Para el consumo interno, el trigo requiere calidad panadera. Los grandes
volúmenes del cereal que Argentina exportó históricamente, no cumplían con ese
requisito. Sin embargo, el abastecimiento interno (principal argumento del cepo
oficial al mercado local) nunca estuvo en riesgo. Mucho menos ahora, que -merced
a esta medida- dejamos de abastecer a los mercados mundiales y donde los silos
de nuestros campos y acopios están llenos de trigo que día a día pierde calidad.
La perspectiva se agrava aún más, a la hora de asegurar el autoconsumo. A
futuro, los productores están analizando seriamente volver a sembrar el cereal,
desviando sus intenciones a otras alternativas más rentables y novedosas, como
la cebada y las leguminosas, dependiendo de la zona.
De aquí se desprende que -lejos de ampliar la superficie sembrada como
sugiere el acuerdo- estamos en los albores de otro seguro retroceso, que incluso
podría poner en jaque el principal argumento del abastecimiento interno. De aquí
en más, la importación de trigo asoma como otro papelón nacional. Máxime en un
momento donde se instala otra paradoja: cuando más se necesitan divisas, estamos
dejando de percibir U$S 350 millones para las arcas nacionales. (Si a esta
situación le agregamos el maíz, que sigue el mismo camino, la cifra asciende a
U$S 500 millones).
En Argentina se producen de 12 a 15 millones de tn. de trigo, cuando se
consumen realmente 5. El resto se puede exportar, aunque sólo con cuentagotas.
Acopio desbordado
“En los pasados 5 años, nunca llegamos a fin de año con 11,5 millones de
toneladas de trigo y 4,7 de maíz (además de lo que tienen los productores sin
negociar). En 2010 había 9,5 millones de trigo y 2,5 de maíz” analiza el
especialista Carlos Etchepare en el twitter.
Luego del nuevo acuerdo, el Gobierno anunció un nueva apertura de ROES por 2
millones de toneladas. Según el acuerdo esos permisos iban a ser entregados a
aquellos exportadores que le compren a pequeños y medianos productores y que
hayan pagado el correspondiente FAS teórico por trigo condición cámara. “Nada de
todo eso se cumplió. Si hoy querés vender trigo condición cámara te pagan U$S
130 (40 o 50 menos que el FAS teórico) o te buscan algún artilugio para pagarte
U$S 140 o 150 y hacer ver que en vez de ser trigo disponible es trigo a futuro
(mayo o junio), pero en realidad lo tenés que entregar ahora y a ese precio. Y
como el convenio dice que en las operaciones a 90 días el precio es libre,
ninguna operación a menos de 90 días debería estar por debajo del precio del FAS
teórico. Esta parte al menos no se cumple”, le cuenta Etchepare a Campolitoral.
Lo cierto es que al día de hoy, los ROEs entregados desde la firma del
convenio hasta hoy no han involucrado a empresas exportadoras de primer nivel.
“El incumplimiento del Estado que se había comprometido con aquellos que pagaran
el FAS teórico todavía no la podemos dar como 100 %, porque los ROEs que se
están entregando (que son muy pocos), se están entregando en su gran mayoría a
acopios exportadores. Esto hace pensar que esos acopios o están exportando
mercadería de producción propia o han podido demostrar que pagaron el FAS
teórico por esos volúmenes”, agrega.
Cambia, nada cambia
Lejos de las intenciones de los postulados del acuerdo, el mercado sigue tan
paralizado como antes. Aunque todavía no está todo dicho. Si bien el acuerdo
para pagar el precio que corresponde no se cumple, hay que seguir esperando para
ver qué hace Moreno y a quién le otorga los nuevos ROEs. Por ahora, los
exportadores siguen comprando, y ya llevan 6 millones de tn. que por ahora se
van a guardar.
“Desde hace 6 años se fomenta la mentira, porque el convenio previo a éste,
también establecía el pago del FAS teórico para las operaciones del disponible.
Para el productor sigue siendo más de los mismo, con el agravante que en vez de
arreglarlo, se empeora”, dispara sin anestesia Etchepare.
Mientras tanto, en los silos se sigue acumulando cada vez más trigo. “Este
año, al empezar la cosecha en noviembre ya había en stock un año de consumo
guardado (4 millones 800 mil tn., una verdadera locura)”.
