De acuerdo datos proporcionados por la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA), en agosto de 2020 la faena de bovinos estuvo ligeramente por debajo de 1.2 millones de cabezas, un 3% menor a la del mes anterior. En los primeros ocho meses de este año, se sacrificaron 9.3 millones de bovinos, 4% más que en igual lapso del año pasado. La faena tuvo un cambio resaltable: una tendencia descendente en la participación de hembras y una mayor contribución de machos. Aunque la alta concentración del total sacrificado en animales jóvenes conspira contra una mejora sustancial en el peso medio, el efecto de esta composición de la faena también contribuyó a su alza.

“Al relacionar el total sacrificado en agosto con la cantidad de días hábiles, se advierte que estuvo por encima del mes precedente y fue similar a la del mes de mayo, en que la faena subió un escalón luego del retroceso verificado en los primeros meses de 2020. En el segundo cuatrimestre de 2020, la faena recuperó el nivel promedio alcanzado en los últimos cuatro meses de 2019”, comentó Mario Ravettino, Presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC).

“En el inicio de 2020, la actividad en las plantas de las empresas asociadas se vio afectada por los efectos del COVID 19, en un principio concentrados en el mercado chino. Posteriormente, sus efectos se fueron difundiendo sobre otros mercados externos y la situación local. Entre enero y agosto de 2020, en los establecimientos asociados se sacrificaron 2.5 millones de cabezas, alrededor de 250 mil cabezas menos que el acumulado en igual lapso del año pasado, lo que llevó su contribución al 27.3% del total, casi 4 puntos menos que en 2019”, destacó Ravettino.

Durante abril y mayo, la composición de la faena acusó un aumento en el número y en la participación de hembras dentro del total sacrificado llegando a representar el 50% del total. A partir de entonces, esta tendencia se ha revertido y en agosto la proporción se redujo al 45%. La caída se ha centrado en las vacas y dentro de éstas las más añosas. Paralelamente, hubo un aumento en la faena de novillitos y en menor medida de novillos.

De esta forma, se consolida una mayor contribución de machos dentro de la faena nacional, una modificación importante en relación a los últimos años. A agosto de 2020 se habían sacrificado 14.2 millones de cabezas, 817 mil cabezas más que en los doce meses cerrados en agosto de 2019. En este crecimiento, los machos aportaron 648 mil animales. Si bien las cifras no son de magnitud, revelan una composición mucho más saludable de la oferta ganadera.

La modificación en el sistema de tipificación ya lleva más de doce meses lo que permite analizar con mayor detalle la composición de la faena de bovinos a través de los datos proporcionados por sexo y dentición.

En el caso de las hembras, en 2020 se observa un cambio de tendencia en la faena. Al analizar la clasificación por dentición, se verifica que la reducción en su número total fue acompañada por una baja más acentuada en vacas, especialmente aquellas tipificadas con 8 y más de 8 dientes, y con una mayor incidencia de vaquillonas. En los primeros siete meses de 2020, el peso medio de las hembras sacrificadas fue de 206 kg por cabeza.

Como contrapartida, en los machos creció el número de sacrificados con un aumento relativo en la participación de los animales de menos de 2 dientes. Estos representaron un 61%, 5 puntos mayor que en 2019; así como también de animales de hasta 4 dientes (23%). Entre ambos concentraron el 83% de la faena de machos. El peso medio del total fue de 242 kg por cabeza, con datos a julio último.

En la faena total hubo un incremento relativo en el número de animales tipificados en los dos extremos (con 2 y 4 dientes y de 8 y más dientes), factor en el que primó la evolución de la faena de hembras con una reducción relativa de las tipificaciones intermedias. Mientras que en 2019, el 70% del total de animales tipificados tenía hasta 4 D, a agosto último esta proporción pasó a ser del 73%.

En lo que respecta al Peso Medio, la alta incidencia de animales livianos determina que el peso medio de la faena total sea reducido, comparado con el de otros países productores del mundo, tan sólo 225 kg por animal. No obstante, debe destacarse que los recientes cambios registrados en la composición de la faena han determinado una relativa mejora en este indicador. En julio último ascendió a 229 kg/cabeza y seguramente habrá superado esa cifra en agosto, para lo que aún no contamos con información.

La faena registrada en agosto de este año tuvo un nivel similar a los meses de agosto de 2018 y 2019. Mientras que superó en un 6% al promedio 2002-2019, es 10% inferior a la media del quinquenio 2005-2009. El acumulado en el ciclo 2019/20, cerrado en el mes de agosto con un total de 14.2 millones de cabezas, es un 2% menor a la media verificada en 2005-2009.

“La producción de carnes bovinas se estima en el orden de 2.1 millones de toneladas entre enero y agosto de este año, 4% mayor a igual lapso de 2019. Este nivel ha permitido sostener las exportaciones y el abasto del mercado local. En términos anualizados, el consumo per cápita de carnes bovinas fue equivalente a 52 kg por habitante/año, una cifra similar a la de 2019”, concluyó el presidente del Consorcio.

Fuente: Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas