Pese a las lluvias, que hicieron temer sobre el éxito de la próxima cosecha, ahora con un febrero más razonable, las estimaciones de producción son muy positivas.

La superficie destinada a maíz y soja sería algo mayor a la del año pasado. Pero con una diferencia sustancial: en esta temporada, la sequía no ha golpeado. Y las lluvias, que hicieron temer lo peor, desde fines de enero han comenzado a comportarse adecuadamente.

El Niño sobre la agricultura pampeana está resultando, pese a todos los problemas y traumáticos sucesos, favorable para la producción en general. Es probable que ella llegue a superar el nivel de 130 millones de toneladas, tomando en cuenta el trigo, maíz, sorgo, girasol, maní, la soja y cebada.

Seguramente, el volumen de soja, después de la cosecha, llegará a 53/54 millones de toneladas. ¿Por qué este optimismo? Pues si, bien hay lotes para llorar, hay muchos otros con excepcional apariencia.

Las sojas de primera atraviesan etapas reproductivas de R4 a R6 con excelentes expectativas.

Lamentablemente, en un cuadro paradójico, en vastas regiones del sur de Buenos Aires y La Pampa se observan deficiencias en el nivel de humedad, que podrían impactar sobre el crecimiento y desarrollo del cultivo.

Algo similar ocurre con el maíz. Se estima que alrededor del 60% está en condiciones entre buenas y excelentes.

Pensar en una cosecha de 45/47 millones de toneladas de maíz no parece ser una cuestión de imaginación.

Aproximadamente un 60% de la producción correspondería a siembras tardías. ¿Qué significa esto? Pues que más de la mitad del volumen entraría al circuito comercial, cuando la cosecha se produzca a partir de fines de mayo. Es decir que en junio, habrá un enorme volumen, con sus consecuencias sobre el precio interno, pues además estará la cosecha de Brasil.

La balanza comercial -y la economía en general- se aprestan a ingresar en un tiempo de relativa bonanza, luego de los duros meses del segundo cuatrimestre del año pasado e inicios del presente.

Los datos publicados recientemente por el USDA confirman la baja en la producción global de soja, a consecuencia fundamentalmente de menores rindes en Brasil, por los problemas de sequía que ha sufrido.

Habrá que ver cómo siguen los cultivos en el país vecino y, en caso de confirmarse nuevas bajas, los precios de la soja deberían reaccionar en suba.

Por ahora, tenemos las estimaciones más confiables. Por ejemplo, INTL FCStone proyecta una baja de 4 millones de toneladas respecto al cálculo del mes pasado cuando era 112.2 millones. Así, también, Informa redujo el nivel a 117.5 millones. Se trata de una reducción de 1.7 millones respecto al mes anterior.

A su vez, el USDA publicó sus estimaciones el 8 de febrero pasado. ¿Novedades? Si las hubo: muestra bajas en la producción de soja para Brasil. Respecto al mes anterior, la caída es de 5 millones de toneladas. Ahora calcula una producción de 117 millones.

Cerca del 35% de la superficie ya habría sido cosechada.

Lo que vale destacar acá es que las estimaciones privadas tienden a estimar un volumen inferior al del USDA, como es el caso de INTL FCStone. Dentro de este grupo, están las asociaciones de productores, como así también algunas consultoras internacionales y locales.

La desgracia de Brasil es la bonanza de nuestro país. Es duro, pero es así…