A partir de ahora, los productores piensan seriamente qué harán en el momento
de la siembra de la campaña fina. Según el lugar, se barajan nuevas
alternativas. “La cebada, que tiene un margen de 15 días más para la soja de
segunda, tiene buen precio, aunque para la próxima campaña no asoma la misma
realidad”. En esto, Etchepare es claro: “A la cebada este año le fue bastante
bien. Pero muchos productores tienen la mentalidad de los que les ha estado
pasando y no de lo que les puede pasar”. Esto es porque el precio de la cebada,
que fue una salida para muchos, tiende a caer. En Argentina, como suele pasar,
fue un verdadero boom: pasamos de 1 millón de tn. a 4 millones y medio, pero si
se da la recuperación de la producción mundial, la situación puede cambiar
drásticamente.
En este contexto, la sequía ayudó a descomprimir un poco la situación. Las
últimas proyecciones del USDA confirman una merma en la cosecha argentina, ya
que bajó las estimaciones de soja de 52 millones de toneladas a 48, aunque
mantuvo en 14.5 la proyección para el trigo.
Hechos bolsa
El presidente de la BCR, Ing. Cristián Amuchástegui se reunió la semana
pasada con el ministro de Agricultura de la Nación, Norberto Yahuar. Durante el
encuentro abordaron algunos aspectos sobre el nuevo esquema comercial para trigo
y las dificultades que actualmente atraviesa este mercado.
“El nuevo esquema genera una expectativa de mejoramiento del sistema pero la
realidad es que este mercado no funciona bien desde hace 5 años, produciéndose
una sobreoferta permanente que da como resultado una pérdida para el productor
de entre 50 y 60 dólares por tonelada. Además, se suma la reasignación de
valores por las retenciones que tiene el trigo que es del 23%, con lo cual la
explotación de trigo se vuelve muy vulnerable, sobre todo en los lugares donde
no hay opciones para desarrollar otros cultivos”, sostuvo Amuchástegui.
Además, el presidente de la BCR pudo transmitirle al ministro Yahuar que la
última apertura de 2 millones de toneladas sigue siendo una apertura limitada
con lo cual la competencia no se establece. “Los mercados necesitan que haya
competencia entre la demanda para desarrollar su potencial de precios. Desde la
BCR seguiremos trabajando en conjunto aportando nuestro conocimiento de los
sistemas comerciales para que esto realmente sea superado en un futuro”,
concluyó.
“No cambió nada”, afirma Pablo Nasello, de la corredora Barrilli de Rosario,
donde se especializan en futuros y opciones. “En el mercado no hubo
repercusiones con el último acuerdo; actualmente hay un solo comprador, que paga
U$S 150 a mayo”, concuerda con Etchepare. Y en este esquema el productor sigue
siendo el principal perjudicado. “Para vender el disponible no se puede vender,
no hay compradores, y un FAS teórico que no se cumple. Sólo algunos molinos
harineros que buscan calidad o cámara mayo esperar que te asignen cupo.
Actualmente los ROEs se usan para negocios viejos. La política en los últimos
años no varió, la mayoría de los productores está buscando alternativas, pero
vale la pena destacar que nunca faltó trigo para el mercado interno. Pero si
dejamos de sembrar no vamos a seguir teniendo trigo”, finalizó.
¿En qué consiste el acuerdo?
Suscripto el 5 de enero, aclara en sus 13 puntos que se desarrolla dentro del
marco de los ROE verdes, que contemplan la necesidad de priorizar el
abastecimiento interno y a su vez incentivar las exportaciones. “Maximizar el
precio recibido por los productores incrementando así le área sembrada en el
corto y mediano plazo” establece en uno de sus postulados iniciales. Para ello
se especifica como saldo exportable el resultante de restarle al total de la
producción de la cosecha declarada más el remanente declarado de la cosecha
anterior la absorción interna de trigo pan, las previsiones de semilla para la
próxima campaña. A tal efecto, las autoridades definirán una apertura preliminar
del saldo exportable en base a las estimaciones de producción. “Se deberá
confeccionar un formulario de registración de la tenencia física de trigo pan
que productores y operadores deberán presentar entre el 15/01 y el 15/02 para
constatar dicho saldo”, explica. Dicha declaración jurada opera bajo la tutela
de los ROEs que se asignen para el mercado interno. Los exportadores deberán
solicitar los ROEs acreditando compras en el mercado interno. Ahora, los
contratos forward deberán cumplir un plazo mínimo de realización de 90 días. El
precio de compra será el resultante del FAS teórico más/menos el costo del flete
a convenir. Lor ROEs se otorgarán a los exportadores que acrediten haber
comprado trigo a pequeños productores (menos de 500 tn.)


