Introducción

Este informe presenta estimaciones actualizadas de márgenes para un sistema de producción intensiva de 500 madres (teórico), que se lleva adelante en establecimientos con distintos niveles de eficiencia, tanto en conversión alimenticia como en kilos producidos por cerda madre año, y que se emplazan en localizaciones alternativas. La intención es mostrar qué sucede con el resultado económico de las granjas cuando se modifica la eficiencia productiva con la que logran gestionar el negocio y/o cuando se presentan diferencias en los precios de compra de las materias primas que constituyen la base de alimentación de los animales (maíz, harina de soja). Los modelos productivos son estimados a precios de mercado, relevados por IERAL de fuentes secundarias y/o generados vía consultas a actores del sector.

Con respecto a la conversión alimenticia se plantean tres posibles situaciones (valores promedio): 2,5, 2,8 y 3,1 kilos de alimento por kilo de capón producido. En cuanto a la productividad por madre, también son tres los casos alternativos: 2.563, 3.536 y 4.116 kg/madre/año. Finalmente, respecto a la localización, se suponen tres posibles emplazamientos, Rosario, Marcos Juárez (sudeste de Córdoba) y Malena (sur de Córdoba), los que se asocian cada uno de ellos a una determinada distancia del centro de formación de precios de granos y/o sus derivados (puertos Rosario).

Nótese que de los supuestos de eficiencia definidos surgen 9 escenarios o situaciones, casos en los que las granjas diferirán ya sea en sus costos, en sus ingresos y/o en ambas variables, y que por ende determinarán otros tantos resultados económicos. Con esta simulación se espera poder cubrir la variabilidad que seguramente existe en materia de eficiencia a nivel de granjas “reales”; no puede desconocerse que en el mercado conviven granjas que logran estándares muy elevados en materia de conversión y productividad por madre con otras que, por motivos varios, vinculados seguramente a debilidades de gestión, no alcanzan niveles tan satisfactorios en estos parámetros (o los logran, pero no consiguen mantenerlos).

Si bien se presentarán los resultados económicos de los nueve casos definidos, el análisis detallado focaliza en 3 de los 9 casos posibles:

1. Granja que logra conversión alimenticia de 3,1 kg/alimento por kg/capón y 2.563 kg/madre/año. Este caso se referirá como el de “eficiencia baja”.

2. Granja que logra conversión alimenticia de 2,8 kg/alimento por kg/capón y 3.536 kg/madre/año. Se trata del caso de la “eficiencia media”.

3. Granja con conversión alimenticia de 2,5 kg/alimento por kg/capón y 4.116 kg/madre/año. El caso de la “eficiencia alta”.3

En el caso de la localización, y a los efectos de simplificar, se presentarán los costos de 3 casos, aquellos que se corresponden con granjas de “eficiencia media” según la definición anterior.

Los ingresos

Los ingresos de las granjas dependen de la venta de los kilos de capón producidos, así como también, aunque en mucha menor medida, de la venta de animales de refugo. Para determinar los ingresos se tienen en cuenta los distintos casos planteados en materia de productividad por madre y en lo que hace a precios de venta, se supone una comercialización a precio máximo promedio mensual del capón tipificado, según informa periódicamente el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.5

En la primera mitad del 2020 el sector enfrentó un contexto muy adverso en materia de precios, con valores declinantes incluso en términos nominales. Afortunadamente para la actividad, la situación mejoró en la segunda parte de ese año y los valores recuperaron terreno con fuertes subas; la tendencia continuó siendo positiva, tanto en términos nominales como reales, hasta casi fines de ese año. En el cierre del 2020 y en los primeros meses del 2021 los precios siguieron mejorando en términos nominales, pero con subas pequeñas que, en un contexto inflacionario, significaron un ajuste importante en términos reales: el capón, que había terminado el 2020 en casi $302 / kilo (a precios de hoy), bajó hasta $262 en julio del 2021. Desde agosto del 2021 hasta fines de ese mismo año, la evolución del mercado fue positiva para las granjas, con precios que se recuperaron llegando hasta los $318 / kilo.

En el 2022 la figura que han realizado los precios se asemeja mucho a la del año pasado, un retroceso importante en poder de compra en el primer semestre, con un capón que llegó a bajar hasta los $259 / kilo en junio y una recuperación desde entonces, con un pico en setiembre de $296 / kilo y un leve retroceso en octubre ($290 / kilo).

Teniendo en cuenta la venta de madres y padrillos de refugo, y ajustando precios por inflación (valores en términos reales), los ingresos en octubre se habrían ubicado en $295,9 por kilo, un -4,2% por debajo del número alcanzado en el mismo mes de 2021, y un 11,8% por debajo del pico alcanzado en octubre 2020 ($334,6).

Los costos

A mediados del segundo semestre del 2020 se observa una importante suba de costos (en términos reales) en la actividad de producción de cerdos; una granja de eficiencia media, localizada en el interior de Córdoba, a 450 km de los puertos de Rosario, que operaba a un costo medio de $210 / kilo en junio de ese año (a precios de octubre 2022), pasó a un gasto de casi $270 / kilo al mes de noviembre. Los costos se mantuvieron en niveles altos durante casi todo el primer semestre de 2021, pero bajaron en los meses siguientes, para ubicarse en torno a los $240-245 / kilo. En el 2022 se repitió el ciclo de precios al alza en primer semestre ($250-255 / kilo), con descenso en la segunda mitad del año, particularmente durante los meses de julio y agosto. Para octubre, en esta granja de eficiencia media, se estima un costo de $235 / kilo, 85% por encima del mismo mes del año previo en términos nominales, y 2% por debajo en términos reales. Para el mismo mes de referencia, el costo medio en una granja de eficiencia baja localizada también a 450 km del puerto de Rosario se aproximaba a $275 / kilo, mientras que el de una granja de eficiencia alta (o muy alta) en $211 / kilo.

El alimento que consumen los animales es el componente de mayor incidencia sobre los costos totales, con una ventaja muy importante respecto al resto de ítems. Desde fines del 2020 hasta la actualidad, el gasto en alimentación viene teniendo una participación que oscila en torno al 68%, subiendo de este nivel cuando los precios de las commodities se encarecen en términos relativos o descendiendo cuando sucede lo contrario. En octubre de este año la participación se ubicó en el 68,4%, varios puntos porcentuales por encima de octubre 2021 (64,8%).

Las amortizaciones constituyen el segundo ítem en términos de importancia en octubre de 2022 representaban entre el 7,5% y el 9,2% de los costos totales (dependiendo de la eficiencia de la granja), este concepto junto al del uso de la tierra7 y sanidad e inseminación se han abaratado en gran medida en términos reales y han disminuido su participación. Por su parte, la alimentación y fletes y guías, crecieron en participación y en términos reales. El componente “sanidad e inseminación” presentó una disminución real del -31%, mientras que, el componente “fletes y guías” presentó el aumento más significativo (+19,5% interanual, a valores constantes de oct-2022).

Los resultados económicos

En este apartado se presentan estimaciones de resultados económicos. Se utiliza el concepto de márgenes netos por kilo vendido. Este indicador de beneficios surge de descontar de los ingresos por venta de capones y animales de refugo, todos los costos, incluyendo las amortizaciones, los impuestos (salvo el Impuesto a las Ganancias) y un costo de oportunidad de la tierra que ocupan las instalaciones de las granjas.

Las estimaciones muestran que los márgenes son altamente sensibles al nivel de eficiencia de la granja; en octubre de 2022 los establecimientos de eficiencia baja logran márgenes de $23,5 por kilo producido, mientras que los de eficiencia alta márgenes de $84,3 / kilo. Puede notarse que hay $60,8 de diferencia entre los extremos. A su vez, la granja de eficiencia media, probablemente más representativa de muchos establecimientos del país de ese tamaño (500 madres y más), muestra un margen positivo de $60,4 por kilo.

No puede dejar de mencionarse que, desde que se realiza esta medición de resultados económicos, se identifica un patrón estacional en la evolución de los márgenes. Estos descienden durante los meses de otoño / invierno (particularmente mayo, junio, julio), para recuperarse luego hacia fines del año.

Es interesante comparar los márgenes medios logrados en lo que va del año con los de años previos.

En el año 2019 las granjas de menor eficiencia registraron un margen promedio mensual estimado de $5,4 por kilo producido (a precios constantes de oct-22), equivalente al 2,1% de los costos totales, con 4 meses (enero, marzo, mayo y junio) de márgenes negativos. Por su parte, las granjas de eficiencia media y alta presentaron márgenes positivos durante todo el año, con un promedio mensual de $41,6 y $63,7 por kilo de capón producido (a valores de oct-22), montos que representaron un 19,4% y un 33,2% del costo total, respectivamente.

El año 2020 estuvo marcado por una fuerte volatilidad. Las granjas de menor eficiencia comenzaron con márgenes positivos de alrededor de $14,5 por kilo, luego cayeron a terreno fuertemente negativo entre mayo, junio y julio (llegando a -$50 a valores de oct22) para recuperarse con fuerza a partir de allí hasta tocar un techo de $48,8 en septiembre; el margen promedio mensual 2020 se ubicó finalmente en $2,2 por kilo (0,8% del costo total). Una evolución similar se observó en los márgenes de granjas de eficiencia media y alta, aunque la mejor performance alimenticia y productiva les permitió mantenerse en terreno positivo durante todo el año, con la única excepción del mes de junio para los establecimientos de eficiencia media (con una pérdida de $13 por kilo). El margen promedio de los establecimientos más eficientes fue de $65,2 por mes (31,2% del costo total), medidos a valores de octubre 2022, y el de los de eficiencia media fue de $41,1 (17,6% del costo).

