Durante la reunión conversaron sobre la crítica situación productiva que están atravesando ambas provincias y determinaron qué medidas son necesarias para aliviar a los productores.

Con respecto a Corrientes plantearon estar atravesando "uno de los peores momentos históricos de la actividad agropecuaria de los últimos 50 años", en la que los correntinos necesitan que la agenda pública priorice esa situación.

Además, expresaron que "por tercer año consecutivo estamos pasando por una sequía devastadora. Las aguadas naturales se secan diariamente, los arroyos y ríos reducen estrepitosamente sus niveles, las napas disminuyen sus caudales, los cultivos se mueren, los animales reducen aceleradamente su condición corporal, y la mayoría de las actividades productivas han ingresado en un estado de parálisis".

A esta catástrofe se le suman las desacertadas políticas nacionales, que no hicieron más que agravar la fragilidad para afrontar esta situación: múltiples tipos de cambio, presión tributaria asfixiante, trabas comerciales e impulso de una excesiva burocracia estatal.

Es por eso que solicitaron ser escuchados y "atendidos por los gobiernos Provinciales y Nacional y que los mismos tomen las medidas necesarias urgentes.

En tanto los productores misioneros se refirieron a los "efectos negativos en las diferentes actividades productivas como consecuencia de la grave sequía". Con relación a la exportación de madera, té y yerba expresaron "las graves consecuencias que genera en los productores el tipo de cambio no competitivo".

También se refirieron a la existencia de ciertas aduanas interiores producto de la existencia de tributos interprovinciales que encarecen los costos y hacen menos competitivo los productos elaborados en Misiones. "Es imperioso recuperar competitividad mediante políticas provinciales que permitan disminuir el costo de insumos (distorsionados por los impuestos internos, IIBB)".