vez más conocimiento y más valor agregado a través de la tecnología”, resalta Ron.

Sergio Bonansea, fundador de Ceres Demeter y ganador del premio Córdoba Empresaria 2021 de La Voz, hace biotecnología para desarrollar estimulantes e insecticidas para el agro que mitigan los efectos nocivos de los productos químicos tradicionales.

La empresa trabaja para los fabricantes de semillas, a través de los cuales su producción llega a Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia.

“En Río Cuarto vos salís a la calle y te encontrás con un productor agropecuario. Las universidades aportan sus profesionales y esto genera un microclima entre productores y empresas. Los emprendedores estamos muy comprometidos y trabajamos muy fuerte para validar nuestros productos, pero este ecosistema tiene que salir afuera, a la región y al mundo”, sostiene Bonansea.

Por el lado de los inversores, Juan Ninfea, director operativo de Pampa Start, coincide en esta visión.

“Entre todos los actores queremos que Río Cuarto sea un referente latinoamericano. El ecosistema agrotecnológico ya existe; está ubicado en rutas nacionales importantes; tiene presencia de grandes cadenas agroindustriales; tiene tres universidades generando talentos que antes emigraban y que ahora piensan en su propio emprendimiento vinculado con el agro”, resalta.

Pampa Start cuenta con la participación de inversores tecnológicos como Luciano Nícora (Endavor Argentina) y Rafael Ibáñez (IncluIT). El primer fondo se gestó de “boca en boca”; recaudó U$S 1,7 millones entre productores de Río Cuarto, General Roca y Roque Sáenz Peña. Inyectó capital, entre otras, en la firma riocuartense Mercado GenGanar. Este año, prepara un nuevo fondo por U$S 10 millones.

“El productor sabe que invertir en startups es un riesgo, pero es invertir en I+D (investigación y desarrollo) de tecnologías que van a aplicar ellos mismos, pero que tienen potencial para crecer en Latinoamérica y el mundo”, resalta.

LAS EMPRESAS DEL ECOSISTEMA

Entre las compañías que trabajan con la Agencia Córdoba Innovar y Emprender, están:
Agro24. Simplifica la compra de insumos para productores.

Aminutric Arg. Agrega valor a desechos industriales, utilizándolo para agricultura y producción de alcohol.

Bajoriego. Monitorea cultivos bajo riego con sensores de suelo y estaciones agromet.
Bastó. Caravana inteligente que monitorea, contiene y mueve el ganado entre corrales.
Biofeedtech. Fabrica probióticos para la industria agroalimentaria.

Carbon Neutral+. Automatiza los procedimientos para convertirse en una firma carbono neutral.

Ceres Demeter. Soluciones biotecnológicas para la producción agropecuaria.

Coruja. Redefine procesos tradicionales de la industria textil.

GenGanar. Mercado online para la genética bovina, con foco internacional.

Seed Matriz. Tratamiento de semillas de maíz para mejorar la siembra y el crecimiento de la planta.

Siembro. Crédito rápido y accesible para el productor agrícola y ganadero.
Tracestory. Tecnología para compartir información entre los actores de la cadena aplicando blockchain.

Vetkiosk. Sistema automático para mejorar la nutrición y la sanidad de los animales.

Soilutions. Cultiva microalgas en condiciones controladas para producir biofertilizantes foliares con extractos enzimáticos.

El Hub4 Agroinnovación tiene algunas de las anteriores empresas y startups como IOT Animal, Joaquín Piedrabuena, Orbely, Roberto Alejandro Rossi, Biomic, NPKS Agriculture, Bioelectrify, Pampa 4, Decoube, Malma, Jopri, Hidro Green, Agrohub, Agrobait, Softselection y Club Agtech.

Fuente: La Voz