En el 2021 las granjas de eficiencia baja enfrentaron en promedio márgenes estimados de $4,8 por kilo producido (equivalentes a 1,6% de los costos medios mensuales), ubicándose en el promedio año en terreno positivo, pero con todo un primer semestre de márgenes negativos. En cuanto a las granjas de eficiencia intermedia y alta, enfrentaron márgenes positivos a lo largo del año y lograron en promedio $45,1 y $70,9, respectivamente. Nótese el similar comportamiento para los valores promedio de esta variable en 2020 y 2021.

Finalmente, los 10 primeros meses de este año comparan bien respecto de similar período del 2021. Las granjas de eficiencia baja lograron en promedio márgenes de $6,2 por kilo comercializado, las de eficiencia intermedia $44,1 / kilo y unos $68,9 / kilo las de eficiencia alta; en todos los casos, mejorando los promedios del 2021. Particularmente para el mes de octubre los valores fueron de $23,5, $60,4 y $84,3, respectivamente, y en este caso los márgenes se ubicaron por debajo del mismo mes del año pasado. 

Cuando se combinan todas las combinaciones posibles entre los tres niveles de conversión alimenticia (kilos de alimento por kilo de capón) y los tres de eficiencia productiva (kilos por madre por año), surgen 9 tipos de granjas según su nivel de eficiencia (hasta aquí se venían discutiendo y presentando sólo 3 de estos casos, la granja que combinaba menor conversión y menor eficiencia, la que combinaba mayor conversión y mayor eficiencia, y una tercera que combinaba parámetros intermedios). En el gráfico siguiente se muestra la evolución de los márgenes de estas 9 granjas posibles según grado de eficiencia. Algo interesante para notar es que, en la actualidad y desde hace unos 4 meses, ninguna de las granjas estaría con márgenes netos negativos. También puede advertirse la estacionalidad de este año es muy parecida a la del año pasado y también similar, aunque menos marcada que la del 2020.

Costos y márgenes según localización de la granja

Focalizando en granjas de eficiencia intermedia, en esta sección se indaga en las posibles implicancias sobre costos y márgenes según la ubicación geográfica del establecimiento. Se entiende que la localización de la granja influirá en el precio que ésta deberá pagar para acceder a dos componentes claves en la dieta alimenticia de los animales: a) maíz; b) harina / expeller de soja.

En el documento se trabaja con el supuesto que, en zonas de fuerte producción agrícola (Córdoba, Santiago del Estero, Santa Fe, Buenos Aires), una mayor distancia entre la granja y los puertos de Rosario reduce el costo de acceso a las materias primas en una magnitud equivalente al costo de traslado de los productos entre esos puntos.9 Para determinar dichas variaciones, se toman como referencia las siguientes locaciones y supuestos10: a) Rosario, emplazamiento que no incluye descuento de flete para las materias primas respecto de sus precios FAS Rosario; b) Malena, incluye un descuento equivalente a un flete de 450 km; c) Marcos Juárez, incluye un descuento equivalente a un flete de 150 km.

Como era de esperar, la granja emplazada en Malena presenta el menor costo total entre las sensibilizaciones realizadas, al ser la de mayor distancia a los puertos de Rosario, con un costo total por kilo de $236 en el mes de octubre; le sigue Marcos Juárez con $240 por kilo y finalmente, Rosario con el mayor valor, de $249 por kilo. Nótese que hay $9 de diferencia por kilo producido (+4,2%) entre una granja que paga precios “llenos” de materias primas (cercanía de Rosario) y otra que paga precios “descontados” por tarifas de fletes de una distancia de entre 400-500 km (sur o norte de Córdoba), para similar eficiencia productiva y demás costos de inversión y funcionamiento.

En términos de márgenes netos, la granja de eficiencia media localizada en Malena tuvo un MN de $60,4 por kilo en octubre de 2022, mientras que la misma granja, pero emplazada en Rosario de $50,6, es decir, por una localización menos ventajosa los márgenes netos de la segunda se vieron reducidos en un 16% respecto de la primera.

En síntesis, una localización más ventajosa en términos de costo de materias primas podría compensar (en menor o mayor proporción) debilidades en materia de eficiencia productiva, o también podría pensarse desde el lugar opuesto, una desventaja de localización exige a una granja mayor eficiencia productiva (particularmente de conversión alimenticia) a los efectos de lograr resultados económicos similares a los de una granja con mejor acceso a las materias primas.

Queda pendiente a los efectos de completar el análisis de la influencia de la localización sobre el resultado económico de las granjas, lo que respecta a los precios “en tranquera” que se logran en la venta de los animales, que podrían diferir en función de la capacidad de pago de frigoríficos regionales y de las condiciones generales (de oferta y demanda) en la que operan los sub - mercados al interior del país (alguna granja en alguna localización podría estar recibiendo precios mayores/inferiores a los que se definen en el trabajo).

Por Juan Manuel Garzón y Martina AbducaFuente: IERAL