El Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) advirtió sobre las "señales de alerta" en cuatro áreas clave de la coyuntura económica argentina: la actividad productiva, la inversión, la persistencia de tensiones inflacionarias y la situación fiscal de las provincias, sectores que se vienen deteriorando y cuyo comportamiento venimos siguiendo enUrgente24 pero que en conjunto muestran que la fortaleza del ‘modelo’ se ha resentido seriamente y no cuenta con las herramientas del 2009 para resistir la crisis internacional.
"El problema de coyuntura es que, si bien el efecto de la crisis financiera internacional es menor al registrado en los años 2008/2009, algunos de los pilares con que la Argentina enfrentó aquella emergencia, se han debilitado", evaluó el Instituto en su informe.
Al respecto, mencionó un mayor déficit fiscal, menor superávit en la Cuenta Corriente del Balance de Pagos, al tiempo que destacó que se mantienen "las tensiones en los costos y precios" y el tipo de cambio real "se ha revaluado".
Aquí se asiente la ata inflación que vaticina un escenario de estanflación junto con la recesión en la actividad general producto de la desaceleración en ramas clave de la industria.
El Gobierno nacional no ha logrado resolver el problema de la inflación, menos reconocerlo. Incluso la desaceleración antes mencionada podría llegar incluso al consumo.
En cuanto al tipo de cambio se sigue ampliando la brecha entre el dólar ‘libre’ y el oficial, lo cual genera incertidumbre en el sector externo y sumado a la inflación, el atraso cambiario.
Para el IAEF, el escenario internacional es más complejo que el de 2010-2011, pero no alcanza todavía "la gravedad" del 2008-2009.
Sin embargo, aseveró "la situación de la Argentina luce levemente más débil que la que mostraba en el segundo trimestre de 2008".
"La Argentina enfrenta una tormenta que promete no ser tan intensa como la del año 2008 pero con una nave más desarbolada", graficó.
De acuerdo con el diagnóstico de la institución, la primera señal de alerta es "la desaceleración e inclusive el retroceso en la actividad productiva" de sectores productores de bienes como el agro, la industria y la construcción debido distintos factores como cuellos de botella por falta de insumos; sequía, menor demanda interna (por desconfianza de consumidores) y externa (por Brasil).
"Esta tendencia se profundizó en el segundo trimestre y fue, en parte, compensada con el crecimiento de sectores productores de servicios personales y otros", sostuvo.
Sobre la desaceleración de las áreas clave de la industria ya hemos hecho varias referencias en Urgente24. La Construcción y el sector automotriz, otrora motores de la industria, desde fines de 2011 comenzaron a frenar su crecimiento y en el caso de la primera a desplomarse más del 8 por ciento en la última medición del propio Indec.
La desaceleración no solo se agota en la actividad industrial, también empieza a notarse en el consumo.
La segunda luz de alerta del Instituto es "la caída de la inversión" originada por"incertidumbre sobre los precios relativos relevantes, falta de financiamiento, restricciones a las importaciones de bienes de capital", entre otras causas.
Los problemas de inversión son un mal que la Argentina en realidad arrastra desde el default de 2001, pero que la era kirchnerista no ha logrado revertir, por la negativa a reestructurar la deuda con el Club de País –promesa incumplida de Cristina-, previo paso por el FMI, y años de decisiones que desalentaron la inversión extranjera, ahora agravada por las restricciones a las importaciones y las medidas proteccionistas cuyas quejas llegaron a la OMC.
En tercer lugar, "la persistencia de tensiones inflacionarias en un contexto de puja distributiva", y la cuarta señal de alerta "radica en la compleja situación fiscal de las provincias", cuyos ejemplos principales son Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Santa Cruz.
Varias provincias tuvieron que aplicar medidas de ajuste, ‘cuitificación’ del pago de salarios y aguinaldos y emisión de bonos para afrontar los problemas de caja.
Entre los aspectos positivos de la marcha de la economía argentina, IAEF remarcó la disminución del stock de la deuda pública en moneda extranjera.
Por otra parte, el IAEF aseguró que "la baja de la actividad económica en Europa, la desaceleración de los Estados Unidos y de las economías emergentes en general, pero en particular la de China, está afectando negativamente a América Latina a través del freno al comercio de bienes".
El informe planteó que, en el caso de la Argentina, "los efectos negativos serán mitigados por el aumento del precio de la soja, asociado con la sequía que afecta a los Estados Unidos", aunque otros analistas consideran que el precio debería ser mucho mayor a los 600 dólares por tonelada.


