A pesar de que han pasado tan sólo algunos días del acto eleccionario del último domingo 25 de octubre, en el ambiente agropecuario se siente un aire fresco que invade a todos y cada uno de los que tienen algo que ver con el sector que más dinero genera y mueve en nuestro país. De repente la opinión de aquellos que se encontraban inmersos en el peor de los escenarios futuros, hoy encuentran una salida, en vísperas del cambio de gobierno que ocurrirá el 10 de diciembre.

Notablemente, la posibilidad de que el próximo Presidente sea el señor Mauricio Macri ha generado una importante sensación de esperanza, cambio y solución a los múltiples inconvenientes que sufre desde hace 8 años el campo argentino. Y no sabemos qué hubiera pasado si Daniel Scioli hubiera ganado en la primera vuelta o si la diferencia con el segundo, que origina la posibilidad del ballotage, hubiera sido más grande. Pero todos entienden que la continuidad que propone todavía hoy Scioli, significa seguir en vigencia todas las medidas erróneas que llevaron al sector agropecuario al actual estado de desesperación ante la catarata de empresas que están cerrando fundidas o porque el negocio no rinde lo suficiente como para continuar invirtiendo.

Como el campo necesita libertad en los mercados, libertad en la toma de decisiones de que producir, libertad en las importaciones e importaciones, libertad para poder comprar o vender cualquier moneda extranjera del mundo, es que el candidato de Cambiemos genera una imagen más amigable con estos conceptos, que el candidato del oficialismo. Cuando el lunes volaron hacia arriba las cotizaciones de las acciones de empresas argentinas (en Wall Street hubo subas de hasta 20% en un solo día) quedó demostrado que no tan sólo los argentinos entienden que lo que puede comenzar a ocurrir a partir de la asunción de Macri como presidente, sería muy coincidente con los preceptos antes vertidos y con la posibilidad de tomar las medidas necesarias para salir adelante ante el “parate” impresionante en que se encuentra el mundo agropecuario nacional.

“Parece mentira, pero hemos recibido llamados de inversores extranjeros preguntando precios de los campos” indicaba sorprendido un importante bróker inmobiliario.

Cuando existe esperanza y confianza en un gobierno, la economía se impulsa a terrenos beneficiosos para todos. Por esto es que se entiende que cuando asuma el nuevo gobierno y siendo este de la oposición, la Argentina tomará rápidamente un rumbo positivo en su economía, en sus finanzas y en su sociedad. Que existan ya consultas para invertir en campos de nuestro país es muy importante. Como lo es también que muchos productores están viendo la posibilidad de seguir invirtiendo en el sector ganadero, estimando que este negocio comience nuevamente a ser rentable.

Si se libera el tipo de cambio, se quitan las restricciones a las exportaciones e importaciones, se disminuye la presión fiscal, se quitan o disminuyen las retenciones a las exportaciones, se transparentas los mercados a través de la libertad de los mismos, todos los que componen el sector agropecuario se verán fuertemente beneficiados. Y no sólo los grandes sectores de la agricultura y la ganadería, sino también todas y cada una de las producciones regionales de nuestro país.

Que satisfactorio es abrir una ventana y sentir que entra el aire fresco.

Aprovechemos esta ventana que se podría estar abriendo a partir del 22 de noviembre.

Por Alejandro Ramírez - Analista Agropecuario
Fuente: De todo un poco Agro