De dónde sacar los US$4.000-5.000 millones necesarios para revertir la decadencia productiva del sector de los hidrocarburos que él mismo ayudo a profundizar, es por estas horas una de las principales preocupaciones del Gobierno Nacional de cara a la reestatización parcial de YPF.
La sola recuperación por parte del estado de la petrolera más importante del
país no basta para aumentar las reservas y la extracción de crudo y gas. Hace
falta dinero. Mucho dinero. Al fin y al cabo fue por falta de inversiones (poco
propiciadas por el kirchnercristinismo) que se llegó a este punto con
importaciones por casi US$10.000 millones y un balanza comercial del sector
deficitaria en otros US$3.000 millones.
Julio De Vido, principal responsable del descalabro energético de estos años
y ahora interventor de YPF, comenzó una ronda de reuniones con distintas
petroleras. Potenciales socios de YPF que pongan lo que hace falta para
recuperar el camino: millones de dólares.
La semana pasada el Gobierno dio a conocer un compromiso de la francesa Total
para incrementar en 2 millones de m3 la producción de gas en Neuquén. Durante el
fin de semana, De Vido estuvo en Brasil para entrevistarse con directivos la
gigante Petrobras y con funcionarios del gobierno de Dilma Rouseff.
El resultado no habría sido el esperado. Petrobras está enfocado en el
desarrollo de sus enormes recursos alojados en el pre-sal, un emprendimiento
offshore que prometen gigantescos volúmenes de petróleo y gas. Además, la
brasileña tendría poca predisposición a entregarle algo más a la Argentina luego
de que ésta le quitará injustamente, a su modo de ver, un área que tenía en
concesión en Neuquén.
La ronda de reuniones continúa este lunes (23/4). De Vido ya se reunió con la empresa Medanito, una petrolera de capitales argentinos. De acuerdo a lo que publica la agencia oficial Télam, la compañía le dijo al ministro que prevé incrementar su producción en yacimiento medianos de petróleo y gas en su área de acción, Neuquén.


